De esta forma, el veterano D4 -denominación interna del Ejército del Aire- regresa a la operación en el Índico, en la que no participaba desde 2015.
Reconoció el excelente trabajo llevado a cabo por su predecesor, comodoro Cortés Lópes, y se comprometió a seguir en la misma línea de constancia y trabajo para que el Índico occidental siga siendo un mar seguro, donde la cooperación con otras fuerzas navales en la zona y los países ribereños es fundamental.Al acto han asistido, entre otras autoridades, el vicealmirante Iñigo De La Puente Mora-Figueroa y el vicealmirante de la Marina Portuguesa, Jorge Nobre de Sousa, que condecoró con la Cruz de San Jorge por su trabajo al capitán de fragata Alfonso Moreno Cividanes, comandante de la fragata Santa María y al capitán de fragata Juan Carlos Prada Pardal, jefe del Estado Mayor. Con este relevo comienza una nueva etapa en la operación en la que el objetivo principal es el mantenimiento de un entorno marítimo seguro en la región.
Eurodrone y Sirtap De cara a 2023, el Ejército del Aire también marca como prioridades en el ámbito de los UAS continuar avanzando en el programa Eurodrone y espera la firma del contrato del sistema remotamente tripulado de altas prestaciones (Sirtap).
En el caso español, a falta de confirmación oficial, se desplegará en el Cuerno de África un avión de vigilancia marítima CN235 (Delta 4), una aeronave que ya sabe lo que es patrullar las aguas de esta región. La operación Atalanta forma parte del compromiso adquirido por España, bajo bandera de la Unión Europea, en su lucha por mantener la seguridad marítima frente a las costas de Somalia y países vecinos en la región del océano Índico. Desde la entrada en vigor de la Decisión (PESC) 2020/2018, que prorroga el mandato de la operación Atalanta, se incluyen algunas tareas como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y el tráfico de drogas, armas y carbón vegetal que refuerzan el papel de Atalanta como factor de seguridad marítima en la zona y se basan en su éxito en la lucha contra la piratería y la protección de los barcos del WFP y otros buques vulnerables. Brecha en la patrulla marítima y C295 La baja de los P.3 Orion provocará una pérdida temporal de capacidades en patrulla marítima y, sobre todo, en guerra antisubmarina en el Ejército del Aire.
Desde su inicio, han pasado por esta misión los aviones P3 Orion del Ala 11 de Morón y los C-235 (D4) de las alas 46 (Islas Canarias), 48 (Madrid) y 49 (Palma de Mallorca). Brecha en la patrulla marítima y C295 La baja de los P.3 Orion provocará una pérdida temporal de capacidades en patrulla marítima y, sobre todo, en guerra antisubmarina en el Ejército del Aire.
El Ejército del Aire y del Espacio ha enviado más de una tonelada de alimentos para Yibuti.
El contingente número 42 ha relevado al contingente número 41 en el Destacamento Aéreo Táctico Orión de la Operación Atalanta.