A ellos se unen 35 países de todo el mundo, con los que la OTAN mantiene relaciones de asociación, colaboración y cooperación y tres organizaciones internacionales: Naciones Unidas, la Unión Europea y la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa).Los días 24 y 25 de junio se han dado cita en la Haya, capital de los Países Bajos, aliados y partners, en diferentes niveles de reunión y con un programa adicional de encuentros bilaterales.Una cumbre que ha venido precedida de una expectación añadida por los recientes cambios producidos en dos figuras claves en la vida de la Alianza: el nuevo secretario general, el holandés Mark Rutte y el regreso del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el aliado con mayor peso en la OTAN. Ninguno de los dos ha decepcionado.El nuevo aecretario general de la OTAN se ha mostrado absolutamente sumiso a las propuestas del presidente norteamericano y Donald Trump, por su parte, ha impuesto su criterio en el acuerdo más importante a decidir en la cumbre: aumentar el gasto anual en Defensa de cada aliado en relación al PIB, del 2% actual al 5% en el horizonte de 2035.Hay que decir que Rutte ha sido sumiso pero eficaz, porque ha sabido lidiar con la reticencias de algunos de los países a los que no convencía el criterio del 5%, cuya mayor oposición, la única realmente frontal, ha sido la negativa de España defendida por el presidente Pedro Sánchez.
Para entonces, la Comisión y el Alto Representante deberán presentar una hoja de ruta detallada que recoja los pasos concretos a seguir para lograr los objetivos marcados.El documento deja claro que todas las medidas deberán respetar el carácter específico de la política de defensa de cada Estado miembro, incluyendo los países tradicionalmente neutrales, y garantizar los intereses comunes de seguridad de toda la Unión.Con esta hoja de ruta, la Unión Europea se encamina a reforzar de forma decidida su autonomía en materia de defensa, apoyada por una industria más fuerte, una inversión más eficiente y una cooperación más profunda con sus socios internacionales, sin perder de vista su plena complementariedad con la OTAN.Y para recorrer este camino, la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas será la encargada, de la mano de la Comisión Europea, de realizar dicha hoja de ruta para llegar a los objetivos comunes de defensa en 2030. La postura de EspañaPor su parte, Pedro Sánchez, tras sus polémicas palabras del día anterior asegurando que España no iba a cumplir con el 5% del PIB de inversión en defensa que él mismo había firmado en la declaración final de la cumbre de la OTAN, garantizó el pleno compromiso atlantista de España, aunque no implica el "seguidismo ciego" a las propuestas con las que no se esté de acuerdo.El presidente reconoció que habían sido muchas las voces que, tras la postura adoptada en La Haya, se han llegado a cuestionar el compromiso transatlántico, incluso también europeísta del Gobierno de España."Pero ser europeísta y ser atlantista no implica un seguidismo ciego que otros en nuestro país proponen", señaló antes de hacer hincapié en que ser atlantista es cumplir con sus obligaciones con la OTAN pero también con la vacunación infantil en países en desarrollo, mandar tropas a los países del este y no recortar las pensiones.Explicó también que no había recibido ningún comentario por parte de otros mandatarios, durante el desarrollo de la reunión del Consejo Europeo de ayer en Bruselas, sobre su negativa a aumentar el gasto militar más allá del 2,1% o sobre la influencia que eso pueda tener en el acuerdo comercial que la UE negocia con Estados Unidos.UcraniaOtro de los temas abordados en la reunión fue el respaldo, por parte de los líderes europeos, con la excepción del húngaro Viktor Orbán, a un documento en el que se pide a Rusia que muestre "voluntad política real" para poner fin a la guerra y para implicarse en negociaciones de paz.
Poco después del cierre de la cumbre de la OTAN en La Haya, Montero defendió la posición, a su juicio, "equilibrada" del Gobierno español ante el reto del aumento del inversión en Defensa y el peso de España en las operaciones de la OTAN, sobre todo, en el flanco este de la Alianza. "Para cumplir con las capacidades comprometidas con la OTAN, el Ejército establece el porcentaje de gasto del PIB, en nuestro caso, el 2%, de ahí que nos parezca fuera de lugar y desproporcionado la exigencia para todos los países del 5%, con independencia de su situación y las capacidades desplegadas; en el caso de España, más de 3.000 hombres y mujeres en el flanco oriental realizando una tarea de protección para la Alianza", explicóMontero defendió que "la posición de España es equilibrada" e hizo hincapié en la necesidad de impulsar la industria de defensa europea sin entrar en una competición "con el Estado de bienestar.
