Airbus ensaya en un C295 las tecnologías que llevarán sus futuros aviones

Airbus ha presentado en su planta de Sevilla un demostrador tecnológico basado en su avión de transporte C-295, una aeronave exportada desde España a medio mundo, en el que ha probado nuevos sistemas y soluciones que permitirán avanzar en el desarrollo de aviones, tanto militares como civiles, más eficientes y, sobre todo, más sostenibles.

El desarrollo de este demostrador se enmarca dentro de la iniciativa Clean Sky 2 de la Unión Europea. Airbus inició los vuelos el pasado 25 de enero y durante las últimas semanas ha efectuado una decena de salidas desde sus instalaciones de San Pablo para evaluar las tecnologías. El programa está muy enfocado a reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y NOx (óxidos de nitrógeno) y el nivel de ruido en el avión civil, pero también en la militar, donde cada vez más fuerzas aéreas apuestan por la sostenibilidad. De hecho, el desarrollo de los sistemas está dirigido por la división de Aviones Militares de Airbus.

Nuevas alas, satcom y controles de vuelo

Las novedades están principalmente en las alas y la configuración aerodinámica, las comunicaciones y el sistema de control de vuelo. El demostrador no es un prototipo, sino más bien un laboratorio volante. Así lo define José Antonio Urbano, ingeniero jefe de I+D de Aviones Militares. “En el ala hemos hecho unas modificaciones muy importantes para que sea capaz de adaptar el perfil a la configuración óptima de vuelo, es decir, estamos intentando replicar lo que hacen los pájaros”, explica a Infodefensa.com.

También se han introducido nuevos materiales, los winglets (o aletas) situados en la punta del ala son de fibra de carbono -en el C-295 de serie son metálicos-. Estos winglets además pueden moverse, lo que hace posible aliviar las cargas del ala en vuelo. “Con esto conseguiremos que en futuros diseños el ala no tenga que ser reforzada, por lo tanto, bajamos peso, consumo y emisiones de CO2”, destaca. A todo esto hay que sumar un sistema fly by wire para las superficies de control primarias, como los alerones, los flaps y los compensadores de los flaps.

Vuelo del demostrador tecnológico. Foto: Airbus

Airbus también ha instalado en este demostrador una antena plana de comunicaciones por satélite de apuntamiento electrónico. Está totalmente integrada en el fuselaje, por lo tanto, evita el carenado de las antenas actuales y reduce el consumo. Este sistema, señala Urbano, ha sorprendido en cuanto a prestaciones de subida y bajada de datos con “un rango del orden de 100 megabits”. Además, en los procesos productos se han introducido también mejoras principalmente en materiales donde se han diseñado nuevas piezas de fibra de carbono.

Despegues más cortos

Aunque todavía hay que analizar las pruebas efectuadas al detalle, las primeras conclusiones arrojan resultados muy interesantes desde el punto de vista de la operación. Por ejemplo, el avión ha podido efectuar despegues utilizando menos pista que la configuración estándar. Airbus ya está planeando introducir algunos de estos sistemas probados durante la campaña de vuelos en sus aviones. La antena, por ejemplo, será integrada con el sistema de misión de Airbus en el C-295 dentro de un proyecto de I+D que arranca este mismo año.

El jefe de I+D de Aviones Militares remarca que “esto es un laboratorio volante, pero el futuro está claro que es explotar estas tecnologías”. Asimismo, habla sobre la aplicación de estas tecnologías a la aviación militar. “Las Fuerzas Armadas y los ministerios de Defensa están demandando a la industria que seamos más sostenibles. Los acuerdos de París afectan a toda la Administración, también a las Fuerzas Armadas”. “Estamos empezando ese diálogo con nuestros clientes para introducir mejoras de sostenibilidad tanto en los productos actuales como los futuros”.

70 entidades de 12 países

En el proyecto han trabajado 70 empresas, universidades y centros tecnológicos de una docena de países europeos, con una importante presencia de empresas del entorno de Sevilla. Por ejemplo, Fada-Catec ha hecho unas carenas de fabricación aditiva, Aciturri ha suministrado elementos metálicos y también han participado empresas como Skyline, Aertec o las universidades de Cádiz y Sevilla.

Directivos y autoridades junto al avión en la presentación. Foto: Airbus

El jefe de Ingeniería de Airbus Defence and Space, Francisco Javier Segura, incidió en que el objetivo ahora es introducir estas tecnologías de fabricación, sistemas y materiales en diferentes programas. “El avión de transporte futuro o una modificación de este ya introducirá esta tecnología, pero necesitan un proceso de maduración”. Además, destacó que el concepto de sostenibilidad es “también importante en el mundo de la defensa”. Por su parte, jefa de Desarrollo y Tecnología de Airbus Defence and Space, Belén García, profundizó en el reto de reducir las emisiones a partir de 2030 en la aviación. “Nunca antes hemos estado ante un cambio tecnológico tan grande en tan poco tiempo. Todavía faltan otras tecnologías para llegar a ese objetivo”, comentó.

Reducción de emisiones de hasta el 70%

Según los primeros estudios, la aplicación de estas tecnologías en una futura configuración regional multimisión podría lograr una reducción de hasta un 40% de CO2 y un 70% de NOx en una misión estándar de búsqueda y rescate de 400 millas náuticas, con un nivel de ruido durante el despegue inferior a un 45%.   

Durante la presentación del demostrador, Infodefensa también tuvo la oportunidad de charlar con el jefe de tripulaciones y responsable de ensayos de vuelo de Airbus, Nacho Lombo, que se ha puesto a los mandos del avión.

“El ala es nueva y la configuración de ‘slap’ también, lo que hace que el avión sea más eficiente. Mejora las capacidades del avión en todas las velocidades incluida la baja. A falta de ver los datos, podremos utilizar pistas más cortas con unas velocidades ajustadas, con un consumo del avión más bajo. Tenemos las bases para introducir estas tecnologías en futuros aviones ya sea el C295 o nuevos desarrollos para conseguir un avión de bajo consumo e impacto ambiental”, detalló. Los nuevos mandos de vuelo hacen más fácil el pilotaje, agregó, y junto con los sistemas de apoyo, permiten que “el piloto tenga que dedicar menos tiempo al volar y más a la misión”, algo que marca la diferencia en las operaciones militares.