Se trata de la sexta unidad de la clase Dolphin-II que la empresa ha construido para Israel.
El Ministerio de Defensa del país oceánico anunció a principios de año este programa para el que inicialmente convocó a cuatro empresas: las dos citadas más la coreana Hanwha Ocean (anteriormetne conocida como Daewoo Shipbuilding and Marines Engineering, DSME) y la española Navantia, que ya le ha suministrado el grueso de la nueva flota adquirida por Canberra en las últimas dos décadas.
En paralelo, Berlín ha concedido un estatus especial a la India para acelerar la aprobación de exportaciones de armamento a ese país.La revelación de este documento coincide con el viaje oficial a la India la semana pasada del canciller alemán, Olaf Scholz, para profundizar entre otras cuestiones en la relaciones en materia de defensa con el programa de submarinos en el punto de mira de la industria germana. Fomento de la industria local “Con el fin de subrayar el compromiso del gobierno alemán con la política de seguridad, la Bundeswehr [como denominan los alemanes a sus fuerzas armadas] está teniendo una presencia más frecuente en la región del Indo-Pacífico y está ampliando su cooperación con las fuerzas armadas indias”, incluye el documento estratégico en otro de sus párrafos.
Las baterías de iones de litio, un avance previsto en los submarinos españoles de la clase S-80 para mejorar las operaciones en las que se requiera una máxima velocidad, pueden incorporarse también en el modelo alemán Tipo 212A. Su fabricante, la compañía germana Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS), así lo deja entrever en una publicación de la red social profesional Linkedin.
El presupuesto para 2025 incluye proyectos de modernización que responden a necesidades de largo plazo de las Fuerzas Armadas, aunque la mayoría de ellos dependen de financiación externa, ya que no se asignan fondos del tesoro para su ejecución. Muchos de estos proyectos de adquisición figuran recurrentemente en los sucesivos presupuestos, lo que no siempre garantiza el inicio de los procesos de compra, debido a la falta de recursos financieros o a la demora en la obtención de créditos internacionales.Para la Armada, se prevé la compra de helicópteros livianos para el Comando de Aviación Naval, destinados a operar desde los buques de la División Patrullado Marítimo (DVPM).
El contrato por los dos submarinos iniciales de la clase se suscribió por una cantidad de 1.350 millones de euros, y el del tercer buque se firmó por 500 millones.
Se trataría, en este caso, de un movimiento similar al que hizo la firma alemana de sensores Hensoldt, que hace unos años se separó de Airbus, para ser adquirida por la inversora internacional KRR, y acabó en parte en manos del gobierno federal, al tratarse de una firma de tecnologías consideradas clave para la defensa.
Alemania y Noruega ya colaboran en la actualidad en el desarrollo de media docena de submarinos 212CD idénticos para los dos países.
A este proceso también han concurrido contendientes como la rusa Rubin, con el submarino Amur 1650; la coreana Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering (DSME), ofertante de la clase Chang Bogo, diseñada sobre la base del Tipo 209 alemán, y la francesa Naval Group, fabricante de los Scorpene con los que la India ya se está equipando fruto de un programa anterior, y que el año pasado se retiró, pese a considerarse una de las favoritas.
Los ministros de Defensa de Alemania y Noruega, Boris Pistorius y Bjørn Arild Gram, han dado esta semana en la ciudad germana de Kiel, próxima a Dinamarca, el pistoletazo de salida a la construcción del primer submarino de la clase 212CD. Se trata de la unidad con la que arranca el proyecto de media docena de estas naves basadas en la clase 212A comprometidas por ambos países (cuatro para Noruega y dos para Alemania).
Propulsión independiente del aire La empresa italiana destacó al comenzar los trabajos de los dos primeros NFS, y citando lo que entonces calificó de “análisis muy fiables”, que “el contenido tecnológico de estos submarinos de propulsión independientes del aire [AIP] determinó el cambio en el equilibrio entre buques nucleares y convencionales en el periodo de posguerra”El programa además, “también tiene como objetivo mantener y desarrollar aún más el conocimiento industrial estratégico e innovador adquirido por Fincantieri, así como consolidar el liderazgo tecnológico alcanzado por la empresa y su cadena de suministro”.
“Se ha iniciado la implementación del programa Orka”, ha apuntado Blaszczak en su cuenta de la red social Twitter.
