Fue construido en los astilleros de la E.N. Bazán en Cartagena, la actual Navantia, procediéndose el 14 de noviembre de 1983 a su puesta a flote en presencia del presidente del Gobierno, Felipe González Márquez, del ministro de Defensa, Narcís Serra Serra, y del Almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), Saturnino Suanzes de la Hidalga. Durante los 35 años en servicio, el submarino realizó 3.039 días de mar, 243.468 millas náuticas, 69.289 horas de mar y 43.776 horas de inmersión.
Esta veterana embarcación ya está inmovilizada después de 38 años en servicio en la Flotilla de Submarinos, con base en el Arsenal de Cartagena. La propia Armada ha confirmado a Infodefensa.com que el submarino iniciará muy pronto el proceso de baja, que podría ser una realidad durante el primer semestre de 2024.El Tramontana es el cuarto de una serie de cuatro unidades, de diseño francés, construidas en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena -hoy Navantia-, y lleva al servicio de España desde diciembre de 1985.La Armada además aclara que el otro sumergible de la serie S-70 que queda, el S-71 Galerna, está plenamente “operativo y disponible” para la defensa nacional.
La Flotilla de Submarinos de la Armada cuenta en la actualidad con dos buques en servicio, el S-71 Galerna y el S-74 Tramontana, ambos muy veteranos operativos desde hace cuatro décadas.
La empresa española Indra se ha adjudicado un contrato por un importe de 4,8 millones de euros para la puesta a punto de armamento y equipos de los veteranos submarinos S-70 de la Armada española. El contrato, en concreto, señala que la compañía efectuará “el desarrollo de actividades de servicios de apoyo técnico al sostenimiento a los sistemas de armas submarinas de los submarinos S-70". La información disponible sobre el contrato es escasa, no obstante, según ha podido confirmar Infodefensa.com, el expediente incluye tareas de mantenimiento y reparación -si es necesario- de los periscopios óptico de observación y de ataque; del periscopio optrónico (Percosub); del sistema de combate; de los torpedos F-17 y L-5, y sus registradores; y de las minas MCC-23D. Indra cuenta desde 2009 con un centro en Cartagena, el Cemanper (Centro de Mantenimiento de Periscopios), especializado en el sostenimiento y apoyo al ciclo de vida del citado armamento y sistemas de los submarinos de la Armada.
La Armada cuenta en la actualidad con dos submarinos en servicio, el citado Galerna y el Tramontana, que acaba de iniciar un despliegue con la OTAN en la operación Sea Guardian en el Mediterráneo.
Foto: ArmadaCon el regreso de los veteranos Galerna y Tramontana, próximos ya a las cuatro décadas en servicio, la Armada vuelve a tener dos submarinos operativos, a la espera del primer submarino de la serie, el S-81 Isaac Peral. Algo que no ocurría desde hace tres años.
Navantia puso a flote el submarino Galerna en octubre de 2021, después de casi cuatro años en el dique seco por los trabajos de la quinta gran carena. En la primera mitad de este 2022, el personal de la compañía ha llevado a cabo las pruebas de puerto que incluyen el arranque de los grupos diésel, pruebas sobre amarras, de funcionamiento de la planta hidráulica y producción y de distribución de energía eléctrica.
La Armada decidió entonces mantener dos S-70 hasta la llegada del primer submarino S-80, el S-81 Isaac Peral, en el segundo trimestre de 2023, según el calendario previsto.
Trabajos muy complejos La gran carena es un proceso de revisión completa del submarino que tiene como objetivo garantizar la seguridad en la navegación y en la operación de un submarino a lo largo del siguiente ciclo de vida.
Durante los últimos meses, la compañía ha efectuado las pruebas de puerto que incluyen el arranque de los grupos diésel, pruebas sobre amarras, de funcionamiento de la planta hidráulica y producción y de distribución de energía eléctrica. La gran carena es un proceso de revisión completa del submarino al objeto de garantizar la seguridad en la navegación y en la operación de un submarino a lo largo del siguiente ciclo de vida.
"El hito implica la utilización de la red de corriente continua propia del submarino, de las baterías y de los DAR, marcando la puesta en disposición tanto del sistema de generación como del sistema de distribución de la planta eléctrica principal del buque", detalla el constructor naval.El submarino S-81, botado en mayo de este año, completó a finales de agosto su primera varada programada en la que se instalaron equipos como el periscopio de ataque. Para principios de 2022, está prevista una segunda varada, previa al inicio de las pruebas de mar, que comenzarán en el primer trimestre del año que viene.
Después, se pasará a una última fase de pruebas de mar que contemplan, detalla la Armada, una primera salida en superficie, seguida de una inmersión estática en la que se comprobará el equilibrio del submarino para, posteriormente, realizar diversas salidas hasta llegar a probar todos los equipos del submarino hasta la cota máxima operativa.