Defensa asegura que la industria española puede sustituir a la israelí en los programas afectados por la desconexión

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la industria española está en condiciones de asumir el desarrollo de los sistemas de armas que hasta ahora estaban vinculados a tecnología israelí, concretamente los misiles Spike LR2 y los lanzacohetes de alta movilidad Silam, cuya producción en España podría quedar suspendida tras la decisión del Gobierno de romper la cooperación tecnológica militar con Israel.

Durante su intervención ante los diputados para explicar el embargo de armas a Israel por parte de España, Robles ha explicado que su departamento mantiene contactos constantes con las principales empresas del sector para analizar la viabilidad del proceso de sustitución. “Las industrias nos han trasladado que pueden abordar esta transición sin problema. Nos dicen que los programas pueden realizarse aquí, en España”, ha señalado durante su comparecencia en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, centrada en los acuerdos y contratos relacionados con el material de defensa israelí.

El Ejecutivo anunció a principios de junio la revocación de la licencia concedida a una compañía israelí para la fabricación en suelo español de 1.680 misiles Spike LR2, destinados a modernizar las capacidades anticarro del Ejército de Tierra. En situación parecida podría quedar también el programa de lanzacohetes Silam, otro proyecto estratégico para las unidades de artillería de campaña, que igualmente iba a incorporar componentes con origen en la industria militar israelí aunque su producción se iba a llevar mayoritariamente a cabo en nuestro país por empresas españolas.

"No tiene por qué haber retrasos"

Según ha recalcado la ministra, ambos programas serán reconducidos hacia soluciones tecnológicas de desarrollo nacional. “La industria de defensa española tiene la capacidad suficiente y no tiene por qué haber retrasos”, ha afirmado, al tiempo que ha querido destacar que esta desconexión tecnológica se va a hacer sin comprometer los plazos ni la operatividad prevista.

Robles ha recordado que diversos equipos y sistemas que actualmente forman parte del equipamiento habitual de las Fuerzas Armadas contienen tecnología de origen israelí, incluyendo parte de la munición empleada. Sin embargo, ha subrayado el compromiso “inequívoco” del Gobierno para sustituir esa dependencia por capacidades plenamente nacionales. “Tenemos una determinación clara para que esta tecnología pase a ser exclusivamente española”, ha dicho.

En este sentido, ha insistido en que el cambio de rumbo en la política de adquisiciones no supondrá un vacío industrial ni estratégico y ha asegurado que la desconexión tecnológica no precisará de 15 o 20 años, sino de uno o dos, como algunas compañías le han comunicado. 

Impulso a la industria radicada en España

El impulso a las capacidades propias se enmarca, ha añadido, en el nuevo Plan Industrial y Tecnológico de Seguridad y Defensa, dotado con una inversión de 10.471 millones de euros. Según Robles, este plan contempla que un 80 % de los fondos se ejecuten a través de industrias radicadas en territorio español. “Eso significa empleo, desarrollo tecnológico y fortalecimiento de nuestras capacidades industriales estratégicas”, ha subrayado.

"Tenemos reuniones permanentes con las industrias españolas para que ellos nos digan si el plan de desconexión que vamos a hacer, si los sustitutos para el Spike o para el Silam son posibles realizarlos en España. Y nos dicen que sí", ha explicado.

La titular de Defensa ha puesto el acento en el impacto social y económico que este tipo de decisiones tiene en el tejido productivo. “Me resulta muy satisfactorio cuando recibo mensajes de comités de empresa de compañías del sector, agradeciendo que estas decisiones estén generando empleo de calidad y oportunidades en sectores duales”, ha comentado.

Estrategia a medio y largo plazo

Aunque no ha querido mencionar ninguna empresa de forma individual —“porque todas merecen nuestro reconocimiento”—, Robles ha reiterado que la apuesta del Ejecutivo es firme y decidida por la industria nacional de defensa. También ha insistido en que esta política no responde a una lógica improvisada, sino que forma parte de una estrategia a medio y largo plazo para asegurar la autonomía tecnológica de las Fuerzas Armadas españolas.

La ministra ha concluido su intervención reiterando que la transición tecnológica no supondrá una merma en la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas ni una renuncia a los objetivos de modernización establecidos. “España tiene una industria solvente, innovadora y con un altísimo nivel técnico. No solo vamos a mantener nuestros programas clave, sino que vamos a hacerlo con tecnología desarrollada aquí, por nuestras empresas”, ha sentenciado.