Tal día como hoy, 6 de septiembre, pero de 1522, la nave Victoria de la expedición de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano llegaba a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y completaba la primera circunnavegación de la Tierra de la historia. La expedición, capitaneada por Magallanes, partió de la ciudad con cinco naves un 20 de septiembre de 1519 para regresar, casi tres años después, con solo uno de estos barcos al mando de Elcano.
La expedición estaba compuesta por cinco barcos. La nave capitana era la Trinidad y estaba mandada por Magallanes. El navío y su tripulación sufrieron diferentes inclemencias que culminaron con un temporal que acabó definitivamente con ella. La nave San Antonio, mandada por el explorador Juan de Cartagena, vivió la sublevación de su tripulación al llegar al estrecho de Magallanes el 1 de noviembre de 1520; casi seis meses después, la nao regresaba a España. La Concepción estaba mandada por Gaspar de Quesada, su destino estuvo marcado por la muerte de muchos de los marineros de la expedición, pues fue quemada en Filipinas por los propios expedicionarios ya que, por falta de tripulación, estaban obligados a abandonarla. La Santiago estaba capitaneada por Juan Serrano, encontró su destino en el fondo del mar al naufragar el 3 de mayo de 1520 en la Patagonia argentina. La única que regresó tras cumplir su misión, la Victoria, salió de puerto bajo el mando de Luis de Mendoza, quien fue asesinado tras ser acusado de traidor por orden del propio Magallanes. Duarte Barbosa ocupó el cargo de capitán del navío hasta que encontró la muerte en la isla de Cebú. Tras estos acontecimientos, Elcano asumió la capitanía de la nave.
Mapa de la ruta que siguió la expedición
Cuatro meses después de abandonar España, la flota llegó a América, a la costa de la actual Río de Janeiro. Posteriormente, el 31 de marzo de 1520, Quesada y Mendoza, junto con Cartagena y Antonio de Coca, en vista del frío y de la falta de provisiones, se amotinaron y quisieron regresar a España. Curiosamente, entre los amotinados también se encontraba Elcano. Magallanes logró dar muerte a Mendoza y a Quesada y desterró a Cartagena. La expedición precisaba de una tripulación que comenzaba a escasear por lo que Magallanes perdonó a más de 40 hombres por el motín para poder continuar.
El 16 de marzo de 1521 llegaron a Filipinas, a la isla de Sámar. Con el fin de convertir a los indígenas al cristianismo, Magallanes trató de demostrar su poder venciendo a sus enemigos, mandados por Lapulapu, que previamente había rechazado la oferta cristiana de los expedicionarios en la isla de Mactán. Magallanes, confiando en las armas de fuego que portaban, acudió con 50 hombres a la batalla contra los 1.000 de la tribu de Lapulapu. Los españoles perdieron la batalla y Magallanes encontró la muerte tras ser lanceado.
Grabado del siglo XIX que representa la batalla de Mactán y la inminente muerte de Magallanes
Tras numerosas desgracias y aventuras que conllevaron la pérdida de tres de los navíos para la expedición, el 18 de diciembre de 1521, en Las Molucas y con la Trinidad y la Victoria cargadas de clavo, se dispusieron a regresar a España. Poco después de salir, se detectó una vía de agua en la Trinidad que les obligó a regresar al puerto. La Victoria partió y, tras unos meses de reparaciones, también lo hizo la Trinidad que, envuelta en la mala suerte, se encontró con un terrible temporal que acabó por destruir la nave.
La Victoria, capitaneada por Elcano y cargada de clavo y especias de gran valor, llegó a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522. De los 239 hombres que partieron de Cádiz solo 18 regresaron con vida. El emperador Carlos I recibió personalmente a Elcano y le entregó por escudo un globo con la leyenda en latín: Primus circumdedisti me, que significa el primero me circundaste.