(Infodefensa.com) A. López, San Salvador Los hechos parecen indicar que Estados Unidos ha priorizado el apoyo en equipo aéreo para El Salvador sobre el resto de países del Triángulo Norte (zona que abarca Guatemala, Honduras y también El Salvador) o inclusive del resto de Centroamérica, a excepción quizás de Nicaragua que históricamente ha recibido más cooperación de Rusia, desde la era soviética.
Tanto es así que la primera en recibir una flota nueva de helicópteros por un valor superior a los nueve millones de dólares fue la Fuerza Aérea de El Salvador (FAS). Se trata de tres aeronaves del modelo MD500E, las cuales arribaron a territorio salvadoreño, procedentes de la planta de MD Helicopters, en Mesa, Arizona, el pasado 5 de octubre.
Mientras que Guatemala y Honduras, aún cuando también han expresado su necesidad de renovar parte de sus flotas militares aéreas, no han recibido ninguna respuesta en lo que respecta a donativos y cooperación de relevancia en equipo por parte de los estadounidenses, al menos hasta el momento de redactar este artículo, octubre de 2012.
El más importante donativo en este rubro ha sido el que los salvadoreños recibieron hace pocos días, desde que la ayuda militar norteamericana fluía a manos llenas en los 80. Aún cuando en esa época las aeronaves de ala fija, sobre todo los Cessna A-37 Dragonfly, y los de ala rotativa, tanto los Bell UH-1H como los Hughes 500, entre otros, eran de segunda mano y tanto Guatemala, Honduras como El Salvador recibieron constante y equitativo apoyo.
Aunque en el caso de Honduras si hubo una mayor prioridad en ese momento, pues recibió una pequeña flota de al menos 11 Northrop F-5E/F Tiger II, los cuales aún se encuentran operativos, pero en menor grado por lo antiguo de su maquinaria y lo costoso de su operación, pero aún así representan el mayor poderío en aviones caza en toda la región. Además, Honduras también cuenta con el modelo CASA C-101 Aviojet.
A pesar de eso, el año pasado Estados Unidos donó a Honduras un par de avionetas del tipo Maule MXT-7-180 monomotor, nada sofisticadas ni del tipo acostumbrado para tareas militares, para ser utilizadas en el combate al narcotráfico, rescates y asistencia humanitaria.
Ante esta realidad, a Guatemala y a Honduras no les ha quedado más que financiar por cuenta propia a sus fuerzas aéreas, ya sea por la vía de impuestos especiales o préstamos.
Por su parte, Honduras ya aplica un impuesto especial para financiar la seguridad y el año pasado el jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, general de división René Osorio, confirmó a Infodefensa.com que esa sería la fuente de financiación para la posible compra de equipo para las fuerzas armadas, entre el que se pretendía la incorporación de una pequeña flota, cuyo número no se ha confirmado, de aviones de ataque ligero, de fabricación brasileña, Embraer EMB314/A-29 Súper Tucano.
Sin embargo en las últimas semanas, se ha conocido a través de muchos medios de comunicación hondureños que la recaudación de la tasa de seguridad ha sido muy baja y no se cumplirá con la meta para fin de año para satisfacer la necesidades de seguridad pública y defensa, por lo que hasta se estaría pensando financiar por la vía de préstamos internacionales ese déficit.
Hasta septiembre se habría recaudado alrededor de 500 millones de lempiras, unos 25 millones de dólares, mientras que la meta a fin de año, a menos de tres meses de finalizar el 2012, era de 1.500 millones de lempiras, cerca de 80 millones de dólares
Analizamos obtener préstamos a largo plazo y bajos intereses en base a la rentabilidad que podríamos tener en el futuro para ampliar la cantidad de recursos que pueda tener el fideicomiso (impuesto para la seguridad), dijo el representante del sector privado hondureño ante el Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad, Eduardo Facussé, según publicación del periódico local El Heraldo, de finales de septiembre.
El empresario expresó además que después de destinar 55.000 dólares, procedentes del fondo de impuesto a la seguridad, para la reparación de dos helicópteros de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), este mismo año, ahora se tiene la lista de los recursos para restablecer 125 vehículos.
Además se tiene programada varias remodelaciones y la compra de chalecos antibalas para mejorar la efectividad de los entes de seguridad, entre otras obras vinculadas a este rubro.
A pesar de las declaraciones del general Osorio, en el primer trimestre de este año se conoció que la compra de los Súper Tucanos debía esperar y se optaría por la reparación y repotenciación de sus antiguas aeronaves Embraer EMB312/T-27 Tucano y se apoyarían de técnicos brasileños para ello.
Pero a esta fecha, a octubre, de acuerdo con Facussé no se ha contemplado ninguna reparación de los Tucanos, como trascendió hace meses.
En lo referente a Guatemala, se ha avanzado mucho más a este respecto, aún cuando al igual que Honduras se dotará de equipos militares de defensa por la vía del crédito.
El Congreso guatemalteco aprobó dos préstamos la segunda semana de octubre para la compra de seis Súper Tucanos y un lote de radares españoles, al parecer estos últimos de la empresa INDRA, tal y como el Presidente de Guatemala, Otto Pérez, había anunciado en agosto pasado.
Se trata de un monto global por 169 millones de dólares. El Parlamento aprobó, con carácter de urgente, la suscripción de un crédito por 133 millones de dólares con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, y otro por 36 millones de dólares con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de España, los cuales servirán para financiar la compra de seis aeronaves y tres equipos de radar, respectivamente.
La petición para contratar esos créditos fue hecha a mediados del año pasado por el entonces presidente Álvaro Colom y ratificada hace un mes por el actual mandatario, Otto Pérez.
Guatemala también ha implementado un impuesto especial para financiar la seguridad y la defensa, a través del rubro del turismo, por lo que la fuente de pago de dichos préstamos internacionales estaría garantizada por esa tasa.
Como quiera que se vea, El Salvador ha salido mejor beneficiado en esta área de la cooperación en equipo aéreo militar por parte de los Estados Unidos, después que fue la primera nación del Triángulo Norte centroamericano en expresar su interés por los Super Tucano, hace casi tres años, pero al final las cuentas del presidente Mauricio Funes no alcanzaron, aunado a las críticas de la empresa privada salvadoreña, cuyos señalamientos también habrían congelado la iniciativa de Funes en crear, como sus vecinos, un impuesto para apoyo a la seguridad y la defensa.
Y ahora es Guatemala la que está más cerca de estrenar los aviones brasileños en cielos centroamericanos.