Viaje al pasado de la II Guerra Mundial: una expedición halla restos de 13 buques hundidos en Guadalcanal
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Viaje al pasado de la II Guerra Mundial: una expedición halla restos de 13 buques hundidos en Guadalcanal

El hallazgo, liderado por la Ocean Exploration Trust y con apoyo de expertos de varios países fue anunciado oficialmente por la Marina de Estados Unidos
USS Vincennes (CA 44) in Panama Canal 1938
Imagen del USS Vincennes, uno de los barcos hundidos en aguas de Guadalcanal en la II Guerra Mundial. Firma: US Navy
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La historia sumergida de la Segunda Guerra Mundial acaba de sumar un nuevo capítulo gracias a una expedición internacional realizada este verano en aguas de Guadalcanal, en las Islas Salomón, donde se han identificado y documentado 13 pecios de barcos hundidos durante los cruentos combates navales entre 1942 y 1943. Más de 111 buques y 1.450 aeronaves se perdieron durante la campaña, con más de 20 000 vidas perdidas. Decenas de naufragios aún permanecen sin descubrir.

El hallazgo, liderado por la Ocean Exploration Trust (OET) a bordo del buque Exploration Vessel Nautilus y con apoyo de expertos estadounidenses, japoneses, australianos y neozelandeses, fue anunciado oficialmente por la Marina de Estados Unidos tras concluir una campaña de 22 días en el tristemente célebre Iron Bottom Sound, el Estrecho de Fondo de Hierro, así llamado por la cantidad de buques que reposan en sus profundidades debido a la intensidad de las batallas libradas allí.

Investigación internacional en el mar de Guadalcanal

La expedición, que combina arqueología subacuática avanzada y tecnología de mapeo cartográfico, logró filmar y documentar trece pecios históricamente significativos, cuatro de los cuales nunca antes habían sido identificados. Entre los nuevos hallazgos resaltan la proa del crucero pesado estadounidense USS New Orleans y el destructor japonés Teruzuki, símbolos de la violencia extrema de las batallas para controlar el Pacífico durante la campaña de Guadalcanal. El trabajo se transmitió en directo globalmente gracias al sistema telepresencial de NautilusLive, haciendo partícipes a millones de internautas y ofreciendo una oportunidad única a familiares y apasionados de la historia naval de seguir de cerca el proceso de descubrimiento y homenaje.

Durante la misión se utilizaron tanto vehículos submarinos no tripulados como herramientas de cartografía de última generación. El equipo, dirigido por el legendario explorador del Titanic, Robert Ballard, empleó los ROV (vehículos submarinos operados remotamente) Hercules y Atalanta, además del buque mapeador autónomo DriX de la Universidad de New Hampshire, para explorar áreas del fondo marino a más de 1.000 metros de profundidad y levantar mapas inéditos de más de 1.000 km².

"La gran mayoría de nuestro océano se encuentra en aguas muy profundas de las que prácticamente no sabemos nada", declaró Daniel Wagner, científico jefe de la OET. "Estas exploraciones submarinas ponen de relieve la cantidad de cosas extraordinarias que aún se esconden y esperan ser descubiertas en las grandes profundidades de nuestro océano".

Los pecios hallados y su importancia histórica

Los buques identificados en esta campaña comprenden un listado impresionante de nombres, protagonistas todos del sangriento pulso por Guadalcanal:
 

  • USS Vincennes (CA 44)
  • USS Astoria (CA 34)
  • USS Quincy (CA 39)
  • USS Northampton (CA 26)
  • USS Laffey (DD 459)
  • USS DeHaven (DD 469)
  • USS Preston (DD 379)
  • USS Walke (DD 416)
  • HMAS Canberra (D33)
  • Destructor japonés Yudachi
  • Destructor japonés Teruzuki
  • La proa del USS New Orleans
  • Una barcaza de desembarco sin identificar
Restos del HMAS Canberra
Restos del HMAS Canberra

Estos restos representan algunas de las mayores pérdidas aliadas y japonesas de la guerra naval en el Pacífico y están considerados verdaderos monumentos submarinos. Sus siluetas, ahora cubiertas de corales y habitadas por fauna marina, continúan transmitiendo el drama de aquellos enfrentamientos nocturnos a baja distancia, donde la proximidad y el fuego directo fueron la norma.

El contexto: la campaña de Guadalcanal y la tragedia en Iron Bottom Sound

Entre agosto y diciembre de 1942, Iron Bottom Sound fue testigo de cinco grandes batallas navales y de intensos bombardeos nocturnos, en los que se emplearon desde destructores hasta cruceros pesados y acorazados, con pérdidas humanas que superan los 20.000 muertos y más de un centenar de naves hundidas, además de cerca de 1.500 aviones destruidos. El combate por el control de Henderson Field y la isla de Guadalcanal fue decisivo para el resultado final de la guerra en el Pacífico, marcando el inicio de la retirada japonesa y el avance aliado en la región.

Muchos de estos barcos se hundieron en condiciones extremas tras sufrir ataques con torpedos y artillería, y hasta hoy sólo una treintena de pecios se habían localizado con precisión en el fondo marino, quedando el resto como objetivo de sucesivas campañas científicas. La actual expedición, coincidiendo con el 80 aniversario del fin del conflicto en el Pacífico, supone el mayor esfuerzo internacional por documentar, mapear y preservar la memoria de los combatientes.

“Al conmemorar el 250 aniversario de la creación de la marina de guerra de los Estados Unidos es totalmente apropiado que exploremos los restos de Iron Bottom Sound”, dijo Frank Thompson, director de la división de Gestión de Colecciones del Comando de Historia y Patrimonio Naval, quien representó a la US Navy a bordo del E/V Nautilus. “Las batallas en estas aguas le costaron caro a nuestra Armada. Aquellos que hicieron el máximo sacrificio por su país pueden estar lejos de casa, pero no son, y nunca serán, olvidados”.

Un homenaje científico y humano

Los miembros del equipo han subrayado el doble objetivo del proyecto: científico y conmemorativo. Permite evaluar el estado de conservación de los restos como patrimonio histórico y como hábitat natural, pero también honrar la memoria de los miles de marinos que perdieron la vida en esas aguas. Las transmisiones en directo y la difusión educativa de los trabajos, incluyendo datos históricos y contextuales, buscan acercar las historias de servicio y sacrificio a nuevas generaciones, más allá de los países implicados en los enfrentamientos.

En palabras de Robert Ballard, “volver a Iron Bottom Sound y compartir estos hallazgos con el mundo en tiempo real es un logro incomparable, homenajeando a quienes lucharon y murieron aquí y ayudando a preservar la memoria de su sacrificio para el futuro”.

"Esta expedición fue una gran oportunidad para recordar el valor y los sacrificios de los marineros que lucharon con extrema tenacidad y habilidad, en ambos bandos. Los marineros no empiezan guerras, pero hacen lo que sus gobiernos les piden, y en las aguas de Iron Bottom Sound, cumplieron con su deber al máximo. Sin embargo, el resultado final de esa terrible guerra no solo trajo libertad para Estados Unidos y sus aliados, sino también para Japón", dijo Samuel J. Cox, director del Comando de Historia y Patrimonio Naval y contralmirante retirado de la US Navy. “Este estudio de los buques de Estados Unidos, Australia y Japón contribuirá enormemente a la comprensión de una de las campañas navales más costosas de la historia, una campaña que, con suerte, nunca se repetirá”.

Este proyecto internacional no solo reescribe páginas de la historia naval, sino que evidencia el poder de la ciencia aplicada y la cooperación para descubrir, comprender y proteger los secretos que todavía guarda el fondo del mar.



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