Retos e instrumentos de las tecnologías duales en España
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Retos e instrumentos de las tecnologías duales en España

La velocidad de la innovación, la financiación, la hiperregulación o la ética y el control son algunos de los principales desafíos
La FFAA contarán con nuevo sistema de navegación en servidor y receptor aeronáutico Galileo de alta precisión
Las tecnologías duales, como la espacial, presentan grandes retos.
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Un reciente estudio establece en 723.000 el número de puestos de trabajo que ha perdido la industria española desde el año 2000. Los números son demoledores: mientras que en los años 70 del siglo pasado la participación industrial en el PIB español llegaba al 30%, hoy alcanza con dificultad el 11,8% frente al 17,9% del aquel año 2000. Una tendencia negativa que nos aleja del objetivo del 20% fijado por la Unión Europea. 

Los factores que influyen en el declive de la industria española son complejos, pero la tendencia de los grandes números juega en contra de nuestro futuro. Sin duda, el incremento del presupuesto de defensa puede y debe contribuir a la reindustrialización nacional, un factor que permitirá fijar el talento al proporcionar empleos estables y de calidad, con salarios dignos y una fuerte componente innovadora basada en pymes y microempresas. El hecho de que España sea uno de los países desarrollados que más titulados exporta a terceros países no es más que un síntoma de la enfermedad que supone la pérdida de músculo industrial.   

La esperada reindustrialización española vendrá, si viene, de la mano de las inversiones en tecnologías duales y un impulso inversor en seguridad y defensa entre el 2% y el 5% del PIB sostenido en el tiempo y con una planificación estratégica bien definida. A ello deberíamos sumar un incremento significativo de la inversión nacional en I+D+i —debería estar por encima del 2,5% del PIB, hoy es del 1,4 %—.  

Por disponer de una definición, las tecnologías duales son aquellas que se refieren a innovaciones, productos o conocimientos que tienen la capacidad de ser utilizados tanto en aplicaciones militares como civiles. Basta pensar en el GPS, internet, el radar o ciertos materiales avanzados; todos ellos nacieron o se desarrollaron en el ámbito militar para luego encontrar un sinfín de aplicaciones en nuestra vida cotidiana. Hoy, tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial se desarrollan en el ámbito civil y son incorporadas a los sistemas de seguridad y defensa invirtiendo el flujo de las tecnologías. Esta doble utilidad es precisamente lo que las hace tan estratégicas y, a la vez, tan complejas de gestionar. 

Los retos significativos de las tecnologías duales

El desarrollo y la gestión de tecnologías duales presentan una serie de retos significativos. En primer lugar, la velocidad de la innovación es vertiginosa. La tecnología avanza a un ritmo excepcional, y esto significa que lo que hoy es vanguardia, mañana puede quedar obsoleto. Mantenerse al hilo de estos avances, tanto en el sector de defensa como en el civil, requiere una inversión constante en investigación y desarrollo. Por ejemplo, los cascos de combate, que hace décadas eran de acero, evolucionaron al uso de aramidas y hoy se fabrican con polietilenos de alta densidad. Esta evolución ha permitido incrementar la protección del combatiente aligerando el peso y mejorando la ergonomía. 

Un segundo reto es la financiación. La investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas son extremadamente costosos. Depender únicamente del presupuesto de defensa puede ser limitante. Aquí es donde la dualidad juega un papel crucial, ya que la aplicación civil puede atraer inversión privada y diversificar las fuentes de financiación. Un buen ejemplo es el aprovechamiento de algunos videojuegos para abaratar el desarrollo de simuladores militares.

La hiperregulación, un tema revisar

Por otro lado, la hiperregulación sectorial debería revisarse para facilitar el acceso de actores que encuentran en la lentitud de la burocracia y el excesivo control por parte de la Administración una barrera de entrada infranqueable. Es el caso de los reglamentos de armas, explosivos, comercio de productos de doble uso, habilitaciones de seguridad, etc. A ello se debe sumar que toda la reglamentación sectorial está orientada al control de la fabricación, pero excluye las iniciativas empresariales que desarrollan prototipos y conceptos sin haber llegado a producir bienes físicos comerciales —aunque aspiren a ello—. Startups, spinoffs y microempresas innovadoras viven en un limbo normativo y soportan la falta sistemática de apoyos oficiales. A menudo no saben a qué “puerta” llamar. 

