Italia y Japón son los únicos países a los que se dotó de la capacidad para construir estos aviones fuera de Estados Unidos.
El dominio espacial España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.
La flota de 12 aviones de combate de quinta generación F-35B encargada por Singapur, prestará servicio acompañada de otros ocho aparatos más, en esta ocasión de la variante F-35A. Esta última configuración se caracteriza por ser la diseñada para el despegue y el aterrizaje en pistas convencionales, mientras que los F-35B están preparados para despegar en pistas cortas (e incluso verticalmente) y aterrizar de forma vertical (STVOL), por lo que se trata del modelo en el que está interesada la Armada española para equipar su buque insignia, el Juan Carlos I. El ministro de Defensa singapurense, Ng Eng Hen, ha confirmado la adquisición de los nuevos ocho F-35A durante el debate sobre los presupuestos en el parlamento del país.
Se trata de un gráfico con los Clientes y oportunidades del F-35 en Europa en el que se incluyen los números de aviones adquiridos por la decena de países europeos que ya lo han encargado (Reino Unido, Finlandia, Italia, Noruega, Países Bajos, Suecia, Alemania, Bélgica, Polonia y Dinamarca); los que están en proceso de hacerse con él (República Checa, Grecia y Rumanía), y otros dos que probablemente lo van a comprar: España y Portugal.
De ahí que para el caso de Alemania, por ejemplo, se previó un precio mucho más elevado, en concreto de unos 100 millones de euros más por avión, hasta sumar 290 millones por cada uno de los 35 que solicitó Berlín.
En el caso checo, la LOA suscrita con Estados Unidos supone un paso más avanzado que el dado para Grecia para hacerse con el F-35.
España en el radar España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.
En palabras de Yves Giroux, adscrito al PBO, “el coste total estimado del desarrollo, adquisición, operaciones y mantenimiento, y eliminación de la nueva flota de cazas es de 73.900 millones de dólares en un periodo de 45 años”, lo que no excede demasiado a la estimación de “unos 70.000 millones de dólares” canadienses estimada previamente por el Gobierno del país. De oponerse a comprar 23 más La previsión es que las cuatro primeras aeronaves lleguen al servicio en 2026, y que a partir de 2029 se mantenga un ritmo de entregas de 18 aparatos al año, hasta 2032, cuando, si no hay contratiempos, llegarán los últimos. Se da la circunstancia de que el actual primer ministro del país, Justin Trudeau, accedió al poder en 2015 con una firme oposición a la compra de estos aviones, pese a que Canadá es uno de los nueve países socios del programa F-35 .
BAE Systems, socia del programa Eurofighter junto a Airbus y Leonardo, es la encargada de negociar la venta de más cazas de este modelo a Arabia Saudí, que en su momento ya adquirió 72 unidades.
El trabajo, que vio la luz con el expresivo título de F-35 Joint Strike Fighter: se necesitan más acciones para explicar el crecimiento de costos y respaldar la decisión de modernización del motor, estima en 1,7 billones de dólares el coste total del programa para Estados Unidos si se incluye el ciclo de vida previsto para los aviones.
De todos ellos (Singapur, Grecia, Polonia y España son los otros cuatro), únicamente España aún no ha anunciado planes para adquirir estos aviones, si bien se espera que lo acabe haciendo, principalmente para contar con unidades de la versión F-35B, únicos actuales capaces de operar en el buque español Juan Carlos I. La flota de aviones de combate rumana incluye en la actualidad 17 aviones F-16 adquiridos de segunda mano a Portugal, y más adelante contará con otros 32 F-16 provenientes del antiguo arsenal noruego.
De las características principales del F-35 ha apuntado “la combinación de una visibilidad mínima para los radares y la capacidad de recopilar y procesar datos en tiempo real que se pueden distribuir a quienes los necesitan”, y ha destacado el alto número de países europeos (una docena) que dispondrán de estas aeronaves.
