Exoesqueletos, chalecos con grafeno o cascos más resistentes, los nuevos desarrollos para proteger al soldado

El proyecto Ejército 35 no solo está enfocado en la compra de modernos vehículos como el VCR 8x8 Dragón, también apuesta por dotar al soldado, el elemento básico al final en el campo de batalla, con las últimas tecnologías en el campo de la protección para asegurar su supervivencia en escenarios cada vez más complejos.

Con este objetivo, incrementar la seguridad del combatiente, el Ejército de Tierra reunió esta semana a una docena de empresas, la mayoría españolas, para conocer sus últimos desarrollos en este ámbito en un taller celebrado en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Intendencia (Pcami) en Madrid. El evento, organizado por el Mando de Apoyo Logístico del Ejército y la Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación de la DGAM, contó con un área expositiva en el que las empresas mostraron sus soluciones y con una serie de ponencias donde profundizaron en las características de las mismas.

Durante la jornada, las compañías mostraron desarrollos muy diversos desde exoesqueletos que facilitan la carga y descarga de material o nuevos visores nocturnos que aumentan el rango de visión, hasta sus investigaciones para el desarrollo de novedosos materiales (nanocompuestos, grafeno, nuevas cerámicas y resinas) que permitirán reducir el peso y aumentar a la vez la resistencia de cascos de combate y chalecos, pasando por textiles inteligentes, innovadores sistemas de posicionamiento que no dependen del GPS o los avances en el proyecto del Sistema de Combatiente a Pie (Siscap). Todo para incrementar la protección del soldado.

Entre las compañías participantes estaban Indra, GMV, Elbit, Fecsa, Gogoa, Aitex, Textil Santanderina, NVLS, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Armers, Iturri o Adaro.

La primera en tomar la palabra fue Textil Santanderina que presentó a la audiencia (más de un centenar de militares y representantes de las empresas) su proyecto Iracura para el desarrollo de textiles multicapa para reducir la firma radar sin aumentar el peso. Después, intervino la UPCT que mostró sus avances en el proyecto, denominado Pantera (Protecciones Antibalística de Nanocompuestos Tácticos con Elevado Rendimiento y Adaptabilidad). Fecsa expuso sus investigaciones para el diseño y fabricación de protecciones (cascos y chalecos) a partir de los efectos, lesiones de cabeza, por ejemplo, y el empleo en los cascos de nuevos preimpregnados de resina, junto con técnicas de secado rápido de la pintura exterior. Esta compañía también llevó su nuevo casco diseñado según los requisitos del Ejército de Tierra. 

Mientras, la firma Gogoa explicó las novedades en su exoesqueleto Gudex, financiado por la DGAM, Elbit profundizó en las características su solución Smartrack, un sistema de localización que ofrece un posicionamiento preciso de las unidades en zonas sin GPS y, por lo tanto, es independiente de la señal satélite. NVLS dio a conocer sus nuevos equipos de visión nocturna panorámicos que amplían el campo visual hasta los 104 grados, pensados sobre todo para operaciones especiales en escenarios urbanos, e Indra y GMV ofrecieron detalles sobre el estado del programa Siscap. El próximo hito es la entrega el año que viene de siete demostradores al Ejército.

El Pcami también aprovechó la oportunidad para mostrar material en experimentación como una ración de combate que no necesita de hornillo para calentar la comida, denominada Ración de Efectivos en Desplazamiento. El calor se consigue al mezclar agua con una serie de compuestos que generan una reacción química.

Nuevo casco de combate

Una de las grandes novedades del taller fue el nuevo casco del Ejército de Tierra. En su diseño trabaja desde hace un año un grupo de expertos y la empresa Fecsa, fabricante del Cobat, el casco en servicio en la actualidad.

Además de personal del MALE, también asistieron representantes de unidades operativas como la Legión, los Regulares, la Brigada Paracaidista o el Mando de Operaciones Especiales. El objetivo es que estas unidades de primera línea, que al fin y al cabo son las que mejor saben qué necesitan, conozcan de primera mano las novedades que existen en el mercado y proporcionen directamente a las empresas sus necesidades, así como aquellos defectos en el material ya existen que podrían corregirse o mejoras necesarias.

Necesidades del Ejército

El combatiente como “sistema de armas”, destacó el Ejército, necesita movilidad, protección, potencia de fuego y sostenimiento. A este respecto, Tierra considera que hay margen de mejora en áreas como el enmascaramiento y la protección balística, y aspira de cara a final de esta década a incorporar exoesqueletos. Asimismo, subraya que resulta fundamental contar con el uniforme y el vestuario adecuado no solo para el combate sino para garantizar la moral del soldado. “El moral sin duda es fundamental”, apuntó el representante del Centro Futuro de Fuerza 35, que también puso el foco en la necesidad de un adecuado sistema de mando y control.

Tanto el jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), teniente general Fernando Miguel García y García de las Hijas, con el director de Adquisiciones del MALE, general de división, José Ramón Pérez Pérez, insistieron en la importancia de “trabajar en equipo”, es decir, en la colaboración entre empresas y entre las empresas y la Administración para el desarrollo de soluciones de vanguardia dentro del proyecto Ejército 35 que cumplan los requisitos fijados e incidieron también en que, además de avanzar en I+D, este tipo de talleres tiene al final un objetivo “finalista” que no es otro que dotar de nuevos desarrollos a las unidades.