El Gobierno ha autorizado esta semana en la reunión del Consejo de Ministros la celebración del acuerdo marco para para el sostenimiento de los motores Makila, Arriel y Arrius de los helicópteros del Ejército de Tierra y el Ejército del Aire.
El contrato tiene un valor estimado de 64 millones de euros. La finalidad de este expediente, explica el Ejecutivo , es "mantener los helicópteros operativos y en condiciones de seguridad, especialmente aquellos para los que no existe posibilidad de mantenimiento, por no disponer de medios técnicos para ello o porque la carga de trabajo supera la capacidad de absorción".
Los tres motores citados están diseñados por el fabricante francés Turbomeca -integrada hoy en el Grupo Safran-. El Makila es el motor de los helicópteros Super Puma de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (Famet) y de las unidades SAR del Ejército del Aire, mientras que el Arriel está instalado en los helicópteros Sikorsky S-76 de la Fuerza Aérea, dedicados básicamente a las instrucción de pilotos.
Por último, el Arrius es el motor de la flota de helicópteros EC-135 de las Famet utilizada para la enseñanza.