Países Bajos inyecta otros 1.500 millones a su reserva de munición y busca más instalaciones para almacenarla

La fiebre compradora de munición que se ha extendido por Europa como consecuencia de la guerra en Ucrania alcanza de nuevo a Países Bajos. Tras sumarse a la iniciativa de adquisición colaborativa de proyectiles para ayudar a Ucrania y reponer reservas nacionales gestionada por la Agencia Europea de Defensa (EDA), de la que también forma España, y después de realizar el año pasado un pedido de urgencia de unos 500 millones de euros, Ámsterdam va a realizar otro desembolso todavía mayor.

El Ministerio de Defensa del país va a adquirir nuevas existencias por un valor de 1.500 millones de euros, para un periodo establecido entre los años 2025 y 2031. Estas compras incluyen cohetes, proyectiles de artillería guiados de precisión y munición más convencional, como balas de armas ligeras, de acuerdo con el escrito que ha emitido este miércoles a la Cámara de Representantes neerlandesa el secretario de Estado de Defensa, Christophe van der Maat.

De acuerdo con la información recogida por el medio local en inglés Netherlands Posts, con este incremento en las existencias de municiones del país se contribuye a aumentar la capacidad de despliegue de las fuerzas armadas y la seguridad nacional y europea.

La fuente entra en detalle para explicar que el material previsto incluye proyectiles antiaéreos para buques (fragatas y barcos anfibios y de apoyo), munición para mortero, misiles tanto para el sistema de defensa aérea Patriot como para otras capacidades de defensa aérea de corto y medio alcance, y distintas provisiones para alimentar a los helicópteros de combate Apache (proyectiles para su cañón y misiles guiados) y los aviones de combate F-35 (bombas guiadas de precisión y misiles aire-aire.

Búnkeres

También se van a adquirir misiles anticarro para el Ejército de Tierra y la Infantería de Marina del país, granadas de mano y balas para fusiles de asalto y ametralladoras, e incluso material de autoprotección de vehículos, barcos y aeronaves, como granadas de humo, chaff y bengalas.

La información revela que el incremento de las existencias de munición exigirá el acondicionamiento de más búnkeres para almacenarlos de forma segura y acondicionada. El Ministerio de Defensa ya estudia volver a utilizar instalaciones para este cometido que se había decidido desmantelar.