La IA también está destinada a actuar como un guardián que analizará la abrumadora cantidad de datos de sensores e inteligencia recopilados por la aeronave para identificar amenazas clave mientras que se proporciona al piloto una aceleración discriminada de la tasa de datos procesados para evitar que se sobrecargue.En el campo de los sensores embarcados, Leonardo UK ha propuesto una nueva tecnología radar capaz de proveer 10.000 veces más información que los sistemas existentes bajo la denominación Multi Function Frecuency System, que recibirá y procesará a bordo una cantidad ingente de datos equivalente al tráfico de internet de una ciudad como Madrid en un minuto.Teniendo en cuenta que Lockheed Martin, Bae Systems y Leonardo han sido líderes industriales y tecnológicos del F-35, todo parece indicar que se encuentran en mejores condiciones para conseguir resultados más seguros en un tiempo menor, frente al consorcio FCAS que dará el salto de la cuarta a la sexta generación de golpe, cincuenta años después, lo que sin duda es una apuesta arriesgada.¿Responde el FCAS a este nuevo escenario?La respuesta natural es que debe, pero Europa es un continente complejo para los programas cooperativos, como ya vimos en este mismo proyecto hace dos años cuando Francia amenazó con salir del mismo por los derechos de propiedad industrial y la protección de su tecnología, lo que no aventura un fácil desarrollo.El reto fundamental en la parte de la plataforma de este programa es reemplazar todo el know how y sistemas incorporados por Bae Systems y Leonardo a Eurofighter que suponían 57% del programa, sin caer en las manos de una solución similar al Rafale en la que Thales sea el principal sistemista.
España podría sumarse en el futuro a este grupo de países del viejo continente compradores del F-35, si las autoridades de adquisiciones acceden a las solicitudes de la Armada, que quieren la versión F-35B, capaz de operar desde portaeronaves, para sustituir a los actuales AV-8B Harrier II Plus, y posiblemente a las del Ejército del Aire también, que ahora se muestra más abierto a la posibilidad de incorporar el modelo F-35A a su inventario.
La resolución incluye un desembolso inicial de 60 millones de euros en actividades de investigación y desarrollo para facilitar a la industria del país situarse en las mejores condiciones posibles ante su entrada en el programa.
La fusión de los dos programas de aviones de combate de sexta generación en los que trabaja Europa, y por la que el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, ha vuelto a apelar este mes, no solo no está clara, pese a las voces que advierten de que será la única forma de que el viejo continente pueda competir en el mercado, sino que en vez uno los proyectos podrían acabar siendo tres.
Las palabras de Faury defendiendo esa unión del FCAS y el GCAP, recogidas ahora por el diario británico The Guardian, renuevan la vieja aspiración, sobre la que en su momento también se pronunciaron, y apoyaron el jefe de la Fuerza Aérea de Italia y el de la alemana (Luftwaffe), y, entre otros, los responsables de la firma italiana Leonardo, ahora socia del GCAP y que en su momento reveló que su propósito de unirse a la iniciativa británica incluía una fusión de ambos programas en el futuro.
Se trata del mismo modelo que Alemania y España buscan reemplazar en el futuro con el programa FCAS que comparten con Francia (sustituirá con él a sus Rafale), y al que recientemente ha decidido incorporarse Bélgica.
Estados Unidos avanza en el desarrollo de su futuro avión de combate de sexta generación, dentro del llamado programa NGAD. Mientras van tomando forma los proyectos que persiguen el mismo objetivo de obtener un caza de próxima generación en Europa (el FCAS de Francia, Alemania y España, y el GCAP británico e italiano, donde también participa Japón), la iniciativa de Washington al otro lado del Atlántico va cumpliendo fases.
El GCAP es fruto en gran medida del proyecto inicial de Reino Unido de desarrollo de un futuro sistema aéreo de combate, incluido un caza de sexta generación, denominado Tempest, al que posteriormente se sumaron Italia y Suecia (no incluido en el actual proyecto).
A continuación puede leer las primeras líneas de uno de los últimos reportajes publicados por Infodefensa.com en el diario La Razón, una colaboración que ya tiene casi cinco añosEspaña aún no se ha decidido sobre la más que posible compra de un avión de combate de quinta generación (el famoso F-35, muy superior a los cazas de cuarta con los que ahora cuenta el Ejército del Aire y del Espacio) y, sin embargo, ya está plenamente sumida en el ambicioso proyecto que le permitirá disponer de un modelo de sexta generación en torno a 2040.
