La Guardia Civil ha abierto una licitación con un presupuesto de 3,5 millones de euros para el mantenimiento de los cascos de los buques y embarcaciones operativos en el Servicio Marítimo (SMGC) durante las varadas. El presupuesto está repartido en cuatro lotes: casi un millón de euros para las embarcaciones de la zona Norte (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco); 700.000 euros, para los barcos operativos de la zona Levante (Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares); prácticamente otro millón para patrulleras de la zona Sur (Andalucia y Murcia); y alrededor de 900.000 euros para las embarcaciones destinadas en las islas Canarias.
Las embarcaciones, con una vida prevista de 20 años, estarán preparadas para actuar con solo cuatro tripulantes tanto de día como de noche.Flota envejecidaLa Guardia Civil también detalla que la actual flota de embarcaciones medias de alta velocidad está “muy envejecida”, puesto que la tercera parte se encuentra en torno a los 20 años de antigüedad, superando esta cifra incluso en algunos casos.Y añade: “Las citadas embarcaciones en muchos casos no reúnen las condiciones de acomodación necesarias para los servicios que prestan, y, además, las horas de navegación efectuadas, han sobrepasado las previstas inicialmente, obligando a plantear las necesarias renovaciones exigibles a sus plantas propulsoras, tanto motores como hidrojets, descatalogados en el caso de los primeros”.
Por su parte, el secretario de Estado de Defensa Nacional, Carlos Lopes Pires, ha destacado que se trata de una inversión que “refuerza significativamente las capacidades operativas de la Marina en los desafíos del presente y del futuro”.
El importe del contrato, 20 millones de euros, incluía la compra y los trabajos de adecuación del buque a los estándares de la Armada.Un buque necesarioLa Armada recordaba en la documentación del expediente que el Contramaestre Casado es un barco construido en 1953, hace nada menos que 70 años, que causó alta en la Armada en 1983 y que debería haber causado baja en el año 2022 tras cumplir "con creces" su ciclo de vida útil.
Una ruta marítima habría sido la más rápida y eficiente para abastecer los Países Bajos, pero, entonces, tuvo que ser desechada por la mala climatología predominante en el Canal de la Mancha, unido a las dificultades que se derivaban de las delicadas relaciones de España con Inglaterra y Francia”. Y concluye: “Con el propósito de subrayar el valor que aporta a la historia de España, el desafío logístico que supuso su construcción y mantenimiento, y la conveniencia de trasladar al ámbito marítimo la herencia cultural que dicha gesta constituye, se considera oportuno asignar el nombre de El Camino Español al buque logístico del Ejército de Tierra”. A-05 El Camino Español En noviembre de 2019, la Armada dio de baja el A-05 El Camino Español, tras dos décadas de servicio.
La Armada ha confirmado que el nuevo buque logístico será el Cadena 4 con una eslora de 154 metros que estaba en servicio en la naviera española Balearia como transporte de vehículos entre la península y las islas Canarias.
Desde una perspectiva de infraestructura energética, el CDP subraya una demanda creciente de sistemas en el entorno operativo futuro, con un mayor nivel de digitalización, con una proliferación de vehículos y sistemas no tripulados, aumentando la detección en la zona de operaciones. Desde el punto de vista de la seguridad energética, la tendencia hacia las plataformas de electrificación y otras propulsiones alternativas junto con los suministros de energía civiles y militares que son difíciles de separarse por completo ya que los Estados miembros de la UE dependen de la infraestructura y energía civil para su funcionamiento y operaciones.
Foto: ArmadaCarnota, un homenaje al municipio coruñésEl Boletín Oficial del Ministerio de Defensa del pasado 26 de octubre recoge una resolución firmada por la ministra Margarita Robles por la que se asigna a este buque recién adquirido el nombre de Carnota, con el numeral A-61 en el costado. Carnota es una localidad de la costa coruñesa con un especial vínculo con la Armada y una larga tradición marinera.
