El Ejército de EEUU deja en tierra sus 400 helicópteros Chinook por peligro de incendio

La flota completa de helicópteros militares de transporte CH-47 Chinook con los que cuenta el Ejército de Estados Unidos ha dejado de operar. Los en torno a 400 aparatos de su inventario van a permanecer en tierra mientras se resuelven los problemas de fugas de combustibles detectados que han provocado un “pequeño número” de incendios de motor. En ellos no se han producido daños personales, pero se ha optado por paralizar eventualmente el uso de los aparatos en tanto se resuelve el problema. “Nos aseguraremos de que nuestra aeronave permanezca segura y en condiciones de volar”, ha apuntado Cynthia Smith, portavoz del Ejército.

En este momento se están comprobando las condiciones de alrededor de 70 Chinook, en los que se sospecha que pueda existir alguna deficiencia relacionada con el problema, según la información recogida por la cadena norteamericana ABC de fuentes oficiales.

La información ha sido adelantada por el rotativo económico The Wall Street Journal, y en ella no se apunta a ninguna incidencia similar en alguna de las otras numerosas flotas de CH-47 Chinook que operan en el mundo, entre las que se incluyen los 17 aparatos con los que cuenta España, y que actualmente están siendo reconvertidos a la avanzada versión CH-47F por su fabricante, Boeing.

El Chinook cumplió el año pasado 60 años desde que realizó su primer vuelo, el 21 de septiembre de 1961, y en Boeing afirman que la aeronave está “posicionada para volar durante al menos 100 años”.

Programa de Boeing

El del CH-47 es el programa de producción más antiguo de Boeing y uno de los más antiguos en la historia de la aviación. En 2017, Boeing recibió un contrato para desarrollar la próxima generación de Chinook para el Ejército de EEUU y operaciones especiales. El denominado programa Block II, del que el Ejército norteamericano encargó las primeras unidades el año pasado, incorpora actualizaciones para aumentar su capacidad de elevación, mejorar la similitud entre los aparatos del Ejército de EE UU y los de las flotas aliadas y reducir los costes de mantenimiento.