Alemania logra de nuevo superar el veto suizo a Ucrania fabricando por sí misma munición del Gepard
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Alemania logra de nuevo superar el veto suizo a Ucrania fabricando por sí misma munición del Gepard

Rheinmetall ha acometido una combinación de ingeniería inversa y desarrollo adaptativo para conseguir producir los proyectiles de 35 mm
Munición de 35 mm para Gepard fabricado en Alemania. Foto. Rheinmetall
Munición de 35 mm para Gepard fabricado en Alemania. Foto. Rheinmetall
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El primer lote de nueva munición para carros antiaéreos Gepard ya ha salido para alimentar a los 46 carros antiaéreos Gepard que Alemania ha suministrado a Ucrania desde al año pasado en ayuda frente a Rusia. Sin embargo, no es Suiza, que hasta ahora tenía el monopolio de la producción de estos proyectiles de 35 mm, la que se ha encargado de fabricarlos, sino que lo ha hecho, por primera vez, la propia Alemania, lo que implica un importante esfuerzo, dado a priori que no contaba con las herramientas ni con otros elementos técnicos clave para realizarlo.

“El Gepard se ha convertido en un factor decisivo en la lucha de la nación en conflicto para defenderse”, explica el fabricante en la información que ha facilitado sobre esta operación. Ante su alto rendimiento, que les ha llevado a desempeñar “un papel esencial en la lucha por controlar su espacio aéreo, ya que han demostrado ser muy eficaces para contrarrestar los drones kamikazes que Rusia utiliza para atacar ciudades ucranianas”, se ha acordado llevar la producción, que Rheinmetall desarrollaba exclusivamente en Suiza, a Alemania, logrando saltar así el veto helvético a los envíos de material militar a Kiev.

La neutralidad esgrimida por Berna en sus relaciones internacionales ya ha llevado anteriormente a Alemania a buscar alternativas para lograr el suministro de distinto armamento a Ucrania. Es el caso del intento de entregar a Kiev 96 antiguos carros de combate italianos Leopard 1A5, que Suiza ha estado bloqueando por encontrarse ahora en manos de una compañía del país, Ruag SA, tras adquirirlo en 2016 a Rheinmetall. Finalmente, Alemania está tratando de no desaprovecharlos readquiriéndolos de nuevo para, tras ponerlos a punto, suministrárselos a Grecia, de modo que ésta cubra con ellos el hueco que dejen en su arsenal igual número de Leopard 1A5/GR que procurará a Ucrania.

En el caso de la munición para los Gepard, son las autoridades alemanas, de nuevo, las que han asumido la iniciativa, al pagar a Rheinmetall la nueva línea de producción en la que se están fabricando ahora.

“Rheinmetall produce desde hace mucho tiempo gran parte de su munición para armas de calibre medio en Suiza; Pero ahora se ha creado en Alemania nueva capacidad de producción para el suministro de los sistemas Gepard, donde se han invertido millones de euros en instalaciones y equipos”, precisa el comunicado de la empresa.

La producción de estos proyectiles en Alemania fue anunciada el pasado febrero por su ministro de Defensa, Boris Pistorius, tras haber acordado el suministro rápido de 300.000 unidades.

“Verdadero ‘tour de force”

“Debido a la urgencia y alta relevancia política del proyecto, la presión para completar las nuevas instalaciones fue inmensa desde el primer día, necesitando un verdadero tour de force tecnológico y logístico”, explica la fuente. Berlín ha estado tratando de obtener munición para los Gepard de los inventarios de otros países, en vista de que las unidades alemanas llevan fuera de servicio en torno a 15 años, de ahí la escasez de proyectiles con las que contaba. Sin embargo, el resto de usuarios no ha aceptado poner a disposición sus existencias, “alegando consideraciones políticas o restricciones constitucionales”.

Para lograr producir la munición en Alemania, ha sido necesaria “una combinación de ingeniería inversa y desarrollo adaptativo muy diferente a todo lo visto antes: la munición de 35 mm existente del armamento principal de un vehículo de combate de infantería se modificó para su uso en el Gepard”. En estos trabajos, añade el fabricante, “un desafío especial fue asegurarse de que la unidad de control de tiro del Gepard pudiera reconocer la munición de forma fiable”.

“A pesar de su excelente rendimiento, la electrónica y la tecnología de control de tiro del envejecido carro antiaéreo (desarrollado en la década de 1960) demostraron ser una verdadera caja negra”, explica Rheinmetall. “Al mismo tiempo, fue necesario ampliar la cadena de suministro de las nuevas municiones para minimizar al máximo la cuota de valor añadido suizo”.

“Cuanto antes, mejor”

El consejero delegado de la empresa, Armin Papperger, se refiere a “la amplia experiencia” de la compañía en ámbitos como “el desarrollo de municiones, la producción mecánica y el conocimiento de los materiales, en el desarrollo de armamento de defensa aérea, en las pruebas integrales con fuego real, en el diseño y construcción de instalaciones de producción”, que ha permitido a sus expertos trabajar “en todas partes con gran entusiasmo y gran compromiso personal para completar el proyecto. Sabían con qué urgencia Ucrania necesitaba municiones y cuanto antes, mejor”.

40.000 unidades este año

Tras múltiples ensayos en el campo de pruebas que el grupo tiene en Unterlüss, Baja Sajonia, el programa de verificación concluyó en mayo con el disparo con éxito de la nueva munición por un Gepard. Entre tanto, se construyó en Italia una línea de carga, montaje y embalaje de esta munición que posteriormente fue transferida a Unterlüss.

El cronograma de trabajo marca la entrega este año de 40.000 proyectiles. Ucrania recibirá 150.000 cartuchos de cada uno de los dos tipos diferentes de munición previstas: una (APDS-T) para penetrar metales pesados, ya la otra, con capacidad incendiaria altamente explosiva (HEI-T), concebida para derribar objetivos aéreos como aviones y misiles guiados. 



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