​Los retos de proteger nuestras fragatas
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​Los retos de proteger nuestras fragatas

La Marina británica ha implementado una nueva solución en la fragata Tipo 26
Fragata Tipo 26, en la que se basarán las CSC canadienses. Foto BAE Systems
Fragata Tipo 26. Foto: Royal Navy
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El nacimiento de las fuerzas armadas navales desde la antigüedad (griegos, cartagineses, romanos), seguidos por los vikingos y las grandes flotas chinas en la dinastía Ming planteó a los constructores un doble reto: cómo mantener la navegabilidad soportando el fuego enemigo y cómo mantener la supervivencia del buque en combate.

El dominio de la flota inglesa en el siglo XVI estuvo basado en un diseño de buque más moderno con un centro de gravedad más bajo que permitía el transporte de más cañones, alterando el modelo táctico y generando un mejor desenvolvimiento ante climas hostiles. La revolución industrial en el siglo XIX implicó una serie de innovaciones técnicas y, finalmente, después del final de la guerra de Crimea en 1856, se construyeron los dos primeros barcos blindados reales; con solo esta innovación todos los barcos de guerra anteriores quedaron fuera de combate. Uno de ellos fue el Warrior británico, construido en 1859 completamente de acero y con armadura de acero de 114 mm sobre madera de teca.

Actualmente, las armadas están invirtiendo cuantiosos recursos en construir las flotas que estarán operativas dentro de cuarenta años. Sin embargo, los acontecimientos políticos de los últimos meses han demostrado que las amenazas cambiantes y crecientes son una realidad que muchos esperaban que quedarán atrás en el mundo occidental. Es decir, debemos considerar la innovación como un factor crítico de operatividad y supervivencia para disponer de buques operativos más allá de 2060. Entre estos factores, es crítico disponer de una protección moderna, fácil de integrar, adaptable, mejorable y modular para vehículos y barcos. Pretender conseguir resultados diferentes haciendo lo mismo no es una opción.

El conocimiento técnico de protección es un aspecto para todas las plataformas que transportan personal o equipo costoso y se basa en una comprensión profunda de las amenazas, la física altamente dinámica de su interacción con varios metales ferrosos y no ferrosos, cerámica frágil, tejidos flexibles etc. y la combinación de todos ellos para dar como resultado soluciones más ligeras, modulares y con una capacidad testada en laboratorio, para detener o amortiguar el efecto del fuego enemigo.

Un aspecto unido a la necesidad anteriormente expresada es la integración de esta solución técnica de protección en una determinada plataforma y hacerlo de forma inteligente y pragmática, lo que resulta tremendamente exigente desde el punto de vista de la ingeniería.

Las fragatas y destructores en servicio actuales tienen armaduras basadas principalmente en placas de acero, que se instalaron en un proceso de integración complicado y costoso. Por lo tanto, el uso de esta adición de acero como elemento de protección, se limitó a las áreas y equipos absolutamente críticos, dejando áreas vulnerables abiertas para ataques y daños por fragmentos que podrían perjudicar la operación del buque.

La forma tradicional de integrar el blindaje en un buque de guerra se enfrenta a una serie de retos:

-Un buque con 150 m de eslora y muchos compartimentos internos muestra tolerancias de soldadura significativas

-La integración de la protección en diferentes compartimentos, con diferentes niveles de amenaza, exige escanear cada sección y adaptar la solución de protección a medida, lo que resulta en diseños únicos y complejos

-Los costes de incrementar el peso afectan al coste de vida del buque

Para dar respuesta a estos retos, la Armada británica junto a su proveedor llevaron a cabo un análisis de brechas estructurado y detallado del statu quo y de las áreas que debían ser protegidas, se analizaron los procesos de integración, la funcionalidad, la cobertura de amenazas y otros detalles técnicos y operacionales que permitieran una solución taylor made.

Este análisis con la Royal Navy abarcó los siguientes aspectos:

-¿Cómo se puede aumentar la uniformidad de la solución general teniendo en cuenta las tolerancias de soldadura dadas?

-¿Cómo se puede aumentar la cobertura balística con las tolerancias de producción de construcción naval dadas?

-¿Cómo puede ser más fácil la instalación, cómo mitigar las tolerancias sin brechas balísticas?

-¿Cómo se pueden utilizar las reclamaciones de espacio en la protección instalada para reducir el peso?

-¿Cómo se puede reducir el costo? ¿Durante la construcción naval y durante la vida?

De este análisis ha resultado un concepto maduro que responde a los retos e incluye soluciones muy detalladas para:

-Hacer el trabajo de diseño de acuerdo con un modelo CAD que incluye las tolerancias esperadas y las medidas acordadas por adelantado de los módulos, lo que da como resultado una menor dependencia de las dimensiones finales reales de cada recipiente.

-Obtener una máxima uniformidad de los módulos de protección: las tolerancias de soldadura se mitigan y compensan con superposiciones balísticas.

-Definir e implementar una fijación adaptable a los mamparos del barco y compartimentos internos; los soportes de fijación están completamente probados para cargas de impacto de torpedos.

-Definir la modularidad de los diferentes niveles de protección, dependiendo de los niveles de amenaza al compartimento determinado, por debajo y por encima del nivel del mar.

-Diseñar una cobertura de puerta a mamparo en un diseño multicapa.

-Reducción del peso debido al concepto de superposición balística optimizada.

Esta es la solución que se ha implementado en la fragata Tipo 26 de la Royal Navy, y que se ha extendido a otros modelos como el DDG 1000 de la US Navy y las fragatas Hunter australianas. Estos años de colaboración con los ingenieros y la Marina británica ha dado como resultado una solución técnica que ofrece:

-Alto rendimiento de protección

-Soluciones de blindaje ligero

-Sistemas de blindaje naval maduros: TRL 8

-Económico

-Totalmente compatible con los requisitos y estándares ambientales marítimos más exigentes

-Probado con éxito un y certificado para cargas de choque de explosión (torpedo)

-Aplicar un enfoque de instalación exclusivo y avanzado que permite instalar el blindaje sin escanear ni crear plantillas en cada compartimento.

-Las soluciones de blindaje están disponibles para todos los niveles de amenaza de Stanag 4569 Vol.1 (niveles 1 a 6) y también para mezclas de amenazas específicas de acuerdo con los requisitos de los usuarios finales.

Con la continua comprensión profunda de la evolución de las amenazas, el desarrollo de composiciones de materiales para detenerlas y un concepto de integración de última generación, los buques que se están construyendo estarán listos para el futuro: adaptables, modulares y actualizables según vaya variando el contexto y la amenaza.



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