El director militar de la parte francesa del programa, el general de división Jean-Luc Moritz, ha asegurado que existe “un buen ambiente de trabajo y se están cumpliendo los plazos”, para aclarar a la prensa que no ve nada que le lleve a pensar que Berlín pudiera abandonar sus compromisos y pasar a formar parte del proyecto italo-británico-japonés GCAP, que compite con el FCAS, como se apuntó en el citado medio.
tMás recientemente, el pasado septiembre, volvieron las dudas sobre la continuidad del FCAS a cuenta de los planes franceses de modernización de su avión de combate Rafale, que podría llevarle a obtener unas capacidades similares a las previstas en el FCAS una década antes y por menos coste.
Las demás se centran en conceptos como la inclusión de recursos para favorecer el contacto con pymes y el impulso de las soluciones tecnológicas; el aprovechamiento de los recursos digitales para no perderse ningún acontecimiento de interés dentro de la feria y la interconexión con posibles clientes y proveedores, y el incremento de la colaboración internacional en la industria.
El nuevo contrato, en boca del director gerente del programa en BAE Systems Air, “refleja el compromiso continuo del gobierno del Reino Unido y garantiza que sigamos madurando este importante programa y la línea de tecnología vital que impulsará la innovación en el sector aéreo de combate y más allá en las próximas décadas”.
Los ministros de Defensa de Reino Unido, Japón e Italia, pondrán el mes que viene en común sus planes para el programa GCAP, que contempla el desarrollo conjunto de un avión de combate de próxima generación.
Unión con el FCAS El ministro Crosetto apuntó el mes pasado que no debería haber impedimentos para que el programa acabe uniéndose con el programa FCAS, lo que recuerda a los motivos que en su momento esgrimió la compañía italiana líder del programa, Leonardo, para formar parte de la iniciativa británica Tempest, ahora fundida con el programa japonés F-X. En 2019, el entonces consejero delegado de la empresa italiana, Alessandro Profumo, anunció que ya estaban trabajando con Reino Unido en el programa de un sistema aéreo encabezado por un avión de combate de sexta generación, con la aspiración de que más adelante llegue a converger con el FCAS. Sobre la nueva fase del programa GCAP con la que Italia se ha comprometido ahora, Profumo ha explicado que se trata de “un paso crucial en el proceso de identificación y puesta a disposición de las tecnologías innovadoras que garantizarán que nuestras capacidades de defensa den el salto generacional, tecnológico y operativo necesario”.
Crosetto ha ido más allá en su planteamiento de repartición de los socios al afirmar además que no debería haber impedimentos para unirse con el programa FCAS, lo que curiosamente recuerda a los motivos que en su momento esgrimió la compañía italiana líder del programa, Leonardo, para formar parte de la iniciativa británica Tempest, ahora fundida con el programa japonés F-X. En 2019, el entonces consejero delegado de la empresa italiana, Alessandro Profumo, anunció que ya estaban trabajando con Reino Unido en el programa de un sistema aéreo encabezado por un avión de combate de sexta generación, con la aspiración de que más adelante llegue a converger con el FCAS. Nuevos socios El ministro Crosetto también considera ahora que el GCAP debería sumar más socios, especialmente dentro de Europa.
El programa franco-germano-español de caza de nueva generación/futuro sistema de combate aéreo (NGWS/FCAS) ha suscrito al fin el acuerdo industrial que permitirá el desarrollo del primer demostrador de la aeronave, en la llamada Fase 1B. La firma este jueves, con las compañías Dassault Aviation, Airbus Defense and Space GmbH, Airbus Defense and Space SAU, Indra y Eumet (empresa conjunta creada por Safran Aircraft Engines y MTU Aero Engines) del contrato que pone en marcha esta nueva fase llega apenas unos días después de que el otro proyecto europeo, el del Tempest, liderado por Reino Unido y con Italia y Suecia como socios, haya sumado fuerzas con Japón para continuar su desarrollo fusionado con el programa F-X que a su vez ya había iniciado Tokio.
El proyecto, ha añadido, proporcionará “empleos altamente calificados en todo el sector y seguridad a largo plazo para Gran Bretaña y nuestros aliados”.Está por ver cómo va a afectar la creación del GCAP al proyecto de futuro sistema de combate aéreo (NGWS/FCAS) que por su parte han emprendido Alemania, Francia y España, y que en las últimas semanas está tomando impulso tras 18 meses de un cierto parón por desavenencias entre las empresas implicadas.
La noticia ha sido revelada por fuentes gubernamentales de Japón, que adelantan que la firma oficial de la alianza se espera para diciembre, informa el periódico local The Asahi Shimbun.
Las compañías aeronáuticas Airbus, como representante industrial principal de Alemania, y Dassault Aviation, por parte de Francia, están a punto de sellar un acuerdo definitivo para pasar a la siguiente etapa del programa del futuro sistema aéreo de combate (FCAS), en el que también participa España, y que permitirá el reemplazo de las actuales flotas de aviones de combate Eurofighter y Rafale de los tres países.