La Armada cuenta en la actualidad con dos submarinos en servicio, el citado Galerna y el Tramontana, que acaba de iniciar un despliegue con la OTAN en la operación Sea Guardian en el Mediterráneo.
Foto: ArmadaCon el regreso de los veteranos Galerna y Tramontana, próximos ya a las cuatro décadas en servicio, la Armada vuelve a tener dos submarinos operativos, a la espera del primer submarino de la serie, el S-81 Isaac Peral. Algo que no ocurría desde hace tres años.
Navantia puso a flote el submarino Galerna en octubre de 2021, después de casi cuatro años en el dique seco por los trabajos de la quinta gran carena. En la primera mitad de este 2022, el personal de la compañía ha llevado a cabo las pruebas de puerto que incluyen el arranque de los grupos diésel, pruebas sobre amarras, de funcionamiento de la planta hidráulica y producción y de distribución de energía eléctrica.
La Armada decidió entonces mantener dos S-70 hasta la llegada del primer submarino S-80, el S-81 Isaac Peral, en el segundo trimestre de 2023, según el calendario previsto.
Trabajos muy complejos La gran carena es un proceso de revisión completa del submarino que tiene como objetivo garantizar la seguridad en la navegación y en la operación de un submarino a lo largo del siguiente ciclo de vida.
Durante los últimos meses, la compañía ha efectuado las pruebas de puerto que incluyen el arranque de los grupos diésel, pruebas sobre amarras, de funcionamiento de la planta hidráulica y producción y de distribución de energía eléctrica. La gran carena es un proceso de revisión completa del submarino al objeto de garantizar la seguridad en la navegación y en la operación de un submarino a lo largo del siguiente ciclo de vida.
"El hito implica la utilización de la red de corriente continua propia del submarino, de las baterías y de los DAR, marcando la puesta en disposición tanto del sistema de generación como del sistema de distribución de la planta eléctrica principal del buque", detalla el constructor naval.El submarino S-81, botado en mayo de este año, completó a finales de agosto su primera varada programada en la que se instalaron equipos como el periscopio de ataque. Para principios de 2022, está prevista una segunda varada, previa al inicio de las pruebas de mar, que comenzarán en el primer trimestre del año que viene.
Después, se pasará a una última fase de pruebas de mar que contemplan, detalla la Armada, una primera salida en superficie, seguida de una inmersión estática en la que se comprobará el equilibrio del submarino para, posteriormente, realizar diversas salidas hasta llegar a probar todos los equipos del submarino hasta la cota máxima operativa.