La empresa alemana puede lograr un mejor posicionamiento si por ejemplo se asocia con TKMS (ThyssenKrupp Marine Systems) para el programa Buque Multirol de la Armada del Perú, pudiendo así apoyarse sobre el éxito logrado en Brasil con el programa Tamandaré.El astillero italiano Fincantieri ya tiene una gran referencia con las fragatas Lupo que tiene la Marina de Perú en servicio y dispone de una gama de productos que puede responder a las necesidades del país en materia de abastecimiento y transferencia de tecnologías, pero que no se le conocen acercamientos recientes a la industria local o a SIMA.A la Marina de Guerra del Perú y a SIMA Perú le quedan por delante definir e informar a los postores interesados, la metodología a seguir para las licitaciones, informar los RTM en los que tendrá que definir qué tan militares quiere a sus fragatas, qué tan armadas las quiere, qué tan modulares, qué tantos sensores quiere, y definiciones similares para los otros tipos de navíos que buscan trabajar en conjunto con la industria local e internacional, solicitar paquetes de información a los postores potenciales y lanzar los procesos de selección a una industria que tiene años a la espera de decisiones, no solamente en la Marina sino también en el Ejército del Perú, y la Fuerza Aérea del Perú.
Asociación estratégica El medio estadounidense recoge que TKMS, que en el pasado fabricó submarinos que han sido utilizados por la India, supone una opción mucho más apropiada que las propuestas por DSME y la española Navantia, a las que cita directamente.
La prensa placa valoró en su momento la adquisición de los tres nuevos submarinos previstos en una horquilla que va de los 1.800 y a los 2.150 millones de euros.
El Ministerio de Defensa ha confirmado que trabaja para concretar el presupuesto inicial de 624 millones de soles (161,88 millones de dólares al tipo de cambio vigente, para financiar la primera etapa del programa de construcción de las nuevas fragatas misileras de la Marina de Guerra del Perú (MGP), con las que reemplazar a las actuales Lupo. El Ministerio proyecta que dicha partida presupuestal será transferida a sus cuentas durante el presente ejercicio fiscal.El nuevo tipo de fragata al que apunta la Marina peruana se denomina buque multirol, un indicativo claro sobre el requerimiento de capacidades multidominio, incluyendo medios para proveer asistencia humanitaria de presentarse la necesidad, que tendrá la nueva columna vertebral de la Flota de Superficie.En búsqueda de un socio internacionalLa intención del astillero público SIMA Perú es sellar una alianza estratégica con un astillero de categoría mundial que tenga la experiencia suficiente en materia de transferencia de tecnología porque se busca construir las nuevas fragatas misileras en el Perú, en instalaciones de SIMA, empresa que también se hará cargo del soporte de ciclo de vida de este nuevo producto. Si no se experimentarn retrasos, el primer buque multirol deberá ser entregado a la Marina en el año 2026.Entre los astilleros que han mostrado mayor interés para establecer una alianza estratégica con la Armada del Perú y SIMA destacan Navantia, que ha presentado en la feria Sitdef sus diseños Alfa 3000 y Alfa 4000 de fragatas multirol y que las promociona como productos muy adaptables a los requerimientos de la Marina; Naval Group, que ha presentado en Sitdef una solución basada en la fragata misilera Gowind, un diseño del cual ya ha vendido 12 unidades.
De ahí que, para cumplir mejor con este requisito, Naval Group se alió con la firma neerlandesa Royal IHC, en un reparto de tareas que pasa porque la firma francesa se encargue de redefinir el diseño del submarino con las autoridades del país, mientras que su socio se ocupa de construir y equipar la nave, aprovechando al sector local.
En el caso de TKMS, se llegó a plantear como sus posibles socios en este proyecto a las citadas Saab Kockums y Damen, pero finalmente no pareció una opción muy viable, entre otros motivos por la difícil vuelta a manos suecas en 2014 de Kockums tras haber sido propiedad de TKMS. Por otra parte, el Ministerio de Defensa neerlandés ha informado de que busca adquirir "misiles de largo alcance", a los que el medio especializado Naval News identifica como misiles de crucero de ataque terrestre para ser desplegados tanto desde las fragatas como desde los futuros submarinos.
Su desarrollo, añade, “responde a la necesidad de asegurar una adecuada capacidad de vigilancia y control espacial bajo el agua, considerando los complejos escenarios futuros de las operaciones submarinas y que la vida operativa de los cuatro submarinos de la clase Sauro actualmente en servicio, se acerca a su fin”.El programa “también tiene como objetivo mantener y desarrollar aún más el conocimiento industrial estratégico e innovador adquirido por Fincantieri, así como consolidar el liderazgo tecnológico alcanzado por la empresa y su cadena de suministro”.
Las otras cinco son la británica BAE Systems, la francesa Naval Group, la italiana Fincantieri, la española Navantia y la neerlandesa Damen.