Brasil resucita el carro Osório 120mm para el centenario de las fuerzas blindadas

El Pelotón de Mantenimiento del 6º Regimiento de Caballería Blindada, bajo el liderazgo del Sargento Especialista Capoani, logró devolver a la vida el prototipo EE-T1 Osório con cañón de 120mm, recientemente recibido por esa organización militar después de ser transferido desde Santa María, donde había sido preservado en exhibición estática en el Centro de Entrenamiento Blindado, organización de referencia del Ejército Brasileño.

Durante su estancia en el C I Blnd, el 120mm Osório mantuvo un excelente estado mecánico, a excepción de su sistema de frenado, lo que hizo que estuviera almacenado durante años en los garajes ocupados por Leopardos, Gepardos y Guaraníes.

Con la llegada de las conmemoraciones del Centenario de las Fuerzas Blindadas del Ejército Brasileño (1921/2021), se planteó el desafío de "curar" los defectos del EE-T1 y ponerlo en funcionamiento, tarea que fue aceptada por los soldados del 6º Regimiento de Caballería Blindada (6º RCB), con sede en la ciudad de Alegrete, también en Rio Grande do Sul.

Aceptado el reto, el vehículo de combate fue transportado al 6º RCB y allí el equipo del sargento especialista Capoani revisó el motor y sus sistemas, las orugas, el chasis y el sistema de frenado/frenos, haciendo la operación segura y permitiéndole desarrollar velocidades cercanas a las condiciones normales de empleo.

El Osório 120mm no es funcional como sistema de armas (tiro y combate), pero su regreso a la funcionalidad sobre ruedas tiene un simbolismo casi mítico en el año en que las Fuerzas Blindadas del Ejército brasileño celebran su centenario y las expectativas de nuevas adquisiciones mueven el mercado de vehículos blindados de oruga y de ruedas.

Se cree que este vehículo desempeñará un papel ceremonial especial en el desfile militar de Sete de Setembro en 2022, ocasión en la que se celebrarán los doscientos años de la Independencia de Brasil.

Fracaso épico de la industria de defensa brasileña

Con dos prototipos fabricados en la década de 1980 por la extinta empresa brasileña Engesa (Engenheiros Especializados S/A), el tanque de combate EE-T1 Osório, armado con un cañón de ánima lisa de 120 mm y equipado con un sofisticado sistema de disparo y sensores, protección blindada y un potente motor MWM, entre otras características avanzadas, fue el intento de Brasil de entrar en el mercado de los carros de combate avanzados. Una apuesta que estuvo a punto de triunfar, pero que le costó la quiebra a Engesa.

Los dos prototipos, el otro armado con un cañón de 105 mm y sistemas simplificados, fueron sometidos a extensas pruebas de evaluación para clientes internacionales, y el EE-T1 de 120 mm logró superar en aspectos técnicos a las primeras versiones de los entonces nuevos M-1 Abrams (Estados Unidos), Leopard II (Alemania), Challenger (Reino Unido) y AMX-40 (Francia), durante las evaluaciones para su compra por el Ejército de Arabia Saudí.

Sin embargo, el peso político y económico de los norteamericanos se hizo sentir y las dudas sobre la capacidad de Engesa para fabricar el Osório en cantidad dentro de los plazos exigidos por los saudíes sellaron el destino del blindado.

El carro era demasiado sofisticado para el Ejército brasileño de la época, que todavía utilizaba el anticuado M-41C Walker Bulldog. Además, el Osório tenía un conjunto de componentes importados de proveedores de Europa y otros lugares, lo que hacía que su mantenimiento fuera casi impracticable desde el punto de vista logístico.

La negativa del Gobierno brasileño a comprar el blindado, más algunas apuestas temerarias de los directivos de Engesa terminaron por sellar el destino de la empresa, que quebró e incluso generó una disputa legal con el Ejército por la propiedad de los dos prototipos.

Mientras que el Osório 120mm está en el sur de Brasil, conservado y funcionando, el Osório 105mm está almacenado en el Museo Militar Conde de Linhares, en Río de Janeiro, en muy mal estado y expuesto a la intemperie.

Imágenes: 6ºRCB/Exército Brasileiro