De Gregorio (Madoc): "Estamos experimentando con medios robóticos y aéreos no tripulados, sensores y comunicaciones"
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De Gregorio (Madoc): "Estamos experimentando con medios robóticos y aéreos no tripulados, sensores y comunicaciones"

El Mando de Adiestramiento y Doctrina acaba de cumplir 25 años
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El Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejército de Tierra acaba de cumplir 25 años. Con motivo de este aniversario, Infodefensa.com ha entrevistado a su jefe, el teniente general Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, para conocer los retos que tiene por delante este mando joven, pero fundamental en la definición del Ejército 35 y en otros procesos ya en marcha como la elaboración de nuevas plantillas y la transformación digital.  

¿Qué papel desempeña el Madoc?

El Mando de Adiestramiento y Doctrina es un mando de primer nivel, dependiente del JEME. Tiene la misión de gestionar el conocimiento en un ámbito muy importante, la preparación. ¿Cómo hacemos esto en el Madoc? A través de un ciclo de gestión del conocimiento que comienza con la identificación del entorno operativo en el que van a tener que actuar las unidades del Ejército de Tierra en un horizonte determinado, en este caso, el JEME ha marcado el 2035. Mediante la investigación de nuestro personal, y contando con la universidad, ‘think tank’ y oficiales de enlace en otros ejércitos, llegamos a identificar las capacidades que necesitará el Ejército de Tierra en ese escenario futuro. Después venimos al presente y empezamos a desarrollar esas capacidades. Estamos hablando de organización, procedimientos, doctrina, armamento o equipos que empezamos a desarrollar ahora para que cuando llegue el horizonte marcado esté a disposición de las unidades. En el entorno del 2035 también es muy importante identificar la formación que necesita nuestro personal. Esa formación la identificamos y compartimos a través de nuestro centros docentes; tenemos trece distribuidos por España. Y también identificamos aquellas necesidades en el ámbito de la instrucción y el adiestramiento podemos mejorar. A través de los dos centros de adiestramiento que tenemos tratamos de apoyar a la Fuerza en la preparación al combate. Todo este ciclo se pone a prueba cuando las unidades despliegan en operaciones y ejecutan sus misiones. Con las lecciones aprendidas realimentamos el proceso y empezamos otra vez para estar siempre ajustados y adaptados a la situación.

¿En qué punto está el proyecto Ejército 35?

El Madoc tiene un papel importante. Estamos implicados en el desarrollo y actualización de los procedimientos de combate de las unidades en ese entorno y también estamos desarrollando, una vez publicada la doctrina de fuerzas terrestres el pasado verano, el árbol doctrinal, haciéndolo coherente con el ámbito conjunto y combinado. En materiales, estamos diseñando los requisitos operativos de los materiales que va a utilizar el Ejército 2035. En el ámbito de la organización, estamos diseñando las plantillas de las unidades de la Fuerza y cuarteles generales desplegables. Lo que se llama las plantillas de referencia doctrinal. Una transición entre las actuales y las que se van a necesitar en el año 2035. Y luego estamos participando en la experimentación no solo de materiales, sino también de procedimientos y organización, empleando los medios de simulación como el Minerva.

¿Cómo serán las plantillas futuras?

En plantillas, lo que estamos viendo es que las unidades tipo brigada -unidad básica de empleo- habrá una reducción de personal porque la tecnología nos va a permitir incrementar las capacidades con un menor empleo de personal.

¿Qué tecnologías serán claves en todo este proceso?

Las tecnologías que van a afectar a todas las capacidades son la inteligencia artificial y la robótica, sobre todo. Tecnologías que reducen la intervención del hombre, pero plantean retos éticos y jurídicos que debemos afrontar y abordar. De hecho, el próximo mes organizamos aquí en Granada las jornadas Retos Futuros del Ejército de Tierra que analizarán precisamente esto.

¿Estas tecnologías marcarán la diferencia?

Son estas tecnologías las que consideramos que van a ser disruptivas; la robótica, la inteligencia artificial para procesar toda la información, la sensorización del campo de batalla, la conexión de los sensores con los sistemas de mando y control... Van a influir de manera importante en todos los sistemas de apoyo a la decisión. Y eso es lo que estamos estudiando, la influencia de las nuevas tecnologías en el campo de batalla futuro.

¿Cómo marcha la experimentación con materiales?

Estamos experimentando en la actualidad con medios robóticos de detección, sensores, medios aéreos no tripulados, sistemas de mando y control, y comunicaciones. Nosotros iniciamos el proceso de obtención con la redacción de los requisitos operativos y tratamos después de que el proceso sea lo más rápido posible, porque la evolución de la tecnología es constante. La incorporación de las nuevas tecnologías a los materiales también debe ser constante. El proceso debe ser, sobre todo, corto para poner a disposición de las unidades los materiales lo antes posible.

¿Qué tendencias marcarán los conflictos futuros?

Estamos viendo en la actualidad que los conflictos son de tipo híbrido, donde entran a jugar todos los instrumentos de poder: diplomático, económico y también el militar. La tendencia es que este tipo de conflictos se sigan produciendo no solo en los dominios clásicos (tierra, mar y aire), sino también en el espacial, cibernético y el cognitivo, en el que tienen especial importancia las operaciones de información. Habrá que actuar en estos dominios y coordinar las acciones.

¿También están muy pendientes de conflictos actuales como la guerra en Ucrania?

Nos mantenemos al día de todos los conflictos. Nuestra misión también es analizar las capacidades que se ponen en juego, las innovaciones en el campo de procedimientos, organización y materiales, y cómo funcionan en los conflictos, de manera que podamos extraer lecciones aprendidas e incorporarlas a nuestro propio proceso de modernización.

¿Por qué es importante el Madoc?

El Madoc es joven, solo tiene 25 años. En su día fue creado, a semejanza de otros ejércitos, asumiendo que el conocimiento, recurso fundamental en la era de la información, es un potente multiplicador del resto de recursos. La experiencia de estos años pone de manifiesto que la creación del Mando de Adiestramiento y Doctrina, como gestor del conocimiento, fue un auténtico acierto. El futuro es brillante también. El horizonte marcado del 2035 llegará y después estableceremos otro horizonte temporal y el ciclo volverá a comenzar. El Madoc es una herramienta muy importante para mejorar la preparación del Ejército y también para facilitar la adaptación al cambio, que es constante.

¿Qué otros retos tiene por delante además del Ejército 2035?

Uno de los retos más importantes ahora es la transformación digital que afecta a todo el Ministerio de Defensa. En el Madoc, estamos identificando procesos para después digitalizarlos. Nos afecta de manera importante también en la formación, como responsables de los centros docentes, somos los encargados también de impartir las habilidades digitales requeridas para cada puesto. La transformación digital tiene que reflejarse en la estructura de la organización, los procedimientos, y en los medios físicos y materiales. Todo esto será una auténtica revolución en la que ya estamos inmersos.



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