Otro desafío clave es la ética y el control. Dada la naturaleza dual de estas tecnologías, es imperativo establecer marcos éticos robustos y mecanismos de control para prevenir usos indebidos. La proliferación de ciertas tecnologías, especialmente aquellas con aplicaciones militares, es una preocupación global. Tal es el caso de los sistemas no tripulados fácilmente letalizables: la guerra en Ucrania es un buen ejemplo de ello. 

La complejidad de la colaboración

Finalmente, la colaboración y la coordinación entre las partes son complejas. Las tecnologías duales exigen una estrecha colaboración entre el sector público (defensa, industria, universidades) y el sector privado (empresas, startups). Superar las barreras burocráticas y culturales entre estos mundos es un reto constante, pero esencial para el éxito.

Afortunadamente, no estamos desarmados ante estos retos. Existen diversos instrumentos que pueden impulsar el desarrollo y la aplicación de tecnologías duales.

Uno de los más importantes es la estrategia nacional de I+D+i. Los gobiernos deben establecer líneas estratégicas claras que fomenten la investigación, el desarrollo y la innovación en áreas tecnológicas clave. Esto incluye la financiación de proyectos, la creación de centros de excelencia y el apoyo a spinoffs y startups innovadoras. En este aspecto, España debe evolucionar, y lo debe hacer ya. 

Los fondos europeos juegan un papel cada vez más relevante. Programas como el Fondo Europeo de Defensa o los de Horizonte Europa ofrecen oportunidades significativas para la financiación de proyectos de investigación y desarrollo con potencial dual. Es crucial que se potencien oficinas que faciliten el acceso y la gestión de estos fondos y que nuestros actores más pequeños crean en esta posibilidad, que se les plantea demasiado cargada de burocracia y barreras de difícil superación. 

La colaboración público-privada es otro instrumento indispensable. Establecer alianzas estratégicas entre los ministerios de Defensa, Industria y Ciencia, las universidades, centros de investigación y empresas privadas permite aunar recursos, conocimientos y capacidades, acelerando el desarrollo y la transferencia tecnológica. Iniciativas como los hubs de innovación o los parques tecnológicos son buenos ejemplos.

La importancia de la cualificación en algunos campos

Por último, la educación y la formación del talento son fundamentales. Necesitamos profesionales altamente cualificados en campos como la ingeniería, la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la ciencia de datos. Invertir en programas educativos que preparen a las futuras generaciones para trabajar en estas áreas es una inversión a largo plazo. Nos jugamos mucho como para dejar que el talento siga emigrando hacia otros países. Y no sólo me refiero a la formación universitaria, sino también a la formación profesional y a los cursos de reciclaje y actualización necesarios para mantener una fuerza laboral de excelencia. 

Pero ¿dónde nos encontramos hoy en el ámbito de las tecnologías duales? El estado actual es de creciente conciencia y actividad, pero aún con mucho camino por recorrer. Para muchas empresas, el sector de defensa, seguridad y emergencias es un lugar siniestro, hiperregulado y demasiado complicado, pues los clientes suelen ser los gobiernos y los procesos de compra no son sencillos. 

Estamos viendo un reconocimiento creciente de la importancia estratégica de estas tecnologías. Tanto a nivel nacional como europeo, se está entendiendo que la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica dependen en gran medida de nuestra capacidad para desarrollar y controlar estas innovaciones. Hay un aumento en la inversión en I+D+i con un enfoque dual. Los presupuestos de defensa están incorporando partidas específicas para la innovación y se están lanzando iniciativas para atraer capital privado hacia el desarrollo de tecnologías con potencial de aplicación en ambos sectores. 

Sin embargo, todavía nos enfrentamos a la fragmentación. A pesar de los esfuerzos, la coordinación entre los diferentes actores (defensa, industria civil, academia) no está optimizada. Superar esta segmentación y crear un ecosistema cohesionado es una obsesión del sector y un desafío para todos.

Desafíos regulatorios complejos

La regulación sigue siendo un campo en evolución. La rápida aparición de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o la computación cuántica, plantea desafíos regulatorios complejos en términos de exportación, control de uso y ética.

En España, la industria de defensa ha estado tradicionalmente enfocada en la producción para las Fuerzas Armadas. Sin embargo, existe una creciente conciencia sobre la importancia de las tecnologías duales y su potencial para generar beneficios tanto en el ámbito de la seguridad y defensa como en el sector civil, impulsando la innovación, la competitividad y la creación de empleo.

