Italia avanza con el proyecto de un blindado europeo común

La invasión rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero está dando un impulso a las pretensiones europeas de contar con medios terrestres modernos en sus ejércitos. Italia lleva en realidad desde 2018 encabezando una iniciativa incluida en la primera ola de proyectos financiados por la UE bajo la fórmula de la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco, por su acrónimo en inglés) con el objetivo de desarrollar una plataforma común que servirá de base a tres vehículos distintos: uno sobre orugas como blindado de combate de infantería, otro sobre ruedas como blindado ligero y otro más configurado como vehículo de asalto anfibio. Ahora, ante el nuevo contexto, el proyecto está ganando fuerza.

El plan, en el que también están implicadas Grecia y Eslovaquia, persigue la entrega de estos blindados en 2030, lo que para el oficial de división de planificación y políticas del Ejército italiano, el teniente coronel Roberto Forlani, “es un cronograma ambicioso pero alcanzable”. Así se recoge en una pieza dedicada en Defense News esta semana a la iniciativa.

Forlani reconoce la dificultad de desarrollar un chasis común para emplearlo en vehículos orugas, de ruedas y de cometido anfibio, por lo que “estamos buscando una plataforma estándar o diferentes plataformas que compartan la máxima similitud de subsistema, carga útil y módulos de misión”, precisa. La iniciativa pretende contar con torretas, sistemas contra fuego, sensores, motores, sistemas de protección y comunicaciones compartidos, lo que permite unos costes menores en investigación y desarrollo, en mantenimiento y en logística, además de mayor disponibilidad de repuestos.

Interoperabilidad de los ejércitos

En la información oficial recogida por la Unión Europea (UE) sobre los programas Pesco se apunta que los vehículos contemplados en el proyecto encabezado por Italia “se basarían en una plataforma común y admitirían maniobras de despliegue rápido, reconocimiento, apoyo de combate, apoyo logístico, mando y control y apoyo médico”. Estos nuevos blindados, añade, “también reforzarán la CSPD [siglas en inglés de Política Común de Seguridad y Defensa] de la UE asegurando, al mismo tiempo que la interoperabilidad entre los ejércitos europeos”.

Los países miembros podrán obtener a partir de esta iniciativa “opciones sobre cómo planificar y cerrar las brechas de capacidad de manera colaborativa”. El citado medio recoge por otra parte que cada unidad de la familia de vehículos de combate prevista tendrá un peso que oscilará entre las 35 y las 50 toneladas, según la configuración que presente en cada caso. 

En su interior acogerá a entre seis y nueve soldados, además de tres tripulantes, y montará un arma de 25 o 30 mm, según las explicaciones del teniente coronel italiano.

Entre sus misiones, el futuro vehículo de combate de infantería podrá operar como plataforma anticarro, portamorteros, de reconocimiento, de ingeniero de combate, de puesto de mando táctico, de apoyo de fuego conjunto, de transporte de municiones y logística, de ambulancia protegida, de recuperación, de guerra electrónica, de NBQR (nuclear, biológica, química y radiológica) y de defensa antiaérea de corto alcance.