La embarcación, de segunda mano, pasará a manos de la Armada, responsable final de su operación, en un plazo de dos meses, según el calendario previsto.El anuncio de adjudicación publicado el pasado martes en la Plataforma de Contratación no ofrece información sobre el buque elegido y el propietario hasta la fecha de la embarcación que pasará a engrosar la lista de buques de la Armada.
En el caso concreto de los remolcadores, la Armada cerró a finales de 2022 la compra de remolcadores de puerto de segunda mano por diez millones de euros para los arsenales de Ferrol y Rota.En los planes de la Armada está también la adquisición de otro buque logístico multipropósito con capacidad para remolcar a otras unidades también de segunda mano.
Por un lado, el remolque de altura de unidades de gran porte en servicio en la Armada y, por otro, el transporte logístico entre la península, archipiélagos y plazas de soberanía en el norte de África.
Para ello, cuenta en sus comisiones navales de regatas con unidades, embarcaciones de vela ligera y de crucero, para participar en competiciones deportivas. La participación en estos eventos repercute, señala la propia Armada, "muy favorablemente el prestigio de la Institución y la conexión y lazos que genera con la comunidad marítima en general y, en especial en este caso, con la marina de recreo y vela", recoge la memoria justificativa de la licitación.El Aifos 500, explica el documento al que ha tenido acceso Infodefensa.com, ha sufrido desde su construcción en 2004 modificaciones en dos ocasiones, lo que ha permitido “mantener un nivel de competición aceptables”.
Durante los próximos cuatro años, la obra sostendrá 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos, de acuerdo con las cifras que maneja el astillero estatal. Desde el constructor naval español apuntan además que estos dos buques hidrográficos suponen un paso importante en la renovación de la Flotilla Hidrográfica, “avanzando además en la transición verde, ya que los nuevos buques podrán operar con biocombustibles”. Su misión principal será la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado, en aguas y costas españolas.
El departamento que dirigie Margarita Robles explica que las nuevas embarcaciones actualizarán y potenciarán la Flotilla Hidrográfica responsable de la cartografía náutica oficial del Estado y militar específica.Los buques serán construidos por Navantia en sus instalaciones de San Fernando.
En este caso, el anglicismo hace referencia al ejercicio de inserción desde un helicóptero de un pequeño equipo en un medio acuático. En este video, un equipo de la Armada enseña cómo lanzan la embarcación, la inflan y se dirigen al punto fijado.
Lo que por el momento no ha trascendido es el armamento que llevará el buque.
La Armada ha difundido las primeras imágenes del hundimiento durante el ejercicio Sinkex en aguas de Canarias del Martín Posadillo, buque de apoyo logístico retirado del servicio hace dos años.
De sus gradas han salido remolcadores, buques de vigilancia pesquera, barcos de salvamento, dragas, oceanográficos y pesqueros. Entre los proyectos ejecutados en los últimos años se encuentra el buque multipropósito Kwanza (remolcador, salvamento, contraincendio, anticontaminación) para Angola, el buque de inspección pesquera y rescate Cardama C-242 de 68 metros de eslora, o el buque remolcador multipropósito de lucha contraincendios Thulfiqar de 42 metros de eslora para la empresa iraquí SOC. Prácticamente el 100% de su negocio está fuera de España y en el mercado civil.
Por un lado, el remolque de altura de unidades de gran porte en servicio en la Armada y, por otro, el transporte logístico entre la península, archipiélagos y plazas de soberanía en el norte de África.
El astillero Rodman Polyships, especializado en la construcción de todo tipo de embarcaciones en PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio), ha iniciado la construcción de ocho nuevas lanchas interceptoras de alta velocidad para el servicio de vigilancia de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, más conocido como Aduanas. La firma del contrato, con un presupuesto de 16,6 millones, tuvo lugar en enero, y tras unos meses iniciales de diseño y planificación de proyecto, la compañía se encuentra ya en la fase de construcción de las primeras unidades.