Cinco empresas de defensa españolas, Airbus España, Arquimea, Hisdesat, Indra y Navantia, han participado en el Foro de la Industria de Defensa de la OTAN, que se celebra esta semana en La Haya (Países Bajos), dentro de los actos de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica. Al evento también ha acudido una delegación del Ministerio de Defensa, encabezada por la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, de la que también ha formado parte el director general de Estrategia e Innovación de la Industria de Defensa, teniente general Miguel Ivorra, y el director general de Asuntos Económicos, general de división José Luís Sánchez Martínez.Del lado de la industria han estado presentes el presidente de Airbus España, Francisco Javier Segura, el presidente de Arquimea, Diego Fernández, el CEO de Hisdesat, Miguel Ángel García Primo, el presidente de Indra, Ángel Escribano, y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez.En el foro, ministros, expertos y líderes industriales de los países aliados han subrayado la importancia de la coordinación industrial a nivel europeo, para fortalecer la industria y dar respuesta a las necesidades de seguridad de la OTAN.En el encuentro tomaron la palabra la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, entre otras autoridades. Delegación del Ministerio de Defensa en el Foro de la Industria de Defensa en La Haya.
Para el general de ejército Félix Sanz Roldán, el peso o "la calidad" como aliado no puede medir "una forma tan naif como el tanto por ciento" del PIB destinado a Defensa. El que fuera director del CNI durante diez años ha participado este viernes en un diálogo sobre el pasado, presente y futuro de la OTAN con el embajador Javier Rupérez durante el desayuno organizado por Infodefensa con motivo de la cumbre de la OTAN. Sánz Roldán, jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, conoce bien la estructura de la Alianza y cómo se toman las negociaciones en el seno de la Alianza. El general ha destacado que la cumbre en La Haya será "trascendental" para una OTAN que, sobre todo, antes de la amenaza de Putin, ha evolucionado "con tranquilidad", pero que en la actualidad tiene que "evolucionar más rápido".Sánz Roldán ha defendido además el papel primigenio de la OTAN como "foro de consultas" con la capacidad de reunir a 32 países hoy para fijar posiciones comunes.
La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha destacado el esfuerzo presupuestario de España en Defensa en los últimos años, justo un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladará en una carta a la OTAN que nuestro país no llegará al 5% que exige tanto la Alianza como Estados Unidos. "España es el cuarto país de la OTAN que más ha incrementado su presupuesto en Defensa", ha defendido Valcarce en un desayuno de Infodefensa en Madrid con los principales representantes de la industria de defensa, con motivo de la cumbre de La Haya.La secretaria de Estado de Defensa ha resaltado que "el esfuerzo sostenido" ha permitido duplicar en los últimos años la inversión en Defensa pasando del 0,9% del PIB en 2018 al 1,4% y, de ahí, a la previsión de alcanzar el 2% este año con el nuevo Plan Tecnológico e Industrial para la Seguridad y la Defensa. La representante de Defensa también ha respaldado el mensaje de Sánchez a la OTAN, al tiempo que ha puesto en valor el papel clave de España en las capacidades operativas; en las misiones de la Alianza Atlántica en el flanco este, frente a Rusia.
Baste afirmar que la transversalidad de la inversión en Defensa es tal que quien pretendiera descolgarse en La Haya de la necesidad urgente y compartida de seguridad colectiva, debería despedirse también de poder lograr nada en Bruselas.Creo que conviene que me explique: 2025 y La Haya marcarán el momento en que la inversión en Defensa se convierta en una exigencia compartida y obligada.
