Lürssen promociona sus buques en América Latina entre el reconocimiento de las Armadas locales

(Infodefensa.com)

El cambio es lo único constante en la mar. Así, en la actualidad, las fuerzas navales –parafraseando a Heráclito- nunca se enfrentan dos veces a los mismos desafíos. Este escenario, en constante transformación, es particularmente acuciante en Latinoamérica, donde la necesidad de resguardar extensos territorios marítimos potencialmente vulnerables supone una enorme responsabilidad para las Armadas de la región.

Ante este fenómeno, el astillero alemán Lürssen ofrece a los países de la región sus patrulleros oceánicos OPV 90 y OPV 80, embarcaciones destinadas a apoyar la presencia permanente en aguas territoriales y en la zona económica exclusiva.

El OPV 80 destaca por su sencillez y bajo costo de despliegue, al tiempo que arroja un alto rendimiento. De hecho, tras dos profundos estudios técnicos, la Armada de Uruguay, que precisa desde hace años de nuevos navíos que le devuelvan su capacidad operativa, concluyó que la embarcación de Lürssen era la que más se adaptaba a sus necesidades.

La holgura de su diseño para espacio y peso extras, su configuración modular y otras características importantes, brindan al OPV 80 con la capacidad de cumplir con una gran variedad de requisitos específicos del cliente, tales como armamento adicional o una tripulación más grande.

Frente al requerimiento de las Armadas de América Latina de contar con embarcaciones capaces de cumplir distintos tipo de misiones, los patrulleros de Lürssen son buques multipropósito preparados para ser desplegados en distintos escenarios.

En este sentido, como parte fundamental de su diseño, la cubierta de estos patrulleros proporciona flexibilidad según la misión y su disposición es definida con el objetivo de poder abarcar una amplia variedad de módulos en contenedores -desde control de la contaminación hasta operaciones con drones- en función de las tareas establecidas. A la hora de integrar perfectamente cada módulo al resto del navío, Lürssen tiene en cuenta su peso, la estabilidad e incluso la interferencia electromagnética.

Desde el astillero alemán aseguran que sus OPV brindan un rendimiento confiable, versátil y con una buena relación costo-beneficio, constituyendo un medio integral para cumplir con las necesidades de protección marítima en toda la extensión de los mares latinoamericanos.

Lürssen brinda la opción a sus clientes de construir los buques en su respectivo país de residencia posibilitando la transferencia de conocimiento y tecnología, algo muy demandado por la región, deseosa de desarrollar su industria naval.

Asimismo, Lürssen presta apoyo al cliente más allá del proceso de construcción, con el fin de garantizar que cada buque esté siempre listo para la misión que se le asigne en cada etapa de su vida útil.  

Desde la compañía alemana explican que sus nuevas capacidades de construcción se complementan con una amplia gama de servicios de asistencia durante todo el ciclo de vida de la embarcación,  disponible tanto si ésta fue fabricada en sus propias instalaciones o en otros astilleros.

El OPV 80 de Lürssen presenta una eslora de 80 metros, una manga de 13 metros y un calado de tres metros. Además, desplaza hasta 1.625 toneladas y tiene capacidad para una tripulación de 40 marinos más 18 personas embarcadas.  

La propulsión del buque se sustenta con dos motores diésel y dos hélices CPP. Cuenta con una potencia total de 8.520 kw y puede alcanzar una velocidad de hasta 22 nudos.

El patrullero puede configurarse con los siguientes radares y sensores: C-Flex, un radar de búsqueda 2D, un sistema de control de tiro Sting Eo Mkll, un radar MEOS, un IFF Mk XII y un ES 3601. Entre su armamento destacan un cañón Bofors 57 MK3 y dos ametralladoras M2HB calibre .50.