Dos días de paralización de operaciones El canal de noticias CNN recoge que la última posición que se conoció del F-35B desaparecido, perteneciente a una unidad de formación de pilotos (Escuadrón 501 de Entrenamiento de Ataque de Cazas delCuerpo de Marines, lo situaba en las proximidades de los lagos Moultrie y Marion, unidos de facto por un canal de cinco kilómetros y a 50 kilómetros al norte de Charleston.
Ya en el inventario del país El valor contemplado en el anuncio de la DSCA para la venta solicitada por Corea del Sur es casi idéntico al del estimado para los 32 aviones del mismo modelo que el Ministerio de Defensa de Rumanía acaba de solicitar al Parlamento del país.
Entre las señales que apuntan a un posible desencuentro, el medio señala el proyecto que Francia ha revelado que está desarrollando de forma independiente, sin más socios, sobre un avión de combate hipersónico con 2050 en el horizonte, denominado Espadon; el acuerdo que París ha suscrito con La India este verano de apoyo al “desarrollo conjunto de un sistema de combate aéreo”, sin contar tampoco con los aliados implicados en el FCAS; su cooperación con este país, además de Emiratos Árabes Unidos e Indonesia que podría llevarles al desarrollo del estándar F-5 del avión de combate francés Rafale, e incluso a un F-6 para mediados y finales de la década de 2030, que es el momento contemplado para que el FCAS sustituya a los Rafale (además de los Eurofighter alemanes y españoles), y el programa de drones, lanzado por la Dirección General de Armamento gala, que cooperarían con los Rafale, y que recuerda al previsto para el FCAS, que en su caso está en manos de Airbus, de lo que deriva una contradicción, ya que es difícil pensar que se emprenda una iniciativa así que luego quede enterrada por otra similar.
Con este movimiento se conoce por primera vez el número de aparatos a los que opta el país, del que el pasado abril ya trascendió su intención de adquirir este modelo, dentro de un paquete de compras militares estimado en 10.000 millones de euros.
El acuerdo, valorado en unos 22 millones de dólares en total, contempla “proporcionar una gestión de fuentes de fabricación decrecientes (DMS) para incluir la revisión continua y la identificación de problemas reales y potenciales de DMS y DMS de componentes, piezas, materiales, ensamblajes, subensamblajes y elementos de software; así como recomendar soluciones para mitigar los problemas en apoyo del Programa Conjunto F-35 Lightning II para la Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines, la Marina, los clientes de Ventas Militares Extranjeras y los participantes que no pertenecen al Departamento de Defensa de Estados Unidos”, detalla el comunicado oficial en el que este departamento anuncia el convenio.
Las compañías estadounidenses LockheedMartin, como líder del programa (más caro de la historia militar) y NorthropGrumman, el socio principal, suscribieron a primeros de año una carta de intenciones con la compañía alemana Rheinmetall para que ésta se encargue de los fuselajes centrales del F-35. De este modo, Alemania contará con una segunda línea de ensamblaje integrado (IAL) para esta parte clave del avión de combate, de la que hasta ahora se ha encargado exclusivamente Northrop Grumman en Estados Unidos.
Tras la aprobación del Ministro de Defensa israelí, la delegación de adquisiciones del Ministerio de Defensa de Estados Unidos emitirá una solicitud de adquisición oficial a la Oficina del Programa Conjunto Estadounidense, “con el fin de completar la aprobación y firma de la transacción en los próximos meses”, según la información facilitada por las autoridades israelíes.De acuerdo con la información recogida por la agencia Associated Press, el valor de esta nueva compra es de 3.000 millones de dólares, y se financiará a través de la ayuda militar que Estados Unidos brinda al país de Oriente Próximo. Lockheed Martin, fabricante del avión, y Pratt & Whitney, responsable de los motores, se han comprometido a implicar a la industria israelí en la producción de los aparatos, añade la fuente.
Solo queda España España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.