El ministro de Defensa de Bélgica, Theo Francken, no concibe otra alternativa a los 34 aviones de combate F-35, como sí han planteado sus homólogos canadiense y portugués, en vista del desencuentro que Estados Unidos exhibe sobre sus aliados desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. Al contrario, el político belga ha apuntado a la posible compra de nuevas unidades, tras una reunión la semana pasada con el presidente de Lockheed Martin International, Michael Williamson. En ese encuentro, según ha señalado Franckhen en su cuenta de la red social X, “acordamos tener producción de aviones de combate belgas F-35 en Europa, en la planta de producción en Italia”. El ministro termina el texto exclamando “¡hagamos esto!"
El fabricante de estos aviones de combate de quinta generación, Lockheed Martin, cuenta en la localidad italiana de Cameri, al oeste de Milán, con una planta operada junto a la firma local Leonardo en la que se ensamblan los únicos F-35 que se producen en la actualidad fuera de Estados Unidos. Allí es a donde el ministro belga apunta para la construcción de sus posibles futuros aparatos adicionales.
De momento, las aeronaves ya encargadas por Bruselas se fabrican en la instalación principal de la compañía en Texas (Estados Unidos). De éstas, Bélgica prevé haber recibido las cuatro primeras el próximo octubre. El pedido de sus 34 F-35 iniciales fue suscrito en 2018, en un acuerdo autorizado por el parlamento del país por un valor de 4.011 millones de euros, en el que se incluyen dos centros de simulación de vuelo, equipos y sistemas de apoyo operativo y técnico de los aparatos y sistemas de cascos de piloto de alta tecnología.
El montante total del programa, contando su ciclo de vida, se calculó en 15.000 millones de euros. En aquel momento se previeron las primeras entregas para el año 2023, por lo que finalmente llegan con retraso.
Una flota europea de más de 650 unidades
Además de Italia, Países Bajos y Suiza ya acordaron construir parte de sus flotas de F-35 en Cameri. Ahora, en el nuevo contexto en el que Europa busca una mayor autonomía en la producción de material de defensa, Estados Unidos se ha abierto a que otros clientes de este continente fabriquen también en Italia sus aviones. Además, Alemania acordó en 2023 fabricar fuselajes centrales del modelo en su suelo, en un acuerdo ligado a su encargo de 35 unidades.
De momento ya son 13 países europeos los que cuentan con el F-35 o bien están en vías de tenerlo. Cinco de ellos participan de hecho directamente en el programa liderado por EEUU de este avión de combate. Se trata de Reino Unido (74 unidades encargadas), Italia (115), Noruega (52), Países Bajos (52) y Dinamarca (27). Los otros ocho que también han optado por adquirir el modelo son Polonia (32), Grecia (40), Finlandia (64), Suiza (36), Alemania (35 en principio, aunque ya expresado su intención de adquirir ocho más y llegar así a los 43 aviones), Bélgica (34), la República Checa (24), y Rumanía (48). En total, supone que en la próxima década (2030) llegará a haber una flota europea de más de 650 F-35 operativos.