“Salto generacional” Entre las características más innovadoras de estos barcos se enumeran la cabina naval integrada con la que contarán, iguales que la de los buques patrulleros marinos multipropósito (PPA) de la Armada italiana, y que es coproducida por Fincantieri NexTech y Leonardo.
“Entre las características más innovadoras”, añade la fuente, “se encuentra la cabina naval, desarrollada para los buques de patrulla offshore (PPA) polivalentes de la Armada italiana basándose en un requisito verdaderamente revolucionario: una estación de trabajo integrada, coproducida por Leonardo y Fincantieri NexTech, que permite la conducción del barco y operaciones aéreas a cargo de tan sólo dos operadores, el piloto y el copiloto”.
Las fragatas multipropósito Fremm fueron desarrolladas en un programa conjunto de Francia e Italia por el que se han construido ocho buques para la primera y una decena para la segunda, además de una unidad más que fue suministrada a Marruecos, y otras tres para Egipto.
El contrato por los dos submarinos iniciales de la clase se suscribió por una cantidad de 1.350 millones de euros, y el del tercer buque se firmó por 500 millones.
En Australia los buques que construye BAE Systems apuntan a serios problemas en su tamaño y operatividad, mientras que en Estados Unidos, la opción elegida, que se basa en las fragatas Fremm franco-italianas, debe modificar su diseño inicial para incorporar especificaciones y sistemas a los que obliga la Marina de Estados Unidos, con el resultado de notables problemas y retrasos.
El papel para el que ha nacido Fincantieri Arabia, añade la fuente oficial, es la promoción de “las capacidades transversales del grupo en construcción naval, equipos y sistemas marítimos y servicios de apoyo logístico naval, incluyendo formación y simulación; coordinar las relaciones con las partes interesadas en el reino [saudí]; e identificar socios locales”.
En solo tres meses Durante la ceremonia de creación de la nueva compañía, a la que ha asistido el príncipe heredero de Abu Dhabi, el jeque Khaled bin Mohamed bin Zayed Al Nahyan, el presidente del grupo Edge, Faisal Al Bannai, ha destacado cómo “en sólo tres meses desde que anunciamos por primera vez la creación de esta empresa única con Fincantieri, ahora anunciamos un importante pedido nacional para estos sofisticados OPV, que se construirán aquí en nuestra astilleros en Abu Dhabi y en Italia”.
Como resultado de la operación, Fincantieri también obtendrá el control de las tecnologías acústicas submarinas de Italia, lo que, a juicio de sus responsables, conformará “un elemento fundamental en la estrategia de crecimiento en el sector submarino, centrándose en nuevas aplicaciones en el ámbito militar, soluciones innovadoras para la seguridad de infraestructura submarina crítica y nuevos productos en el sector civil”.
El Servicio de Investigación del Congreso de EEUU ya publicó el pasado enero un informe actualizado, titulado Programa de fragatas clase Navy Constellation (FFG 62): antecedentes y problemas para el Congreso, en el que ya se estimaba un retraso de doce meses debido a la escasez de trabajadores cualificados para sacar el proyecto adelante.
El consejero delegado (CEO) y director general de Fincantieri, Pierroberto Folgiero, califica el nuevo contrato de “hito para el desarrollo de una asociación estratégica entre nuestro grupo e Indonesia”, a la que la firma italiana pretende incluir en el futuro nuevas “oportunidades de colaboración importantes con el Ministerio de Defensa de Indonesia”.
En concreto, la Armada del Ecuador (ARE) ha preguntado por las fragatas F 571 Grecale y F 572 Libeccio, las condiciones ante una posible venta, disponibilidad operacional de las embarcaciones, así como sobre la asistencia técnica y el suministro de repuestos y piezas para su mantenimiento.
