La guerra en Ucrania impulsa a Nexter a cuadruplicar la fabricación de sistemas de artillería Caesar

Cuando Rusia comenzó la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, la compañía francesa Nexter (parte junto a la alemana KMW de la firma KNDS) mantenía un ratio de producción de dos sistemas de artillería autopropulsada Caesar de 155 mm al mes. Ahora, la empresa ya alcanza las seis unidades y prevé alcanzar los ocho ejemplares a principios del próximo año. Además, el periodo de entrega de estas piezas ha pasado en este tiempo de 30 a 15 meses.

Estos datos han trascendido con motivo de la visita el pasado martes del ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, a la factoría de Nexter en Roanne, en el centro de Francia, donde fabrica los Caesar. Lecornu ha mostrado su satisfacción “por el éxito alcanzado en la transición a la economía de guerra” en el país, en el actual contexto de incremento de los esfuerzos en defensa que engloba a toda Europa. Como símbolo de este éxito, el ministerio francés señala al Caesar.

El departamento francés recuerda cómo al inicio del conflicto ucraniano, en febrero de 2022, salían cada mes dos ejemplares del Caesar de los talleres de KNDS. “La empresa ahora puede montar seis y tiene intención de aumentar esta cifra a ocho a principios del próximo año. Esta aceleración del ritmo es el éxito más convincente de la economía de guerra deseada por el presidente de la República”, según recoge la información facilitada por el ministerio.

De momento, esta triplicación de la capacidad de producción “permitirá a Francia sustituir, a principios de 2024, los 18 Caesar vendidos a Ucrania para ayudarle a defenderse de Rusia”. Se trata de una reposición de existencias un año antes de lo previsto inicialmente. La nueva capacidad de producción también "seguirá abasteciendo a todos los socios de Francia que opten por recurrir al KNDS para equipar sus fuerzas terrestres", asegura el ministro. Este aumento de la producción ha ido acompañado por una “considerable” reducción de los plazos de entrega, que ha pasado de 30 meses antes del inicio de la invasión rusa a 15.

Los ejemplos de Mistral y Rafale

Además del caso del Caesar, el ministro ha señalado otros ejemplos de éxito de la denominada transición a la economía de guerra que ha realizado Francia, que responde a tres elementos principales: “producir más, más rápido y a costes controlados”. En concreto ha citado el esfuerzo de Nexter con la compañía Eurenco, gracias al que “podremos triplicar nuestro ritmo de entrega de municiones a Ucrania, que pasará de 1.000 proyectiles entregados por mes en enero de 2023 a 3.000 en enero de 2024”. También se ha logrado algo similar “en materia de municiones de defensa aérea”. La producción de misiles Mistral de la firma MBDA, añade, aumentó de 20 a 40 por mes. El ministro también ha elogiado los esfuerzos realizados por otras empresas del sector industrial y tecnológico de la defensa, como Thales, que en el último año ha logrado duplicar la producción de radares, y Dassault Aviation, que, para atender todos los pedidos de exportación ha aumentado incrementar su ritmo de producción de uno a tres aviones de combate Rafale al mes.

En términos más generales, el Ministro de las Fuerzas Armadas también saludó los importantes esfuerzos realizados para modernizar los vehículos del Ejército, a través del programa Scorpion, que incluye la fabricación de blindados Griffon, Jaguar y Serval. La ley de programación militar 2024-2030 dedica cerca de 10.000 millones de euros durante el período a este programa armamentista. En concreto, KNDS producirá más de 200 vehículos cada año para el Ejército.