India ha emprendido este miércoles un bombardeo aéreo sobre posiciones paquistaníes en la disputada región de Cachemira, como respuesta a un ataque terrorista orquestado en esta área el mes pasado, según Nueva Delhi. La operación ha devuelto el clima bélico a la región. Desde que en 1947 alcanzaron la independencia de Reino Unido, ambos países han mantenido dos guerras entre ellos, y en 1998 protagonizaron una serie de pruebas nucleares que elevaron la tensión hasta un punto que no se había vuelto a repetir prácticamente hasta ahora.
La condición de potencias nucleares de los dos añade un notable temor sobre lo que puede acabar ocurriendo, a pesar de que no resulta muy probable que el actual momento acabe en una conflagración tan seria, a decir de los expertos. En todo caso, más allá de su arsenal atómico, se trata de dos estados con grandes fuerzas sobre el tablero. En los siguientes párrafos se comparan esos recursos.
India dedicó a su defensa algo más de 86.000 millones de dólares el último ejercicio, una cifra muy superior a los poco más de 10.000 millones de Pakistán durante ese mismo 2024. La diferencia la marca ante todo la desigualdad de tamaño, en población y economía, entre ambos países. De hecho, Islamabad realiza un esfuerzo proporcionalmente mayor a tratar de garantizar su defensa: el 2,67% del PIB nacional, frente al 2,27% de Nueva Delhi. En todo caso, la desventaja para Pakistán lleva camino de incrementarse si continúa la tendencia de los últimos años, ya que el crecimiento de sus gastos en defensa de la última década se ha limitado a un 7,9% (en precios constantes, para descontar los efectos de la inflación), al tiempo que el incremento indio se dispara hasta el 42% en el mismo periodo, según se obtiene a partir de los datos recogidos por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).
La quinta potencia en defensa del mundo
Con semejante evolución, India se ha situado en el quinto puesto entre los países con mayor gasto en defensa en el mundo, detrás únicamente de Estados Unidos, China, Rusia y Alemania (por este orden), si bien un año antes ocupaba el cuarto puesto. Eso era antes de que el notable incremento alemán se lo arrebatase al ascender tres posiciones en un solo ejercicio. Pakistán, por su parte, se mantiene alejado en la 29ª posición.
Más allá de los recursos económicos empleados, las fuerzas de ambos países dependen también de otros elementos, como el material militar con los que ya cuentan, sus capacidades logísticas, la ubicación geográfica y la solidez financiera de la que gozan. El índice que cada año actualiza la entidad especializada Global Fire Power (GPC) tiene en cuenta más de 60 parámetros para establecer un ranking mundial que sitúa a India este año en el cuarto puesto mundial. Aquí, el orden de países que le superan, de mayor a menor, comienza por Estados Unidos, continúa por Rusia y acaba con China. La puntación alcanzada por el gigante asiático que nos ocupa es de 0.1184, según este índice en el que la mejor valoración es la más próxima a 0.
La mitad de gasto que España pero más fuerte
En este listado, Pakistán ocupa una mejor posición que si solo se tiene en cuenta su gasto en defensa. El suyo es, en concreto, el puesto 12º, cinco por delante de España, por ejemplo, a pesar de que el gasto en defensa del país europeo dobla al paquistaní, por lo que le supera en once posiciones en este parámetro.
Un parámetro en el que Pakistán supera con mucho a España, por ejemplo, y que explican su mejor posición, es en el número de tropas disponibles, más de 1,7 millones, teniendo en cuenta sus 654.000 militares activos más los 550.000 en la reserva y otros 500.000 clasificados como fuerzas paramilitares. Pero igualmente queda lejos del notablemente mayor poder indio, que suma casi 5,14 millones de personas, de los que más de 1,45 millones son soldados en activo, otros 1,15 millones están en la reserva y por encima de 2,5 millones son paramilitares.
Islamabad gana en artillería autopropulsada
En material, India, lógicamente, también exhibe en general una mayor fortaleza. Nueva Delhi tiene 643 aviones de combate (513 cazas y 130 de ataque) y 979 helicópteros, de los que 80 son de ataque. Islamabad cuenta por su lado con 418 aviones de combate (328 cazas y 90 de ataque) y 430 helicópteros (57 de ataque).
En el dominio terrestre, las fuerzas indias disponen de 4.201 carros de combate, un centenar de piezas de artillería propulsada, 3.975 cañones remolcados y 264 lanzacohetes múltiples autopropulsados (MLRS). Pakistán dispone de menos carros de combate (2.627 en total) y de piezas de artillería remolcada (2.629). Pero, sin embargo, supera al ejército de su contrincante en MLRS, de los que dispone de 600 unidades, más del doble que India, y en unidades de artillería autopropulsada: 662, seis veces más.
Los poco más de mil kilómetros de costa pakistaníes frente a los más de 7.000 kilómetros de India quedan reflejados en la dispar disposición de fuerzas navales. Dos portaaviones, 13 destructores, 14 fragatas, 18 corbetas, otros tantos submarinos y 135 buques patrulleros ofrecen una imponente fuerza india frente a las nueve fragatas, otras tantas corbetas, ocho submarinos y 69 buques patrulleros de Pakistán. Eso sí, esta última cuenta con tres naves de lucha contraminas, mientras que su vecino no dispone de ninguna.
Riesgo de más de cien millones de muertos
Pero, aunque no resulta muy probable que se acaben utilizando, lo que suele destacarse en la comparación de ambos arsenales son sus recursos nucleares. Y aquí casi coinciden al milímetro. Pakistán dispone de 172 ojivas, apenas dos más que las 170 de Pakistán, aunque algunas fuentes apuntan a que este último número es en realidad mucho mayor (unas 250). Estos datos finales nos llevan al peor de todo ellos: “Más de cien millones de personas podrían morir inmediatamente si India y Pakistán libraran una guerra nuclear”, a la que seguiría “una hambruna masiva a escala mundial”, según recogió en 2019 el medio oficial de la Universidad Rutgers, de Nueva Jersey (EEUU). La publicación, denominada Rutgers Today, alude a un estudio publicado a su vez por la revista científica Science Advances en el que distintos científicos analizan un escenario bélico “que podría producirse entre India Pakistán en 2025”. El trabajo acertó en la fecha seis años antes de que el serio grave choque que tiene lugar ahora ocurriese. Queda confiar en que el negro augurio sobre el resultado de una escalada hasta su máximo punto no tenga lugar.