Canberra se está planteando una solución para cubrir el hueco que se le abre en su defensa naval en un momento de crecientes tensiones en la región del Indo-Pacífico y ante los dilatados plazos del programa de fragatas Hunter, que no se espera que puedan estar disponibles antes de la próxima década.
Este buque, que zarpó en la estación naval de Norfolk el pasado 4 de agosto, llegará en los próximos días a su nueva base en Rota.El Bulkeley pasará a formar parte del escudo antimisiles de la OTAN, junto con el USS Paul Ignatius (DDG 117), que arribó a Rota hace dos meses, el USS Roosevelt (DDG 80) y el USS Arleigh Burke (DDG 51). Los cuatro componen el Escuadrón de Destructores 60, asignado a las Fuerzas Navales de EEUU en Europa (FDNF-E, por sus siglas en inglés). Con la llegada de este buque, la Marina estadounidense completará el plan de relevo gradual, iniciado en 2020, de los destructores ubicados en la base gaditana por otros de la misma clase pero más modernos con mejoras en el radar y la computación.La US Navy también tiene en Rota desde hace unos meses el Escuadrón de Helicópteros de Ataque Marítimo (HSM) 79 con MH-60R Romeo, una aeronave en la que, por cierto, está interesada la Armada española. La propia US Navy confirma que tras la llegada del Bulkeley a Rota “el USS Ross (DDG-78) y el USS Porter (DDG-71) cambiarán sus puertos base de Rota a Norfolk en los próximos meses, marcando los últimos cambios en la rotación FDNF-E planificada hace tiempo”.La sustitución se ha producido de la siguiente forma: el Roosevelt reemplazó en mayo de 2020 al USS Carney (DDG-64); después, en abril de 2021, el Arleigh Burke sustituyó al USS Donald Cook (DDG-75); y ahora el Paul Ignatius y el Bulkeley cogerán el testigo de los mencionados Ross y Porter.
Los dos grandes partidos de ámbito nacional acordaron ayer jueves, el tercer día del debate sobre el estado de la nación, una resolución en el Pleno del Congreso que insta al Gobierno a aumentar el presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas.El texto, a favor también del despliegue de más destructores estadounidenses en la base naval de Rota, contó con el voto en contra de Unidas Podemos, socio de Gobierno de Pedro Sánchez y abiertamente contrario a gastar más en Defensa. Esta resolución en materia de defensa y política exterior fue presentada por los populares.El documento, en principio, incluía también una propuesta para sacar adelante una ley de financiación de la Defensa Nacional con una programación plurianual, que desaparece en la redacción final, tras aceptar el PP una enmienda del PSOE. Ambos partidos, eso sí, pactan impulsar “un escenario de incremento presupuestario de defensa para lograr el objetivo del 2% del PIB fijado en la Cumbre de Gales de 2014, que permita modernizar y mejorar las capacidades militares de nuestras Fuerzas Armadas”.La resolución también hace mención a la industria de defensa.
Estados Unidos todavía no ha presentado a España el plan definitivo para el despliegue de los destructores y tampoco hay una fecha para su llegada a Rota, pero, sin duda, uno de los puntos que habrá que retocar es este contrato con Navantia para la puesta a punto de los destructores.
España y el 2% del PIB. La cumbre finalizó el pasado jueves con el anuncio por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de un aumento del presupuesto de defensa para alcanzar el 2% del PIB en 2019, lo que significa duplicar la inversión destinada a las Fuerzas Armadas en los próximos ocho años.
La titular de Defensa también resaltó que el despliegue de dos nuevos destructores en Rota, que se sumarán a los cuatro que ya tiene la Marina estadounidense, permitirá reforzar la protección en el flanco sur, uno de los grandes objetivos de España en esta cumbre.
Este buque es el destructor más moderno de las Fuerzas Navales Desplegadas de Estados Unidos en Europa, conocidas como FDNF-E. Comisionado en 2019, Paul Ignatius es el segundo de los ocho barcos de la US Navy con Flight IIA, aporta equipos de computación y de radar más potentes que sus predecesores de la misma clase, pidiendo llevar además dos helicópteros antisubmarinos MH-60R. El barco es el destructor número 67 de la clase Arleigh Burke de misiles guiados, una clase capaz de realizar una variedad de misiones que van desde el control marítimo y las capacidades de defensa hasta la presencia en tiempos de paz y la asistencia humanitaria y el auxilio en caso de catástrofes.
¿Durante la construcción naval y durante la vida?De este análisis ha resultado un concepto maduro que responde a los retos e incluye soluciones muy detalladas para:-Hacer el trabajo de diseño de acuerdo con un modelo CAD que incluye las tolerancias esperadas y las medidas acordadas por adelantado de los módulos, lo que da como resultado una menor dependencia de las dimensiones finales reales de cada recipiente.-Obtener una máxima uniformidad de los módulos de protección: las tolerancias de soldadura se mitigan y compensan con superposiciones balísticas.-Definir e implementar una fijación adaptable a los mamparos del barco y compartimentos internos; los soportes de fijación están completamente probados para cargas de impacto de torpedos.-Definir la modularidad de los diferentes niveles de protección, dependiendo de los niveles de amenaza al compartimento determinado, por debajo y por encima del nivel del mar.-Diseñar una cobertura de puerta a mamparo en un diseño multicapa.-Reducción del peso debido al concepto de superposición balística optimizada.Esta es la solución que se ha implementado en la fragata Tipo 26 de la Royal Navy, y que se ha extendido a otros modelos como el DDG 1000 de la US Navy y las fragatas Hunter australianas.
Se trata de un modelo del que el país ya cuenta con tres unidades, y que se basa en el citado diseño español de las F-100 de Navantia, que curiosamente perdió frente a BAE Systems en el concurso de hace cuatro años.La firma responsable en el país de estas naves, Navantia Australia, acaba de ofrecer ampliar la actual flota de AWD (siglas en inglés de destructor de guerra aérea, en alusión las naves de la clase Hobart).