La Dirección General de Armamento de Francia (DGA) acaba de completar las pruebas de un prototipo de motor, derivado del que monta el avión de combate Rafale, con vistas a desarrollar los que equiparán los futuros cazas europeos del programa FCAS. Se trata de una prueba de alta tecnología que ha requerido cinco años de preparación “para desarrollar las tecnologías útiles para el futuro motor del avión de combate FCAS”, de acuerdo con la información facilitada por la entidad francesa.
El llamado proyecto de tecnología de defensa Turenne está liderado por la DGA y está ligado al programa franco-germano-español del futuro sistema de combate aéreo, concepto al que se corresponde en inglés las siglas FCAS.
El programa Turenne para prefigurar el futuro motor del FCAS comenzó en 2015 y fue encargado a la firma local Safran. Consta de dos fases. La primera ha durado cinco años y ha contado con la supervisión de la DGA para “probar digitalmente y producir un concepto innovador de turbina utilizando procesos modernos: modelo digital escalable, simulaciones digitales en 3D, diseño digital de nuevas aleaciones de metal y prototipos en fabricación aditiva”, de acuerdo con la DGA. La fuente. “Esta turbina revolucionaria también ha sido objeto de patentes de invención internacionales”.
“Prueba técnica rara”
En cuanto a la segunda fase, iniciada en 2019, en ella se incluye “probar en campo el prototipo mediante la técnica Thermocolor, con el objetivo de comparar el mapa térmico obtenido en la vida real con los datos de las simulaciones realizadas digitalmente en la fase 1”. Se trata de lo que los propios responsables de la DGA califican de “prueba técnica y rara”. Es un ensayo específico por el citado Thermocolor, que en este caso consiste en la aplicación de pintura termosensible en los álabes de las turbinas de alta presión del motor, para medir la temperatura al producirse el cambio de color. La última vez que la DGA realizó una prueba como esta fue en 2010.
Tras apuntar que “una larga serie de pruebas está por venir en los centros de la DGA”, la fuente apunta que este ensayo de Thermocolor “marca una nueva fase en la maduración de tecnologías críticas para el futuro de la aviación de combate”. Una vez analizados sus resultados, se realizará una prueba de resistencia que durará varios meses. Su objetivo es imponer un envejecimiento acelerado a las nuevas palas de la turbina del motor, de modo que se pueda verificar su vida útil y su capacidad para garantizar un alto nivel de rendimiento operativo durante largos períodos.
Nuevos materiales cerámicos
Al mismo tiempo, el centro de pruebas y experiencia aeronáutica de DGA Techniques en Balma, cerca de Toulouse, está trabajando con Safran en el desarrollo de nuevos materiales cerámicos resistentes a altas temperaturas. Además está previsto que en los próximos años se realicen ensayos sobre materiales metálicos de nueva generación para caracterizar su resistencia.
“Cada uno de estos avances es una pieza única y necesaria de un rompecabezas de innovaciones tecnológicas. Combinados en un motor de última generación, permitirán alcanzar el nivel de rendimiento esperado del programa FCAS”, concluye la DGA en un comunicado.
Reemplazo de los Eurofighter y Rafale
El compromiso de desarrollo y producción del FCAS supone complementar y posteriormente reemplazar la actual generación de aviones de combate Eurofighter y Rafale entre los años 2035 y 2040. El Eurofighter es un programa europeo en el que participan Alemania, Italia, España y Reino Unido y del que la francesa Dassault Aviation se salió en su momento para desarrollar su propio avión de combate, el Rafale, que es el mayor competidor del Eurofighter.
El programa FCAS está liderado por las compañías Airbus, como principal socio industrial de Alemania en el proyecto; Dassault Aviation, por parte de Francia, e Indra, por el lado español. En un segundo nivel también están implicados los proveedores de motores Safran, de Francia; MTU Aero, de Alemania, y la española ITP. Además participan, entre otras, las compañías de electrónica y sensores Thales (Francia) y Hensoldt (Alemania), y la misilística MBDA, propiedad de la británica BAE Systems, la franco-germana, y en menor medida española, Airbus, y la italiana Leonardo).