(Infodefensa.com) Peter Watson, Lima No llama la atención si en las Fuerzas Armadas de algún país con gran presupuesto de Defensa se cancelen de forma periódica unos cuantos procesos de compras militares. En cambio, en un país suramericano, con limitados recursos destinados al sector Defensa, con limitada holgura para gastos que cierto sector político considera superfluos, con compras que no alcanzan para generar economías en escala al atomizar los requerimientos en lugar de estandarizar y agrupar los sistemas de armas adquiridos, ahí llama la atención la continua cancelación de las adquisiciones militares.
Por reclamos de empresas competidoras; intervención de la Contraloría (con o sin razón); intervención del Congreso, las más veces con un pronunciado desconocimiento del tema militar y las necesidades del sector; por incumplimiento del contratista; por requerimientos y procesos de compra mal definidos; o simplemente por compras inadecuadas, son múltiples las razones que en tiempos recientes han frustrado compras del Ministerio de Defensa del Perú y las instituciones dependientes.
Es turno del Ejército del Perú, que en esta oportunidad habría cancelado la compra de misiles MANPADS Chiron, fabricados por la corporación surcoreana LIG Nex1. Con una inversión de más de 40 millones de dólares, el programa de compra incluye 18 lanzadores, tres radares, un simulador, entrenamiento, soporte logístico y transferencia de tecnología. Ver notas anteriores: Decisión de Compra y Evaluación.
Extraoficialmente, el reclamo de Rosoboronexport - al incorporar el sistema de armas Chiron tecnología rusa sin licencias para exportación a terceros países - ha calado en las autoridades militares peruanas. LIG Nex1 promociona el Chiron como un misil anti-aéreo de corto rango de mayor precisión que los misiles Igla y Stinger.
La Agencia Central de Compras, si bien no la panacea, tendería a concentrar esfuerzos, agilizar procesos y adquirir los equipos más adecuados para los requerimientos y presupuesto militar delanación. Con la mencionada agencia especializada, las cancelaciones deberían de reducirse a niveles acorde con las dimensiones y frecuencia de las compras de los institutos militares peruanos. Buena parte de la modernización de las Fuerzas Armadas del Perú está quedando en papel.