No es tan conocido como el portaaeronaves Juan Carlos I o las fragatas de la Armada. Su labor suele ser mucho más discreta y callada y sus singladuras y misiones menos publicitadas que las del resto de la flota militar española.
Sin embargo, el trabajo del buque Alerta (A-111) no es menos importante que el de sus compañeros, pues se trata de un barco dedicado a labores de inteligencia y guerra electrónica (EW, Electronic Warfare). De hecho, su misión principal es la intercepción de señales electromagnéticas, el análisis de comunicaciones y la recopilación de inteligencia (Sigint y Comint) para las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, los años pasan para esta unidad, construida en los astilleros de Rostock, en la antigua República Democrática Alemana, y diseñado originalmente como buque auxiliar de transporte. Pertenece a una serie de siete (clase Darss) y fue bautizado originalmente como Jasmund (D41). Fue entregado a la marina de guerra alemana el 10 de mayo de 1985 y transformado después en navío de captación de inteligencia.
Tras la reunificación de Alemania, a finales de 1991, fue ofrecido a España y visitado en Alemania por una comisión de la Armada en el mes de enero de 1992, siendo finalmente adquirido. El 6 de diciembre de 1992 se izaba a bordo la bandera española, causando alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada (LOBA) con el nombre de Alerta y numeral A-111.
Tan discreta es su actividad, que en la página de la Armada en que se especifican las características de cada buque, simplemente se puede leer: “La principal misión del buque es el transporte logístico entre puertos nacionales e internacionales, así como contribuir a la acción del Estado en la mar para ejercer la soberanía y proteger los intereses marítimos nacionales”, y en cuanto a “Dónde estamos”, nada de nada.
Programa Especial de Modernización
Ahora, con cuatro décadas de vida activa, el Gobierno cree que ha llegado el turno de pensar en su relevo y, así, en el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa presentado hace quince días por el Gobierno, se incluye un Programa Especial de Modernización (PEM) para un nuevo buque de guerra electrónica: “Necesidad operativa de una plataforma naval que sustituya al buque Alerta, identificada como parte de las necesidades de obtención del Sistema Conjunto Santiago”, con una dotación presupuestaria de 105 millones de euros para 2025.
De momento no se han dado pistas de qué tipo de buque será el sustituto del Alerta, que actualmente cuenta con equipos y sistemas para misiones de inteligencia electrónica (Elint). Este sistema, de Indra, incorpora los últimos avances de procesamiento digital de la señal que permiten a la Armada adaptarse de forma más flexible a cualquier entorno de operación. “Se trata de un sistema que ofrece mayor rendimiento, alcance y sensibilidad, y que permite recoger datos de forma más ágil, cubriendo simultáneamente un mayor ancho de banda para detectar los radares de baja probabilidad de interceptación que emplean algunas plataformas para tratar de ocultarse”, especifica la compañía.
El Alerta cuenta con un radar de superficie y navegación Kelvin Hugues 1106, un radar de navegación Sperry marine Vision Master FT y terminales satélite Secomsat e Inmarsat. Su dotación está compuesta por 61 personas, (9 oficiales, 14 suboficiales, 13 cabos primero y 25 cabos y marineros).
Sus labores pasarían por la interceptación y análisis de comunicaciones de radiofrecuencia; el seguimiento de emisiones electromagnéticas de buques, aeronaves o infraestructuras costeras; la recolección de inteligencia de señales (Sigint) para anticipar amenazas y obtener información estratégica o el apoyo en misiones de vigilancia electrónica en tiempos de paz, crisis o conflicto.
Suele actuar en zonas sensibles del Atlántico, el Mediterráneo y próximas a Gibraltar o Canarias. Estas misiones incluyen la interceptación de comunicaciones y emisiones electromagnéticas en frecuencias entre 1 y 40 GHz, proporcionando información estratégica sobre actividades en regiones de interés para la seguridad nacional .
El Alerta, por tanto, proporciona a España una capacidad propia de obtención de inteligencia en el entorno marítimo, algo que permite al país no depender exclusivamente de aliados como Estados Unidos o la OTAN en este tipo de operaciones sensibles. Además, forma parte del programa Santiago, que proporciona un sistema estratégico conjunto de guerra electrónica con capacidades Sigint, siendo este buque el componente naval principal de este sistema .
Con un desplazamiento a plena carga de casi 2.300 toneladas, tiene una eslora de 76,3 metros y una manga de 12,4 metros e incorpora un motor Caterpillar 3606 de 2.760 caballos que permite alcanzar los 12 nudos con una autonomía de 11.000 millas.
Trabajos de varada y pintura
El pasado año, como recogió Infodefensa.com, la Armada encargó a Navantia trabajos de varada y pintura de la embarcación en el Arsenal de Cartagena, donde tiene su base el buque de inteligencia. El contrato tiene un presupuesto de 1,5 millones de euros. El expediente, gestionado a través de la Intendencia de Cartagena, incluye trabajos "relacionados con la varada del buque y los sistemas y estructuras", así como la pintura "de superficies tanto exteriores como interiores".