La Armada Argentina despliega buques y aviones para vigilar los espacios marítimos

Las corbetas ARA Spiro y ARA Granville de la Armada Argentina llevaron a cabo tareas de vigilancia y control de los espacios y recursos marinos en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y en la milla 201. Las unidades de superficie fueron apoyadas por un avión Beechcraft B-200 y un Turbo Tracker de la Aviación Naval, que les permitieron confirmar la ubicación y características de las concentraciones de pesqueros en las áreas asignadas y de esta manera dirigir a las corbetas.

El capitán del ARA Spiro, capitán de fragata Sebastián Musa, explicó que “la posibilidad de operar con las aeronaves permite ampliar enormemente las capacidades del buque”. Después de 15 días de navegación Musa evaluó la tarea realizada como satisfactoria y señaló que “la tripulación estuvo comprometida y plenamente identificada con la misión que estaba efectuando"

Durante esta operación, a cargo del Comando del Área Naval Atlántica (ANAT), las unidades navales efectuaron la identificación y correlación de la información obtenida en forma visual, con radar y con el Sistema de Identificación Automático (AIS). Por otro lado, a bordo se realizaron distintos ejercicios de adiestramiento como lucha contra incendios, control de averías, operaciones navales de superficie y aéreas, adiestramiento en tiro y adiestramiento individual de la dotación de Visita, Registro y Captura (VRC).

Combate a la pesca ilegal

Si bien la flota pesquera argentina es la única que tiene permitida la explotación comercial de los recursos vivos marinos de la ZEE, según establece el Régimen Federal de Pesca, cada año un promedio de 400 barcos opera de manera no reglamentada en la milla 201, la cual se convierte en pesca ilegal cuando ingresan a pescar en la ZEE.

A estos barcos pesqueros, principalmente chinos, coreanos y españoles, los acompañan buques frigoríficos, que concentran la carga obtenida para su transporte a los puertos de destino, y petroleros, que los reabastecen de combustible. Esta flota generalmente se posiciona en el área adyacente a la ZEE Argentina en tres puntos focales: lateral Península Valdés, lateral Golfo San Jorge y norte de las Islas Malvinas, permaneciendo allí por períodos de entre uno y doce meses. En esta oportunidad, la concentración pesquera se encontraba mayormente a la altura de la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Especialistas afirman que las pérdidas económicas para el país alcanzarían los 2.000 millones de dólares. La mayor pérdida se produce en aguas circundantes a las Islas Malvinas, ya que los buques que operan allí lo hacen con permisos o habilitaciones ilegales.