"Un buen número de estas embarcaciones se encuentra próxima a su fin de ciclo de vida útil por lo que es necesaria la renovación progresiva de unidades, tal y como refleja el Plan de Renovación de Flota del Servicio Marítimo", apuntan los pliegos.La Guardia Civil busca un astillero que "cuente con una experiencia constatable en labores de construcción naval y diseño de embarcaciones similares, y que lo haga a los precios de mercado vigentes durante los años de ejecución del contrato".La licitación fija que las tres embarcaciones deberán entregarse en un plazo de 15 meses. La Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil es el órgano que gestiona el contrato mediante procedimiento abierto y tramitación ordinaria.
Las embarcaciones, con una vida prevista de 20 años, estarán preparadas para actuar con solo cuatro tripulantes tanto de día como de noche.Flota envejecidaLa Guardia Civil también detalla que la actual flota de embarcaciones medias de alta velocidad está “muy envejecida”, puesto que la tercera parte se encuentra en torno a los 20 años de antigüedad, superando esta cifra incluso en algunos casos.Y añade: “Las citadas embarcaciones en muchos casos no reúnen las condiciones de acomodación necesarias para los servicios que prestan, y, además, las horas de navegación efectuadas, han sobrepasado las previstas inicialmente, obligando a plantear las necesarias renovaciones exigibles a sus plantas propulsoras, tanto motores como hidrojets, descatalogados en el caso de los primeros”.
La embarcación, la tercera de este modelo que entra en servicio, está diseñada para alcanzar los 60 nudos, unos 111 kilómetros por hora. Al igual que las dos primeras patrulleras, la nueva lancha rápida está basada en la interceptora HS60 de Aister, pensada para hacer frente a las narcolanchas, con un casco de aluminio más resistente a las maniobras de embestida que suelen hacer estas embarcaciones dedicadas al tráfico ilícito de sustancias en las persecuciones.
Además, se disponen de unidades móviles que permiten ampliar la capacidad de vigilancia, en caso necesario, en zonas donde no exista cobertura de los despliegues permanentes.Su misión principal es vigilar las aguas españolas y su entorno y detectar y reconocer tanto pateras de inmigrantes como embarcaciones y lanchas utilizadas por redes que trafican con droga.El SIVE aporta información en tiempo real, como explica la Benemérita, “a centros de mando y control, desde donde se centraliza la información obtenida por las estaciones sensoras de vigilancia, para que, una vez analizada y evaluada, se cursen órdenes pertinentes para la interceptación de embarcaciones de interés o el salvamento de personas en peligro, dando conocimiento, en su caso, a otros organismos o instituciones si fuese necesario (Salvamento Marítimo, Cruz Roja, Cuerpo Nacional de Policía, etc.)”.
Las embarcaciones, con una vida prevista de 20 años, estarán preparadas para actuar con solo cuatro tripulantes tanto de día como de noche.Flota envejecidaLa Guardia Civil también detalla que la actual flota de embarcaciones medias de alta velocidad está “muy envejecida”, puesto que la tercera parte se encuentra en torno a los 20 años de antigüedad, superando esta cifra incluso en algunos casos.Y añade: “Las citadas embarcaciones en muchos casos no reúnen las condiciones de acomodación necesarias para los servicios que prestan, y, además, las horas de navegación efectuadas, han sobrepasado las previstas inicialmente, obligando a plantear las necesarias renovaciones exigibles a sus plantas propulsoras, tanto motores como hidrojets, descatalogados en el caso de los primeros”.
La Guardia Civil persigue con los nuevos equipos un mayor alcance en la detección, mayor resolución para identificación o reconocimiento y mejoras en la calidad que conviertan a las embarcaciones “en herramientas muy eficaces en misiones de vigilancia marítima sobre objetivos de interés en el mar”.
Todo apunta que el nuevo contrato está dirigido a extender el empleo de esta solución. Escribano define al Oteos como un sistema de diseño modular y configurable que incorpora la última tecnología de sensores HD e infrarrojo capaces de detectar y 'trackear' objetivos a 20 kilómetros de distancia. La compañía, como publicó Infodefensa.com, además se adjudicó en septiembre de este año otro importante contrato para la puesta a punto de los despliegues fijos del SIVE valorado en 19 millones de euros. Sistema de Integrado de Vigilancia ExteriorEl Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) consta en la actualidad con estaciones de sensores fijos en las comandancias de la Guardia Civil en las provincias de Huelva, Cádiz, Algeciras, Ceuta, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona, Islas Baleares, Gran Canaria, Tenerife y Pontevedra.
Esta misma compañía ganó en febrero otro contrato para la instalación de cuatro radares, dos en las estaciones de Canarias y otros dos en las de la península. Otros contratos La Guardia Civil ha encargado recientemente a Escribano e Indra el mantenimiento de los despliegues fijos del SIVE. La primera se llegó cuatro lotes por un importe de 19 millones de euros, mientras que la segunda se hizo con otros dos valorados en 3,4 millones.
La Guardia Civil persigue con los nuevos equipos un mayor alcance en la detección, mayor resolución para identificación o reconocimiento y mejoras en la calidad que conviertan a las embarcaciones “en herramientas muy eficaces en misiones de vigilancia marítima sobre objetivos de interés en el mar”. El órgano responsable de la licitación es la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil mediante procedimiento abierto y tramitación ordinaria.
El Oteos también ha sido seleccionado por el Servicio de Armamento de Guardia Civil para la vigilancia de fronteras de Ceuta y Melilla y por el Servicio Marítimo para su instalación en embarcaciones de mediana y gran altura que luchan contra la inmigración ilegal y el tráfico de mercancías ilegales a lo largo de la costa mediterránea y en los archipiélagos de Baleares y Canarias para vigilar las aguas españolas y su entorno.
Modernización de radares del SIVE La Guardia Civil explica que “las estaciones sensoras que componen un despliegue en SIVE, se encuentran dotadas de una configuración con diferentes subsistemas integrados, que posibilitan que SIVE cumpla esa misión en costa, de detección, identificación y alerta temprana a los centros de Mando y Control” Entre estos, continúa, “los subsistemas optrónicos y radar destacan por la criticidad de las capacidades operativas que aportan a la eficacia del sistema, razón por la que se constituyen como capacidades estratégicas a evolucionar y sostener”.
En febrero, el Instituto Armado encargó de urgencia a una UTE formada por Inetum y Deimos Space el mantenimiento del sistema SIVE de Las Palmas con el objetivo, explicaba el anuncio de formalización del contrato, de “evitar situaciones que supongan grave peligro para la vida de las personas en el mar”.