Este 10 de agosto se cumplen 43 años de la llegada del primer avión de combate supersónico a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM). En 1982 llegaron a la Base Aérea Militar N° 1 los primeros dos aviones de combate F-5E/F de un total de doce. En ese momento el F-5E era uno de los aviones tecnológicamente más avanzados, a un precio relativamente barato, construidos en la planta de Northrop en Palmdale California.
En aquel momento, la idea era integrar un grupo aéreo con 26 de estas aeronaves, pero inconvenientes y falta de presupuesto hicieron que la flota permaneciera en doce. Dos hechos provocaron que México no pudiera hacerse de más aviones nuevos de fabrica como se había proyectado: en primer lugar, el terremoto del 19 septiembre de 1985 mermó a tal grado las finanzas públicas que fue inviable disponer de fondos para este propósito en los siguientes años; a eso se sumó el cierre de la línea de producción del F-5E en el periodo 1986-1987. Cabe decir que antes del cierre de la línea de producción la compañía fabricante, Northrop ofreció a la Fuerza Aérea Mexicana además de los F-5E, una oferta para la adquisición de 18 aviones F-20 Tigershark, oferta que no pudo aceptarse por los problemas económicos derivados del terremoto.
En los siguientes años se intentó conseguir aviones de segunda mano para reforzar el Ala de Combate de la FAM. Al iniciar la década del 2000, Taiwan ofreció donar 20 aviones con la finalidad de romper su aislamiento diplomático, pero China amenazó con sanciones y se olvidó la idea.
En distintos momentos se habló de realizar una modernización de la aeronave, al nivel de Chile o Brasil, pero ese plan tampoco prosperó. De una entrevista del comandante de la FAM, , con periódico El Universal se desprende que a 2025 se llega con solo tres aeronaves activas. “Tenemos un total de nueve F-5, de los cuales tres se encuentran operativos y estamos en proceso de repotenciarlos. Todavía su capacidad técnica de rendimiento es notable y suficiente para las necesidades que tiene México”, dijo el general Román Carmona Landa.
El futuro de la aviación de combate en México parece continuar con la operación del F-5E/F en una versión repotenciada. El repotenciar los aviones F-5E es una opción viable para la Fuerza Aérea Mexicana ya que, de acuerdo con los últimos datos a nivel mundial, el volumen de horas de vuelo de la flota de aviones F-5 de todas las variantes ha aumentado. Un factor clave que está permitiendo la extensión de la vida útil de la flota global de F-5 es la abundancia de soluciones de soporte disponibles en el mercado comercial.
De concretarse la modernización, este podría ser el momento de empezar a considerar al F-5E/F como un avión de transición a plataformas más avanzadas para la defensa mexicana, operando una nueva doctrina de defensa que involucre la defensa del espacio aéreo de Norteamérica que le corresponde a México y su interoperabilidad con sus socios Canadá y los Estados Unidos.