Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso estima en más de 500.000 millones de dólares (más de 440.000 millones de euros) el coste estimado para completarlo, para lo que se prevé un plazo de casi dos décadas.De momento, ya se contempla una inversión inicial de 25.000 millones de dólares (22.000 millones de euros) para comenzar el programa este mismo ejercicio 2025.Entre las compañías a las que se encargará sacar adelante el Golden Dome destaca Space X, del magnate Elon Musk y responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del Administración estadounidense.
Al lado de iniciativas que bordean el ridículo, como puede ser la presión a sus aliados —pero no a sí mismo— para que destinen un 5% del PIB a Defensa o la deportación de los palestinos de la franja de Gaza, podemos esperar de él medidas que quizá otros no se atreverían a tomar pero que sí encajan plenamente en esa “revolución del sentido común” de que presume el republicano.Así, mientras la mayoría de los líderes de la Alianza Atlántica discuten estos días sobre cuánto dinero se van a gastar en Defensa y luego ya verán lo que compran con ello, Trump es el único que parece capaz —ya veremos si lo es, porque algo parecido lo intentó en su día Ronald Reagan con el programa que la prensa llamó “guerra de las galaxias”— de poner los bueyes donde deben estar, delante del carro: primero decide —y me parece a mí que con bastante acierto— lo que necesita comprar y luego ya verá cuánto le cuesta.El Planeamiento de la DefensaPermita el lector desocupado —que alguno habrá— que me extienda un poco más sobre este asunto.
14.300 millones de EEUU De ahí que el grueso de los 14.300 millones de euros que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, va a solicitar al Congreso en ayuda militar a Israel está previsto que se emplee en la defensa aérea y antimisiles del país, Para abaratar el enorme coste de uso de la Cúpula de Hierro (cada uno de sus misiles es mucho más caro que el objetivo que abate), las autoridades israelíes anunciaron el año pasado el despliegue acelerado de unos nuevos interceptores basados en tecnología de energía dirigida láser.
Como alternativa, la misma compañía israelí trabaja en el desarrollo del Iron Beam, que emplea una tecnología mucho más cara pero, una vez desplegada, apenas alcanza un coste de 3,5 dólares por cada disparo, de modo que resulta mucho más eficiente económicamente para proteger un área como la que ahora ha sido atacada, si bien precisa de un seguimiento al objetivo con el láser hasta que lo destruya, lo que limita su capacidad de abatir múltiples objetivos con una sola unidad.
Si finalmente Israel se decide por acabar entregando armamento a Ucrania, se habrá consumado un nuevo paso importante en el apoyo internacional cada vez más sólido que está recibiendo el país desde que comenzó la guerra.
El arma se basará en los avances que Rafael ya ha obtenido por su parte junto a la Dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa (DDR&D) del Ministerio de Defensa israelí, en el marco del denominado Iron Beam, que es una suerte de sistema de defensa antiaérea con el mismo objetivo que la famosa Iron Dome (Cúpula de Hierro), pero que sustituye el uso de misiles por armas láser para acabar con sus objetivos.
Posteriormente trascendió que los misiles con los que el sistema Cúpula de Hierro intercepta amenazas serán sustituido en una nueva variante del sistema por armas láser.
En su solicitud, el Gobierno ucraniano afirma que “está muy interesado en obtener de Israel (en los términos más breves posibles) sistemas de defensa, en particular: Iron Beam, Barak-8, Patriot, Iron Dome, David's Sling, Arrow Interceptor y el apoyo israelí en la formación de operadores ucranianos”.
La empresa explica que el sistema láser Iron Beam preparado para derribar objetivos como vehículos aéreos no tripulados (UAV), cohetes y morteros por un coste que sus desarrolladores estiman en 3,5 dólares por disparo.
Versión láser Israel se encuentra en la actualidad desarrollando el despliegue de una versión del sistema dotada de interceptores basados en tecnología láser, con los que prevé reducir significativamente los costes del sistema, que hasta ahora emplea misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
De esta manera Tel Aviv espera reducir los altos costes que actualmente le supone el sistema Cúpula de Hierro, en el que se emplean misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
Los responsables de la compañía Rafael detallan en un comunicado que esta primera campaña de prueba del arma ha contemplado una serie de escenarios en los que se han simulado amenazas avanzadas, incluidos cohetes, misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados.
Con este movimiento el país espera reducir los altos costes que actualmente le supone el sistema Cúpula de Hierro (Iron Dome), en el que se emplean misiles para abatir amenazas aéreas, como cohetes y drones empleados masivamente.
Rabat está protagonizando en los últimos años un proceso para la renovación y, sobre todo, la modernización del material y el equipamiento de sus Fuerzas Armadas Reales, que tiene como principales suministradores a Francia y Estados Unidos, y al que ahora suma a Israel, en el marco de normaización de ambos países de hace casi un año.
El sistema Iron Dome fue sometido el pasado mayo a la mayor prueba de esfuerzo de su historia durante el enésimo desigual enfrentamiento entre fuerzas israelíes y palestinas, en la que en apenas diez días interceptó más cohetes que durante sus diez años previos de existencia.