Los astilleros Polináutica y Ulla compiten por las dos nuevas patrulleras de los Guardacostas gallegos

Astilleros Polináutica y Astilleros del Ulla pujan por un contrato para la construcción de dos nuevas patrulleras para el Servicio de Guardacostas de Galicia valorado en 2,2 millones de euros, impuestos incluidos.

La licitación, gestionada por la Conselleria do Mar de la Xunta de Galicia, ha sido relanzada recientemente después de que al primer concurso no concurriera ninguna compañía. Según el acta de la mesa de contratación, con fecha de 11 de agosto, Astilleros Polináutica y Astilleros del Ulla presentaron la documentación correctamente y sus ofertas fueron admitidas. Por lo tanto, ambas empresas se disputarán la construcción de las embarcaciones.

A la espera de la adjudicación, y de acuerdo con la última acta de la mesa del pasado 20 de agosto, Polináutica presentó una oferta de 1,78 millones sin IVA, mientras que la propuesta de Ulla está valorada en 1,81 millones también sin incluir impuestos.

Las patrulleras deberán estar diseñadas para realizar tareas de inspección y vigilancia pesquera, control y apoyo a la flota pesquera, colaboración en operaciones de búsqueda y salvamento marítimo y participación en actividades de lucha contra la contaminación marina. Las dos embarcaciones incluirán todos los medios, equipos y pertrechos necesarios para la operación.

Según los pliegos del contrato, serán de tipo monocasco cabinada y tendrán un acabado del más alto nivel de calidad para los barcos profesionales de esta clase. La patrullera estará conformada por el casco, la cubierta y sobre esta, aproximadamente en su zona media, irá la superestructura especificada que acogerá el puente de gobierno.

El casco y la cubierta serán de poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV). Por debajo de la cubierta se dispondrá la zona de habilitación, tanques y la sala de máquinas reglamentariamente aislados del resto de la habitabilidad.

Las dimensiones serán las siguientes: entre 12 y 17 metros de eslora, entre 4,5 y 5 metros de manga y entre 0,9 1,4 metros de calado. Los barcos tendrán que estar preparados además para operar a una velocidad máxima de 28 nudos durante al menos tres horas.