​Sánchez depende de Podemos para invertir más en defensa en 2023 y del PP para blindar la subida

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tendrá fácil materializar el incremento de la inversión en defensa anunciado esta semana durante la cumbre de la OTAN de Madrid. El plan contempla un aumento del presupuesto de defensa ya en las cuentas públicas del próximo año, una cuestión que Sánchez deberá negociar sí o sí con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, y con el resto de partidos, en su mayoría nacionalistas y alejados de los principios de la Alianza, que apoyan al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados. A lo largo, el objetivo es cerrar un pacto de Estado para blindar la inversión que pasa por un acuerdo con el PP.

Podemos y otros socios como ERC o Bildu no parecen dispuestos a dar el visto bueno. La ministra Ione Belarra, líder de la formación morada, ha adelantado que las intenciones de Sánchez deben “traducirse en un acuerdo presupuestario”. “España necesita más rentas garantizadas, que a la gente la atiendan en Atención Primaria en 24 o 48 horas, que la gente tenga especialista en el médico. No más tanques ni más armas”, ha asegurado. Unas declaraciones muy alejadas de la posición del presidente del Gobierno.

El objetivo es aumentar el presupuesto de defensa de forma progresiva los próximos ocho años hasta alcanzar el 2% del PIB en 2029. El Plan de Estabilidad, remitido por el Gobierno a Bruselas el pasado mes de abril, esboza la hoja de ruta a seguir. La idea a corto y medio plazo es aumentar dos décimas de PIB la inversión en 2023 y una décima adicional en 2024 y 2025 -cada año-.

Pacto de Estado con el PP

Más fácil parece en principio alcanzar un acuerdo de Estado con el PP para blindar el incremento del presupuesto durante los próximos ocho años. El partido dirigido por Alberto Núñez Feijoo no respaldará un aumento en defensa dentro de unos presupuestos generales, sin embargo, está abierto a negociar, como ha dicho Sánchez, “un acuerdo de país”, que siente las bases de una subida progresiva del presupuesto de defensa de aquí a 2029.

Sánchez se comprometió el pasado mes de marzo a incrementar el presupuesto de Defensa hasta el 2% del PIB acordado con la OTAN para responder a los desafíos a la seguridad tras la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces, los ministerios de Defensa y Hacienda trabajan para materializar el aumento, como ha confirmado la titular de Defensa, Margarita Robles. 

España acabará este año en el penúltimo lugar en inversión en defensa respecto al PIB dentro de la OTAN, solo por delante de Luxemburgo, según las previsiones de la Alianza. El gasto rondará el 1,01%, unos 13.100 millones de euros. La Alianza tiene en cuenta en su cálculo, además de la partida que aparece en los Presupuestos Generales del Estado, las pensiones, la inversión I+D y también el gasto en las misiones en el exterior.

Estas cifras colocan a España en una posición complicada dentro de la Alianza, con poco margen para seguir retrasando el aumento de la inversión en defensa sin perder credibilidad. No hay que olvidar que todos los aliados se comprometieron en la cumbre de Gales de 2014 a aumentar el presupuesto hasta el 2% del PIB en 2024 y que muy pocos han cumplido por el momento; solo ocho de los treinta miembros de la organización.