El Partido Popular registró este martes una solicitud de comparecencia de Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, para que acuda al Congreso a informar de qué planes tiene el Gobierno para llevar a cabo la "desconexión tecnológica" de las Fuerzas Armadas respecto la industria armamentística israelí, que incluiría también las licencias tecnológicas.
La petición de comparecencia, que firmó el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, viene a raíz de las palabras que la propia Valcarce pronunció la pasada semana en un acto. La secretaria de Estado de Defensa explicó que "hay cuestiones de carácter tecnológico en programas en curso; pero ya estamos trazando un plan de desconexión que busca autonomía y no depender de Israel, de ninguna de las maneras".
El plan de desconexión, explicó, tiene por delante un "desarrollo", del que el Ministerio de Defensa habría informado ya a la industria española. La intención, dijo Valcarce, es reducir la dependencia de forma progresiva hasta alcanzar "el objetivo 0". Este objetivo solo es posible, remarcó, con el plan de desconexión. "La apuesta es que la desconexión permitirá un desarrollo tecnológico propio en España y en Europa".
Ahora, la oposición quiere que la número dos concrete en las Cortes "las consecuencias que pudiera tener para la salvaguarda de la Defensa y Seguridad Nacional".
Este movimiento del PP coincide con los primeros pasos del Gobierno en esta dirección. En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el Gobierno anunció la cancelación del contrato de adquisición de misiles contra carro Spike LR2 israelíes.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, afirmó que "el objetivo está claro" y es "una desconexión total de la tecnología israelí", para no colaborar con el Gobierno de Benjamin Netanyahu.
El programa ahora cancelado fue autorizado por el Consejo de Ministros el 3 de octubre de 2023 e incluía la celebración del contrato para el suministro de 1.680 misiles contracarro Spike LR2, con 168 puestos de tiro, por 285 millones de euros.
El programa en España lo coordinaría la empresa Pap Tecnos, filial española de la compañía israelí Rafael Advanced Systems, y las españolas Escribano, Tecnobit y FMG.