De esta manera Tel Aviv espera reducir los altos costes que actualmente le supone el sistema Cúpula de Hierro, en el que se emplean misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
Los responsables de la compañía Rafael detallan en un comunicado que esta primera campaña de prueba del arma ha contemplado una serie de escenarios en los que se han simulado amenazas avanzadas, incluidos cohetes, misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados.
Con este movimiento el país espera reducir los altos costes que actualmente le supone el sistema Cúpula de Hierro (Iron Dome), en el que se emplean misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
Rabat está protagonizando en los últimos años un proceso para la renovación y, sobre todo, la modernización del material y el equipamiento de sus Fuerzas Armadas Reales, que tiene como principales suministradores a Francia y Estados Unidos, y al que ahora suma a Israel, en el marco de normaización de ambos países de hace casi un año.
El sistema Iron Dome fue sometido el pasado mayo a la mayor prueba de esfuerzo de su historia durante el enésimo desigual enfrentamiento entre fuerzas israelíes y palestinas, en la que en apenas diez días interceptó más cohetes que durante sus diez años previos de existencia.