La primera jornada del Space & Defense Industry Sevilla se cerró con una mesa cuyo eje argumentativo giró en torno a la responsabilidad de la industria en la cultura de Seguridad y Defensa y la conclusión fue clara. El sector necesita ser más claro ante la ciudadanía, si la sociedad no conoce las amenazas, si no se habla claramente de qué hace la industria de defensa, qué fabrica, para qué sirve, cuánto empleo genera o qué tecnologías desarrolla, es imposible que se le tenga en cuenta. La reflexión es de los responsables de comunicación de Indra, Santa Bárbara Sistemas y Escribano, pero es aplicable a casi cualquier responsable de prensa del sector. La Defensa necesita comunicar más y de forma más entendible si quiere hacerse un hueco en la sociedad española como tiene en otros países de nuestro entorno.
La redactora jefa de El País Andalucía, Eva Saiz, condujo a tres grandes del sector, por las empresas que representan y por su bagaje profesional, presente o pasado, en las áreas del periodismo y la comunicación corporativa. Las mesa estuvo integrada por el director de Relaciones Institucionales de Indra, Sergio Sánchez; el director de Comunicación de GDELS-Santa Bárbara, Rafael Moreno; y la directora general para el Mercado de Defensa y Seguridad Nacional de Escribano, Teresa Cabezón.
Los tres coincidieron en la necesidad de una mayor transparencia con la ciudadanía o, mejor dicho, una mayor claridad. “No podemos enviar una nota de prensa hablando de la digitalización de un submarino porque parece que hablamos de ponerle internet, si lo que hacemos es guerra electrónica, pues eso es lo que tenemos que poner”, resumió Sánchez. Cabezón lo secundó y le puso nombre: “Falta cultura de Defensa”. Y Moreno explicó el motivo: “El de la defensa es un sector tan regulado que tiene una tendencia enorme a la falta de transparencia”.
Para Moreno, además, este falta de cultura de Defensa tiene una consecuencia directa. “En una sociedad en la que hay un rechazo a la defensa y la seguridad, es difícil captar talento plural. Este es un sector con una cierta tendencia a la endogamia y tenemos que abrirnos más. Hace fata una mayor concienciación estratégica, es decir, que los ciudadanos sepan a través de sus instituciones que hay unos riesgos y amenazas. Necesitamos más analistas de geoestrategia y geopolítica, más voces del ámbito de la seguridad”, aseguró.
Para Sánchez es el momento de cambiar las cosas: “Durante años, las empresas hemos considerado que hablar de seguridad y defensa nos restaba puntos de cara a la sociedad. La invasión rusa de Ucrania y la pandemia han cambiado el marco mental, y ahora todos somos conscientes de que la seguridad es un bien esencial y una condición necesaria para la vida”. Pero hay que ser proactivos porque, pese que la ciudadanía es más consciente, aún así “no queremos hablar de Defensa”.
Cabezón también se expresó en la misma línea y aseguró que “gran parte de nuestra sociedad no conoce lo que es la defensa, las aplicaciones, las misiones, para qué sirve, Ni siquiera se conocen las tecnologías de doble uso que genera”.
Los tres creen que si la gente supiera cuáles son las amenazas reales, qué tecnologías desarrolla el sector y cuántas de ellas se usan también en el ámbito civil (GPS, epidural, internet, super glue...), si supieran el empleo que se genera, cómo vertebra el territorio, cómo asienta población y genera riqueza, "seguro que nos miraban con otros ojos, en nuestra mano está que lo sepan".