Como resumen del estado actual expongo tan sólo unas pinceladas:
 

  • Creciente conciencia: hay un reconocimiento cada vez mayor, tanto a nivel gubernamental como empresarial, de que la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica de España dependen en gran medida de su capacidad para desarrollar y controlar tecnologías duales.
  • Planes y estrategias: se están impulsando planes y estrategias que buscan fomentar la innovación y el desarrollo de tecnologías de doble uso. El Ministerio de Defensa, a través de su Secretaría de Estado, juega un papel clave en la identificación de áreas tecnológicas prioritarias y en la colaboración con la industria y los centros de investigación (es el caso de la publicación de referencia ETID 2020 que posiblemente se revise este mismo año).
  • Participación en iniciativas europeas: España participa activamente en programas e iniciativas europeas como el Fondo Europeo de Defensa (FED), que tiene como objetivo fomentar la cooperación en investigación y desarrollo de capacidades de defensa, muchas de las cuales tienen un componente dual.

Hablemos ahora de los actores clave y su papel en las tecnologías duales:
 

  • Grandes empresas de Defensa: Indra, GMV, Grupo Oesía, Urovesa, Tecnove, TSD, SBS, Navantia, Airbus y otras compañías con un rol más directo en el sector de defensa, son los principales motores de la inversión en I+D+i y la producción de tecnologías con potencial dual.
  • Pymes y startups: existe un ecosistema creciente de pequeñas y medianas empresas y startups tecnológicas con soluciones innovadoras que podrían tener aplicaciones duales (casi 500 de las 600 empresas del sector son pymes o microempresas). El desafío es cómo integrar a estas empresas en la cadena de suministros y valor de la industria de defensa y facilitar la transferencia de tecnología.
  • Centros de investigación y universidades: juegan un papel fundamental en la generación de conocimiento y en la fase inicial de desarrollo de tecnologías. La colaboración entre el ámbito académico y la industria es crucial para la transferencia de tecnología.
  • Capítulo aparte es el INTA, cuyo papel como Organismo Público de Investigación debe crecer en apoyo a las tecnologías duales. Lo mismo ocurre con otros Institutos tales como IMDEA materiales, LCOE, INSIA… casi todos ellos asociados a alguna universidad.
  • Administración pública: además del Ministerio de Defensa, otros ministerios como el de Industria, Comercio y Turismo, y el de Ciencia, Innovación y Universidades, tienen un rol básico en el fomento de la innovación y la digitalización que puede beneficiar a la industria dual. Si el presupuesto de defensa crece, también debe hacerlo el dedicado a la I+D+i dual.
  • Iniciativas privadas: clústeres, asociaciones industriales o la recién creada Asociación Española de Empresas de Tecnologías Duales son catalizadores de los esfuerzos en el desarrollo de este tipo de conocimiento.

Para finalizar, hay que concretar qué áreas presentan un mayor potencial dual en España. Entre ellas:
 

  • Inteligencia Artificial (IA) y Big Data: aplicaciones de análisis de inteligencia, logística predictiva, sistemas autónomos, ciberseguridad, etc., con claras ramificaciones civiles.
  • Ciberseguridad: protección de infraestructuras críticas, sistemas de comunicación y datos, tanto militares como civiles.
  • Sistemas no tripulados: para vigilancia, reconocimiento, transporte, agricultura de precisión, logística, inspección de infraestructuras, etc.
  • Materiales avanzados y fabricación aditiva: desarrollo de componentes más ligeros, resistentes y eficientes para aeronáutica, automoción, energía, etc.
  • Sensores y óptica: aplicaciones de fusión de datos y vigilancia, seguridad, medicina e industria.
  • Comunicaciones seguras: tecnologías de comunicación robustas y seguras, tanto para usos militares como comerciales de alta seguridad.

En resumen, si España desea obtener cierta autonomía estratégica, crear riqueza, empleo de calidad, retener talento, acceder a mercados internacionales y aprovechar los fondos europeos, necesita potenciar sus capacidades respecto a las tecnologías duales. Los compromisos adquiridos con la OTAN son una oportunidad para reindustrializar España y acercarnos al objetivo de que el 20% del PIB sea de origen industrial. 

El escenario actual nos muestra un panorama de creciente interés y actividad, pero también la necesidad de una mayor coordinación y adaptación regulatoria. El futuro de nuestra defensa y economía dependerá, en gran medida, de nuestra capacidad para dominar y gestionar eficazmente estas tecnologías.

 

Manfredo Monforte Moreno 

GD (r) Dr. Ingeniero de Armamento. MBA. MTIC. Artillero.

De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares

 



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