Así, ha subrayado que "la alianza atlántica lo que hace es garantizar la solidez de ese vínculo transatlántico "."No es necesario un ejército europeo"Y aunque aboga por que Europa busque su propia soberanía, frente a las voces que apuestan por una mayor independencia en defensa, el alto funcionario ha advertido de que es "muy difícil construir una alternativa" a la OTAN. La organización, ha recordado, tiene una capacidad única en el mundo de movilizar entre 300.000 y 500.000 soldados en el plazo de un mes. "No es necesario un ejército europeo, pero sí una capacidad de respuesta europea para algunas amenazas para las cuales la OTAN no quiera movilizar todas esas tropas, porque son 32 países", ha esgrimido, según recogen los medios de Prensa Ibérica.Colomina cree que ese contingente europeo podría tener una "capacidad expedicionaria", una brigada militar de 4.000 o 5.000 soldados que fuera capaz "de moverse en un momento dado y tener un impacto", aunque ha recordado que la UE "lleva hablando de esto desde los años 90 y no han sido capaces nunca de generar una verdadera capacidad de respuesta".Región del Sahel, "la más frágil del mundo"En cuanto a la situación internacional, ha manifestado que la región africana del Sahel es "la más frágil del mundo" y no le ve fin a esta situación en décadas, por lo que entiende que se debe "invertir mucho" si no se quiere "lidiar" permanentemente con un "reto securitario" en esta zona, informa Efe.Ha resaltado al respecto la posición geoestratégica que tiene el estrecho de Gibraltar para la alianza y ha destacado que el Norte de África ofrece muchas posibilidades de cooperación, pero también "retos" en seguridad como el terrorismo o la migración.
Por ello, no puedo hablar del futuro, ya que esta es la situación en la que nos hemos comprometido, y el presidente y la ministra de Defensa lo han dejado bastante claro en sus comparecencias.Este tema, junto con el aumento del gasto en defensa, está provocando críticas de Sumar dentro del Gobierno de coalición.
El desayuno del próximo 20 de junio organizado por Grupo Metalia-Infodefensa para analizar las claves de la próxima cumbre de la OTAN contará con dos invitados de excepción; el general de ejército y exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, y el embajador de España Javier Rupérez. Ambos abrirán una jornada que tendrá lugar en el Hotel Intercontinental en Madrid con la participación de grandes empresas de defensa como Indra, Aicox, Airbus y Navantia, y en la que tomará la palabra en la clausura la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce. Tanto Sanz Roldán como Rupérez conocen bien los entresijos de la OTAN. El general ha sido jefe del Estado Mayor de la Defensa y, durante una década, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Será, a buen seguro, protagonista en la Haya, como lo viene siendo todos los días desde el inicio de su presidencia, sin que podamos prever si su protagonismo se asentará en el apoyo tradicional que Estados Unidos dé a la organización atlántica o, todo lo contrario, que su presencia sirva para que entonemos la misa de réquiem, desde el mismo momento en que termine la reunión.Naturalmente, entre ambas posturas, pueden darse y deben darse otras, más constructivas, más útiles, más necesarias, no solo para mantener viva una Alianza que ya ha cumplido 75 años -de éxitos, debería añadir- como para que los ciudadanos de ambos continentes sigamos teniendo la sensación de que vivimos seguros; que los valores inalienables que sustentan nuestro sistema, desde el final de la Segunda Guerra Mundial siguen vigentes; y que merece la pena el sacrificio de defenderlos para transmitirlos intactos a nuestros hijos.Pero puede no ser así.
Desde España, los sectores de la Defensa y la Seguridad afrontan este reto con la visión de aportar su nivel de madurez tecnológica a los objetivos estratégicos compartidos.La cumbre de la OTAN debe servir para revisar la relación transatlántica y reforzar la defensa colectiva actuando de palanca para lograr dos propósitos específicos: el incremento de los recursos que dedicamos a Defensa especialmente desde Europa y la asunción de mayores responsabilidades europeas para hacer frente a los desafíos que afrontamos.Detrás de todo ello la industria de defensa europea en general y la española en particular son un elemento esencial para la defensa colectiva y para que Europa refuerce sus capacidades y disponga de una mayor autonomía estratégica alineada con los propósitos de la Alianza.La industria española ve con optimismo el contenido del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa presentado por el Gobierno de España y que debe ser el inicio de una nueva etapa que posicione a la defensa como una prioridad básica y que debe tener continuidad en el tiempo.Para que la industria responda a su función básica que no es otra que atender a las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas, debe contar con escenarios previsibles para que pueda planificar su actividad.
