Sin embargo, actualizaciones en el requerimiento y cambios en el mercado internacional han elevado la partida presupuestal para ambas aeronaves hasta aproximadamente 76 millones de dólares.La partida presupuestal requerida para la incorporación en la Fuerza Aérea del Perú de los dos aviones de transporte comercial es un claro indicativo que serán adquiridos en el mercado de segunda mano.
A la pérdida de capacidades se une también una perdida en el pago de la aeronave, ya que el costo original de la misma, de acuerdo con el Presupuesto 2023, consultado por Infodefensa.com, señala que, a precios del 2023, el coste de la aeronave asciende a los 6.079 millones de pesos (320 millones de dólares), de los cuales se han pagado 3.899 millones de pesos (205 millones de dólares), por lo que faltaría de pagar 2.190 millones de pesos (115 millones de dólares).
El avión mexicano no fue un avión nuevo, ya que era el sexto prototipo que construyó Boeing en el año 2009 y se usó para certificar la nueva serie de motores y que antes de venderse a México ya tenía 690 horas de vuelo.El TP-01 tiene el récord del vuelo más largo, realizado por una aeronave militar mexicana al volar desde Vietnam a la Ciudad de México, una distancia de 15,085 km en un tiempo de 16 horas y dos minutos.
Además, cuenta con tres diferentes compartimentos: el primero de ellos VIP (para hasta ocho personas) en el que se encuentra un área de descanso para el presidente; el segundo, configurado como sala con capacidad para hasta 16 personas; y un tercero adecuado para 30 personas, en cuya parte posterior se encuentra un área de baños y cocina.El FAC 0001 dispone también de una serie de diferentes sistemas de autoprotección, con el fin de garantizar la seguridad y supervivencia en vuelo de la aeronave.
Ante la imposibilidad de volar el viejo avión, los riesgos a la seguridad del jefe de Estado que implica volar en vuelos comerciales y el costo de vuelos charter -se llevan gastados más de cuatro millones de dólares- se decidió comprar una nueva aeronave.
Sin embargo, hacia el final del día, trascendió que el gobierno argentino rechazó la oferta debido a que su valor se encontraba muy por encima del límite presupuestario que la administración argentina había previsto, alrededor de 20 millones de dólares.Un avión invendible El gobierno mexicano se encuentra gestionando la posible venta del avión, que se encontraba en un hangar de Estados Unidos para su mantenimiento desde diciembre de 2018.
Así lo expresó, recientemente, en la conferencia matutina que transmite a diario: "Si vemos que no se compra el avión, lo vamos a pasar a la empresa que se está constituyendo para manejar el Aeropuerto de Santa Lucía (hoy AIFA), el Tren Maya, los Aeropuertos de Tulum, para que esa empresa lo administre y pueda rentarse para viajes a familias, empresas y obtener recursos".
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México tuvo que declarar desierta la licitación para el mantenimiento de los motores del avión presidencial, el Boeing 787-8 Dreamliner, pues no se presentó ningún proveedor en el período que estuvo abierta para ofertas.
Mientras se define si el avión presidencial de México, un Boeing 787-8 Dreamliner, se vende, se renta a terceros o se intercambia por una flota de helicópteros, como previó el presidente Andrés Manuel López Obrador recientemente, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene una licitación el mantenimiento preventivo del fuselaje y motores de la aeronave, proceso que la institucuón prevé llevar a cabo el próximo octubre.
Es muy costoso y no se recomienda, es para viaje largos", agregó.Continua el porceso de venta Asimismo, López Obrador reiteró que se sigue buscando vender la aeronave (en venta por medio de la empresa especializada Global Jet Mónaco), pero que también se evalúa otras opciones. En ese sentido, aparte de la comercialización de la empresa administradora de la Sedena, se prevé, por ejemplo, un intercambio por otros equipos.
Precisamente, esta compañía mantiene la oferta de venta de la aeronave en línea, donde no se especifica el precio que se propone, sino que los interesados deben comunicarse con el intermediario para ese y otros detalles.
Sin embargo, por tratarse de un avión de los conocidos como ejecutivos, con un mercado mucho más amplio, podría ser más fácil su venta que el Boeing 787-8 Dreamliner de México y el Boeing 737-500 de Perú, que por su tamaño y lujo, para el caso mexicano, y antigüedad, del peruano, serán mucho más difíciles de vender como ya se ha apreciado en el caso del avión azteca.