La Infantería de Marina de Venezuela se fortalece
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La Infantería de Marina de Venezuela se fortalece

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La génesis de la Infantería de Marina de Venezuela se remonta a 1822 cuando, en plena Guerra de Independencia, se crea el primer batallón de este cuerpo naval. Al finalizar la contienda, por razones presupuestarias, desaparece paulatinamente.

En las décadas subsiguientes, la Infantería de Marina reaparece en varias ocasiones y distintas formas pero de manera efímera. En 1938 se crea la Compañía de Defensa de Costas, a la que tres años después le sigue otra de Infantería de Marina. Pero es a partir de diciembre de 1945 cuando se crea un Batallón de Infantería de Marina al que se le suma un segundo el año siguiente, que comienza el desarrollo sostenido de este importante elemento de la Armada de Venezuela.

En 1961 recibe su primer armamento pesado, cañones antiaéreos bitubo autopropulsados de 40 mm, M42 Duster, con los que se forma una batería de artillería antiaérea. Es, sin embargo, en la primera mitad de la década siguiente cuando la Infantería de Marina se potencia con la activación de nuevas unidades, incluidas de Artillería, Vehículos Anfibios, Fuerzas Especiales, Comunicaciones, Ingeniería. Destaca también el armamento adquirido en ese entonces: vehículos blindados anfibios de la serie LVT7 y obuses Oto Melara M-56 de 105 mm, entre otros medios. A mitad de los años 80, el elemento blindado es reforzado con 38 vehículos anfibios Engensa EE-11 Urutú.

Medios de desembarco anfibio

La Armada venezolana contó con su primer buque de desembarco anfibio en 1947, cuando adquirió, en Estados Unidos, una unidad tipo LST (Landing Ship Tank). A finales de la década siguiente recibió cuatro tipo LSM (Landing Ship Medium) y unos años después otro LST, también excedente de la Armada norteamericana de la Segunda Guerra Mundial. En 1973, incorporó un tercer LST estadounidense, pero de una versión de postguerra.

A mediados de la década de los ochenta se incorporaron seis unidades de nueva construcción, dos LCU (Landing Craft Utility) norteamericanos y cuatro LST ordenados en Corea del Sur que constituyen el activo actual en cuanto a medios de desembarco se refiere.

Desde entonces no se han incorporado nuevos buques anfibios salvo, los más parecido a estos, cuatro buques RoRo tipo Damen Stan Lander 5612, cuya entrega se completó recientemente y a los se agregarán ocho más de la última versión, Landing Ship Logisitic 55, actualmente en construcción y que sí tienen alguna capacidad para desembarcos anfibios.

Siglo XXI

Con el advenimiento del siglo XXI se inició un proceso de transformación de la Infantería de Marina venezolana que no ha tenido tregua. El orden de batalla actual del Comando de Infantería de Marina comprende nueve brigadas: cuatro de asalto anfibio, tres fluviales, una de Comandos y una de Policía Naval. Habría que agregar dos brigadas de Ingenieros adscritas al Cuerpo de Ingenieros de la Armada, que incluye algunos batallones de Ingenieros de Combate.

En materia de equipamiento, desde el inicio del siglo actual, lo más importante ha sido la compra en China de material que se encuentra en proceso de recepción y que incluye: tanques anfibios VN16, blindados anfibios de combate de Infantería 8x8 VN1 y VN18, sistemas de lanzacohetes múltiples SR.5 de 122/220 mm, morteros autopropulsados de 81 mm y de 120 mm, equipos de comunicaciones, camiones tácticos 4x4 y 6x6 North Benz serie 2629, camiones tractores 8x8 Taian TAS5380, misiles antitanque HJ-73D Hong Jian, municiones y material logístico y de campaña.

A estas adquisiciones hay que agregar, igualmente, decenas de lanchas de combate fluvial de 25 pies, de construcción norteamericana y nacional.

Proyecciones

La Infantería de Marina, en casi todas las naciones que disponen de ella, está concebida como un cuerpo de asalto anfibio, “la proyección del poder naval en tierra”. Por lo tanto, para cumplir con ese cometido, debe contar con medios idóneos que le permitan desembarcar para establecer una cabeza de playa en territorio enemigo. Y esos no son otros que buques de desembarco anfibio.

En ese capítulo, la Armada venezolana sigue contando con los cuatro LST y los dos LCU, incorporados a mediados de los ochenta, aparte de los nuevos buques logísticos de Damen con capacidades anfibias limitadas. Hay que decir, sin embargo, que en el Plan Naval presentado en 2005 estaba prevista la adquisición de hasta tres buques tipo LPD (Landing Platform Dock) e incluso se habló de LHD (Landing Helicopter Dock). Trascendió que, con ese propósito, a finales de la década pasada se conversó con astilleros italianos sobre buques LHD, pero más recientemente el interés se centró en un modelo LPD chino.

Por otra parte, está el elemento aéreo para el “desembarco vertical” y el apoyo aéreo táctico cercano. En la actualidad la Aviación Naval cuenta, para ambos cometidos, con media docena de helicópteros Bell 412EP y otro tanto de Mi-17V-5. Ambos modelos pueden ser armados con ametralladoras y lanzacohetes, pero únicamente los Bell 412EP pueden ser embarcados en los actuales buques de la Armada que cuentan con cubierta de vuelo, no así los armatostes rusos. Hace un par de años, trascendió sobre las negociaciones para adquirir helicópteros de ataque chinos Harbin Z9W, pero estas aún no se han concretado. Hay que decir igualmente que en la nueva orgánica de la Infantería de Marina está programada la activación de dos grupos de Caballería Aérea, pero estos están encuadrados en sendas brigadas fluviales, no en las de asalto anfibio.

Sin dudas, a la Infantería de Marina venezolana se le está dotando de los medios idóneos para fortalecerla, pero también es necesario que la flota cuente con modernos buques de asalto anfibio para lograr la combinación adecuada.



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