Es el caso de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, que clausurará el evento. La cumbre de la OTAN está considerada como la cita más importante de la organización desde al menos el fin de la Guerra Fría, con un escenario complejo e incierto marcado por el rearme en Europa, la guerra en Ucrania y las presiones desde Estados Unidos para invertir más en Defensa. La relevancia del encuentro en la ciudad neerlandesa es precisamente el principal argumento para celebrar este desayuno, que además tendrá el aliciente de ser el primero en España en profundizar en el análisis de la reunión de líderes de la Alianza Atlántica en La Haya.Por parte de la industria compartirá su visión sobre los retos y las oportunidades en una primera mesa con los presidentes de Indra, Airbus, Navantia y Aicox.
El choque entre el presidente estadounidense Donald Trump y el resto de miembros, especialmente los países europeos, a cuenta del gasto militar de los respectivos gobiernos y de la aportación de cada uno a la organización, puede suponer un punto de inflexión en el futuro de la defensa del bloque occidental si no se llega antes a un entendimiento. Y de entre las grandes potencias europeas, quizás la que llegue en una situación más comprometida sea España, cuya situación política adquiere una relevancia especial ante las presiones de Washington sobre el cumplimiento de los objetivos establecidos históricamente. Desde su creación, la OTAN ha jugado un papel fundamental en la defensa y seguridad de Europa, basándose en el principio de solidaridad y en el compromiso colectivo de sus miembros.
Una vez estén claros los instrumentos del nuevo acuerdo, aseguró la semana pasada en el Congreso, concretará sus planes. La cumbre de la OTAN es a finales de junio, al inicio del verano, así que, si damos por bueno el calendario que plantea el presidente del Gobierno, España llegará a La Haya con un propuesta sobre la mesa como principal argumento para convencer a los socios, y en especial a Trump, de su compromiso con la Alianza.
Sin embargo, las lecturas del resultado electoral en clave interna, como se ha hecho en Francia, no permiten ser optimistas en que los acuerdos entre corrientes políticas se materialicen en acuerdos entre países que son los que mantienen la responsabilidad de construir, o no, una Europa de la defensa más fuerte.
Esta semana, en el podcast de Infodefensa Hablemos de Defensa y Seguridad, Laura Blanco analiza con Pedro Méndez de Vigo, general en la reserva y asesor senior en la Oficina de Seguridad y Defensa de LLYC los retos de la OTAN con motivo de la cumbre en Washington. Escuchar aquí. "La OTAN, que estaba en situación débil, se ha revitalizado, es más poderosa y más amplia que antes de la invasión de Ucrania", subraya Méndez de Vigo en su análisis.
La delegación alemana en la reunión de Weimar fue la encargada de confirmar el interés de estos cuatro países en formar parte del proyecto, según recoge varios medios germanos. Este programa, propuesto en un primer momento por Francia, busca desarrollar una capacidad de la que Europa carece y que la guerra de Ucrania demuestra fundamental: los misiles de largo alcance terrestres.
A lo largo de las dos jornadas, la industria ha hecho un autoanálisis con esta cumbre, exponiendo que faltan más colaboración y líneas de suministro más fuertes, la importancia de la asociación y de la innovación, y poniendo sobre la mesa los futuros proyectos en el horizonte. La Ministra de Defensa, Margarita Robles, inauguró el ciclo de conferencias y la exhibición en torno a la futura Base Aérea Conectada, Sostenible e Inteligente (Bacsi) del Ejército del Aire y del Espacio.
Bajo la más elemental lógica del transporte parecería que los puentes se tienden para acortar distancias o superar obstáculos, pero el ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, ayudó a poner en perspectiva todo lo relativo a la demora en el ingreso de Ucrania en la Alianza, matizando que: "Vilna no es la última parada en el viaje hacia su integración, sino más bien un puente entre Madrid y la cumbre de Washington del año próximo".