El astillero vigués Metalships & Docks ha llevado a cabo los tres últimos meses trabajos de mantenimiento y actualizaciones en dos remolcadores de la Armada, adquiridos de segunda mano para reforzar los medios del Tren Naval.
Alcántara Systems ha construido las tres unidades en su astillero en la localidad almeriense de Níjar. La adquisición de estos buques se enmarca dentro de un plan más amplio de la Armada para garantizar la operación de los nuevos sumergibles, que también incluye la modernización de simuladores, reforma de las instalaciones de la Base de Submarinos y la ampliación y dragado de las fosas de atraque y muelles. La Armada decidió la compra de nuevas empujadoras puesto que las embarcaciones de este tipo para los submarinos S-70 no tienen la suficiente potencia para trabajar con los S-80, con un mayor desplazamiento y eslora que sus predecesores. El contrato fue suscrito a principios de 2022 por un importe de 2,7 millones de euros, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).
Ha desempeñado destinos en tierra en la División de Logística del CG de la OTAN en Oéiras (Portugal), en las Divisiones CIS y Logística del Estado Mayor de la Armada y en la División de Estrategia y Planes del Estado Mayor Conjunto.
La empresa, con sede en la ciudad portuaria, y la Armada han efectuado las primeras pruebas con el barco y en los próximos días comenzará la formación de la tripulación responsable de su operación.
En 2021, estuvo hasta tres veces, en 2022, otras dos más, y este año ya lleva tres también, cuatro con la hoy para la entrega. La propia Armada subraya que “la entrega del S-81 supone un momento esencial en la historia reciente de la Armada y a la vez un momento de orgullo para toda la institución y para las personas que conforman el Arma Submarina en particular”.
El programa del submarino S-80 implica una profunda remodelación de las instalaciones y las infraestructuras de la Base de Submarinos Isaac Peral.
En el caso concreto de los remolcadores, la Armada cerró a finales de 2022 la compra de remolcadores de puerto de segunda mano por diez millones de euros para los arsenales de Ferrol y Rota.En los planes de la Armada está también la adquisición de otro buque logístico multipropósito con capacidad para remolcar a otras unidades también de segunda mano.
Por un lado, el remolque de altura de unidades de gran porte en servicio en la Armada y, por otro, el transporte logístico entre la península, archipiélagos y plazas de soberanía en el norte de África.
La Armada ha completado el proceso de selección de la dotación de quilla del segundo submarino de la serie 80, el Narciso Monturiol.
Esta veterana embarcación ya está inmovilizada después de 38 años en servicio en la Flotilla de Submarinos, con base en el Arsenal de Cartagena. La propia Armada ha confirmado a Infodefensa.com que el submarino iniciará muy pronto el proceso de baja, que podría ser una realidad durante el primer semestre de 2024.El Tramontana es el cuarto de una serie de cuatro unidades, de diseño francés, construidas en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena -hoy Navantia-, y lleva al servicio de España desde diciembre de 1985.La Armada además aclara que el otro sumergible de la serie S-70 que queda, el S-71 Galerna, está plenamente “operativo y disponible” para la defensa nacional.
La fuente entra en detalle para explicar que el material previsto incluye proyectiles antiaéreos para buques (fragatas y barcos anfibios y de apoyo), munición para mortero, misiles tanto para el sistema de defensa aérea Patriot como para otras capacidades de defensa aérea de corto y medio alcance, y distintas provisiones para alimentar a los helicópteros de combate Apache (proyectiles para su cañón y misiles guiados) y los aviones de combate F-35 (bombas guiadas de precisión y misiles aire-aire.
Los Ejércitos y la Armada también coinciden en que es necesario involucrar a la industria en estos proyectos e ir de la mano para afrontar desafíos comunes también a las tres iniciativas como la necesidad de formar al personal en esas nuevas tecnologías, el salto a un mantenimiento predictivo o la adaptación a las nuevas normativas medioambientales.
La Armada trabaja en un nuevo modelo de arsenal equipado con los últimos avances tecnológicos y adaptado a las necesidades tanto de las unidades más modernas, que entrarán en servicio en los próximos años, como la fragata F-110 o el submarino S-80, como de otras más veteranas que todavía tienen vida por delante.
La Armada española ha firmado con las empresas Armón Gijón y Remolcadores Gijoneses la compra de dos remolcadores de puerto de segunda mano por un importe de 10,2 millones de euros. Las embarcaciones serán destinadas al tren naval del Arsenal de Ferrol y la base naval de Rota. Los remolcadores ya han sido inspeccionados y han pasado las respectivas pruebas en puerto y la mar, con presencia a bordo también del práctico mayor y personal del servicio de prácticos del Arsenal de Ferrol.
En este caso, la MLU permitirá que los buques continúen en servicio al menos entre 15 y 20 años más.
La Armada explica que “debido al incremento en la demanda de los diferentes servicios en el muelle con su actual configuración no es posible prestar los servicios que todos los buques demandan para su correcto estacionamiento (nuevos BAM incluidos), por lo que se hace necesario una reforma del mismo”. En el caso de los BAM, añade, “han sido diseñados con una alta automatización y reducida dotación. Para preservar la calidad de vida de las dotaciones durante la permanencia en la base de estacionamiento los buques han sido diseñados para permanecer en la condición de buque Cerrado y Apagado”.
El almirante Ricardo Atanasio Hernández López ha sido nombrado nuevo almirante jefe de Apoyo Logístico de la Armada, en sustitución del almirante Santiago Ramón González Gómez, que pasa a la reserva después de nueve meses en el cargo.
El submarino Tramontana, el único que tiene operativo en la actualidad la Armada, estará desplegado las próximas semanas en el Mediterráneo en la operación Sea Guardian de la OTAN. El buque ha zarpado de su base en el Arsenal de Cartagena para participar, bajo control operativo del Mando de Operaciones, por sexta vez ya en esta misión aliada, que comenzó hace seis años.
González Gómez expuso en la ceremonia de apertura que para avanzar hacia ese arsenal del futuro la Armada apuesta por aprovechar las tecnologías habilitadoras de la industria 4.0 que le sean aplicables, con el fin último de proporcionar un apoyo de calidad y excelencia a todas las unidades de la Armada.
El proyecto incluye además una serie de obras entre las que destacan el dragado en la zona de fosas y el acceso a las mismas para dotar al arsenal de un calado suficiente para la operación de los S-80; prolongar el muelle central de las fosas 13 metros para que alcance toda la eslora de los S-80, más un margen de seguridad; recrecer todo el muelle central de fosas e instalar nuevas defensas y bolardos, de acuerdo con a las dimensiones de los S-80; y demoler el edificio de Compresores, con el fin de proporcionar una superficie diáfana con capacidad suficiente para llevar a cabo maniobras y suministrar servicios.