El Ministerio de las Fuerzas Armadas francesas ha decidido apoyar a la compañía local Dassault Aviation en el proyecto de demostrador de avión especial. El propio ministro, Sébastien Lecornu, ha sido el encargado de suscribir con el presidente y consejero delegado (CEO) de Dassault, Eric Trappier, el acuerdo para impulsar esta iniciativa, que tiene como primer paso previsto el desarrollo de un demostrador con vistas a la creación de una familia de aviones espaciales bautizada como Vortex, por las siglas en francés de Vehículo Orbital Reutilizable de Transporte y Exploración.
La empresa ha emprendido el proyecto, en el que ahora “está elaborando esta hoja de ruta”, comenzada con la iniciativa del demostrador, “para contribuir al desarrollo de capacidades estratégicas clave y responder a los nuevos retos de la economía espacial”. La finalidad es abordar múltiples aplicaciones para el futuro ingenio, “entre ellas el transporte hacia y desde la órbita, y misiones civiles y militares para una plataforma orbital autónoma”.
Trappier compara la versatilidad con la que ha sido diseñado el avión espacial Vortex con la de las aeronaves civiles y militares que desarrolla su empresa. Con él espera contribuir “a transformar los usos del sector espacial y a abrir nuevos campos de aplicación”.
En la que Trappier califica de “encrucijada de las tecnologías aeronáuticas y espaciales, el Vortex allanará sin duda el camino a una nueva generación de aeronáutica espacial”. Y por esa misma vía espera que consolide “la posición estratégica de Francia como potencia espacial de primer orden”.
Dassault Aviation esgrime su “sólida y reconocida experiencia industrial” como arquitecto e integrador de sistemas aéreos complejos para dar robustez al proyecto. Su fortaleza se ve además reforzada por las habilidades que ya ha adquirido en el sector espacial, a través de “proyectos emblemáticos como Hermès, el X-38 y el IXV”.
“Reducir incertidumbres tecnológicas”
En el caso del futuro demostrador, lo que la compañía pretende es “validar las prestaciones críticas asociadas a la configuración de un avión espacial, en particular el control del vuelo hipersónico, las tecnologías avanzadas de protección térmica y el control de vuelo”.
Sus objetivos de demostración, explica el fabricante, “constituyen una etapa esencial para reducir las incertidumbres tecnológicas y preparar las futuras decisiones sobre las capacidades espaciales operativas, tanto militares como civiles”.
‘New Space’
Dassault enmarca el “enfoque de innovación ágil destinado a acelerar la maduración de tecnologías críticas y conceptos disruptivos”, que ha adoptado en este programa, en el denominado New Space. En él persigue optimizar procesos industriales y buscar un equilibrio óptimo entre rendimiento técnico, tiempo de desarrollo, mitigación de riesgos y eficiencia de costes.
El presidente de Dassault Aviation se ha mostrado orgulloso “de asumir este reto histórico y agradece al Ministerio de las Fuerzas Armadas francés su confianza”, plasmada en el acuerdo de apoyo firmado ahora.