La mayor parte de la propiedad de la nueva firma, el 51% estará en manos de Edge La empresa conjunta obtendrá derechos preferenciales para pedidos no pertenecientes a la OTAN, aprovechando especialmente el atractivo de los acuerdos Gobierno a Gobierno de Emiratos Árabes Unidos y los paquetes de financiación de créditos a la exportación, junto con una serie de pedidos estratégicos realizados por países miembros de la OTAN, según la información facilitada por la empresa italiana.
El proyecto ha llegado a la Comisión Nacional de Anticorrupción australiana después de que el auditor general revelase en un informe que los funcionarios implicados no han conservado los documentos que justifican la decisión de adjudicar los trabajos de este programa Sea 5000, como se denomina oficialmente, a un diseño no probado, a diferencia de las ofertas que en su momento presentaron la italiana Fincantieri y la española Navantia. Esta última, además, gozaba con la ventaja de que la RAN ya cuenta con buques similares (clase Hobart), lo que ha alimentado las voces que, frente a los problemas de diseño y los retrasos del candidato elegido, piden como alternativa adquirir más unidades de este tipo.
Propulsión independiente del aire La empresa italiana destacó al comenzar los trabajos de los dos primeros NFS, y citando lo que entonces calificó de “análisis muy fiables”, que “el contenido tecnológico de estos submarinos de propulsión independientes del aire [AIP] determinó el cambio en el equilibrio entre buques nucleares y convencionales en el periodo de posguerra”El programa además, “también tiene como objetivo mantener y desarrollar aún más el conocimiento industrial estratégico e innovador adquirido por Fincantieri, así como consolidar el liderazgo tecnológico alcanzado por la empresa y su cadena de suministro”.
Más bien, de la lectura de la información filtrada se desprende que las dos empresas italianas, habrían tenido que pagar una comisión a los representantes (en Estados Unidos y Colombia) aunque el negocio no se habría realizado.
La empresa alemana puede lograr un mejor posicionamiento si por ejemplo se asocia con TKMS (ThyssenKrupp Marine Systems) para el programa Buque Multirol de la Armada del Perú, pudiendo así apoyarse sobre el éxito logrado en Brasil con el programa Tamandaré.El astillero italiano Fincantieri ya tiene una gran referencia con las fragatas Lupo que tiene la Marina de Perú en servicio y dispone de una gama de productos que puede responder a las necesidades del país en materia de abastecimiento y transferencia de tecnologías, pero que no se le conocen acercamientos recientes a la industria local o a SIMA.A la Marina de Guerra del Perú y a SIMA Perú le quedan por delante definir e informar a los postores interesados, la metodología a seguir para las licitaciones, informar los RTM en los que tendrá que definir qué tan militares quiere a sus fragatas, qué tan armadas las quiere, qué tan modulares, qué tantos sensores quiere, y definiciones similares para los otros tipos de navíos que buscan trabajar en conjunto con la industria local e internacional, solicitar paquetes de información a los postores potenciales y lanzar los procesos de selección a una industria que tiene años a la espera de decisiones, no solamente en la Marina sino también en el Ejército del Perú, y la Fuerza Aérea del Perú.
El programa, que hasta ahora contemplaba la construcción de dos buques contratados en 2021, así como la creación de un Centro de Formación, está liderado por la Organización Conjunta para la Cooperación en Materia de Armamento (Occar), entidad intergubernamental centrada en la gestión durante el ciclo de vida de programas colaborativos de material militar entre Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia y Reino Unido.
Fincantieri destaca que la corbeta con la que opta al contrato griego es una nave de última generación ya probada.
Una pasa por la construcción en España de los barcos, que serían similares a las que ahora fabrica el astillero de San Fernando (Cádiz) para Arabia Saudí, y que se entregarían en 2029 por un coste estimado de 600 millones de euros cada uno.
El S800 tendrá un desplazamiento será de 750 toneladas en superficie y 850 bajo el mar, y estará impulsado por un sistema de diésel-eléctrico con propulsión independiente del aire (AIP), pese a su pequeño tamaño, que le permitirá alargar notablemente los periodos en los que permanecerá sumergido, que se estiman en siete días.