El suministro de 40 aviones de combate Eurofighter, que la firma británica BAE Systems tiene pendiente de ejecutar para Turquía, está a un paso de culminase. Este último trecho tienen que andarlo las autoridades alemanas, que llevan meses impidiendo que la operación culmine por sus recelos acerca del cumplimiento de los derechos humanos en Turquía. El Eurofighter es un avión de combate desarrollado por Alemania, Reino Unido, España e Italia en el que cada país se encarga de tramitar su exportación en cada caso (Reino Unido lidera el acuerdo con Turquía), pero precisa de la autorización de los demás.
La llegada del nuevo Gobierno de Friedrich Merz, líder del conservador CDU, elegido e pasado mayo, ha abierto las expectativas de que Berlín al fin de luz verde a esta esperada venta de cazas a Ankara. Lo que está a punto de ocurrir, según recoge el medio alemán Handelblastt, después de que Merz se reuniese el pasado miércoles con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al margen de la cumbre la OTAN.
Reino Unido presentó el pasado marzo su oferta formal para la venta de estos aviones a Turquía, tras meses de altibajos protagonizados por ese veto alemán, y después de que Ankara hubiese confirmado la compra a Estados Unidos de 40 cazas F-16 Viper (en una operación igualmente complicada que impulsó el interés por los Eurofighter como alternativa).
Se da la circunstancia de que Turquía fue miembro del programa internacional del F-35, del que Washington le echó como consecuencia de la compra por parte de Ankara de sistemas antimisiles S-400 a Rusia. El propósito turco era volver a integrarse en este proyecto para obtener los aviones de Lockheed Martin, lo que se ha estado acariciando en los últimos meses. Sin embargo, los recelos que crecieron más recientemente entre los compradores internacionales de este caza de quinta generación no invitaban a pensar que la operación acabe completándose, al tiempo que puede beneficiar a la venta de los Eurofighter.
Interés por el F-35
En todo caso, otras informaciones apuntan a un renovado interés turco por tratar de hacerse también con los F-35, además de los F-16 Viper ya comprometidos y los Eurofighter cuya venta se está tramitando.
Si cuaja la operación, los Eurofighter podrán cubrir el hueco en capacidades que el país tendrá desde que a principios de la próxima década comience a retirar su actual flota de F-16, que suma 270 aparatos de las versiones C/D, y mientras avanza el proyecto de caza indígena de próxima generación TF-X.
Una compra de cazas Eurofighter también conlleva la adquisición de conocimientos tecnológicos para el futuro avión de combate turco. Algunos expertos han llegado a señalar la posibilidad de que los eventuales Eurofighter turcos podrían acabar ensamblándose en el país. En ese caso, debería. contar con el acuerdo de los cuatro países socios del programa (Reino Unido, Alemania, España e Italia).
Handelblastt cita fuentes gubernamentales y de la industria, cuya identidad no revela, para apuntar que la luz verde a la operación de venta del avión europeo a Ankara está más cerca.