Hungría eleva a 18 su flota de cazas Gripen con la compra a Saab de cuatro más

La compañía sueca Saab ha obtenido un encargo para dotar a la Fuerza Aérea Húngara de cuatro aviones de combate Gripen C/D adicionales. El acuerdo se ha realizado a través de la Administración Sueca de Material de Defensa (FMV), encargada de suscribirlo con el Ministerio de Defensa de Hungría. Se trata de una ampliación del contrato que ambas partes acordaron en 2001 para la compra de 14 aeronaves del mismo modelo. Con la adquisición formalizada ahora, Hungría completará una flota de 18 de estos aparatos.

En palabras del presidente y director ejecutivo de Saab, Micael Johansson, “con el caza Gripen, Hungría tiene una de las fuerzas aéreas más capaces de Europa”, que dedicará, de acuerdo con la información facilitada por la empresa, a “proteger y defender el espacio aéreo húngaro y de la OTAN”.

Tras rubricar el renovado acuerdo, Johansson se ha mostrado confiado en “continuar nuestra estrecha colaboración con el gobierno húngaro y la industria de defensa”.

Actualmente, también está en vigor un contrato de la compañía sueca con la FMV en relación para dar soporte a estos aparatos, “y Saab está listo para proporcionar actualizaciones adicionales y apoyo a los combatientes húngaros más allá de 2035”, añade la fuente.

Al tiempo que se ha realizado la nueva compra, el Ministerio de Defensa húngaro también ha firmado un memorando de entendimiento (MoU) con Saab “el desarrollo de áreas industriales de alta tecnología y capacidades de aviones de combate”. Esta cooperación incluye el apoyo al establecimiento de un centro de excelencia para tecnologías de realidad virtual en Hungría.

Desencuentros en el pasado                                                

La buena sintonía que reflejan las autoridades húngaras y suecas con este acuerdo distan de los desencuentros que llevó hace algo más de cuatro años al Gobierno húngaro a reconsiderar reemplazar sus Gripen por cazas de quinta generación F-35 o bien F-16, ambos de fabricación estadounidense. Las tensiones de aquel momento se debieron a las críticas suecas a la política húngara de fomento de la natalidad, con exenciones fiscales a familias con muchos hijos, que la entonces ministra de Asuntos Sociales del país nórdico llegó a comprar con el nazismo. La política antiinmigración húngara también estuvo en el centro de las críticas del Gobierno sueco. El malestar que todo ello ocasión puso en peligro la apuesta húngara por el caza JAS 39 Gripen. Finalmente, la situación se ha reconducido, como demuestra la nueva compra de cuatro unidades. Este desencuentro entre ambos países estaba impidiendo la entrada de Suecia a la OTAN.