Países Bajos encarga otros nueve F-35 por 1.000 millones de euros

La secretaria de Estado de Defensa neerlandesa, Barbara Visser, ha enviado una carta a la Cámara de Representantes del país para informar de los movimientos que está haciendo su departamento para adquirir más cazas F-35 fabricados por la compañía estadounidense Lockheed Martin. En concreto, Países Bajos está trabajando en la compra de nueve unidades más, lo que, sumadas a los 37 ya comprometidas, lleva hasta 46 los cazas de este modelo con los que contará el país.

Con este incremento, “se sientan las bases para un tercer escuadrón de F-35” en la Fuerza Aérea de los Países Bajos, informa en un comunicado el Ministerio de Defensa. “Al agregar nueve aviones, así como personal a la base de los aparatos, la carga sobre las personas durante una misión a largo plazo se reduce sustancialmente”, añade la fuente. Además, “la capacidad de despliegue también se puede dividir en más aviones, lo que tiene un efecto positivo en la continuidad del F-35, porque el costo de la hora de vuelo por avión disminuye”.

Por otra parte, la empleabilidad de los aparatos también mejora y el país podrá estar presente con más rapidez en potenciales conflictos.

El nuevo encargo incluye piezas de repuesto y recursos de capacitación, como simuladores y sistemas de información. Además contempla herramientas especiales, equipos de medición y prueba y equipos a bordo de las aeronaves. De este modo, añade la fuente, el procedimiento para los nueve F-35 adicionales es el mismo que el de los 37 aviones de combate que ya se han ordenado. Aunque los nueve aviones requerirán infraestructuras adicionales, incluidas algunas construcciones nuevas.

El coste estimado para esta compra adicional se mueve en torno a los 1.000 millones de euros, lo que no se sale del presupuesto disponible para el Plan Nacional del llamado Memorando de Primavera.

Países Bajos reemplaza con los F-35 su antigua flota de aviones F-16 con los que la Fuerza Aérea venía operando desde 1979. En su momento adquirió 213 de estos aparatos de una vez, de los que en la actualidad aún mantiene 61 unidades de unas aeronaves a las que el Ministerio de Defensa califica de “aviones obsoletos”.

El Joint Strike Fighter, como se conoció en origen al F-35, es una iniciativa liderada por EEUU a la que también se unieron Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Australia, Dinamarca, Noruega, Canadá y Turquía, si bien esta última se ha quedado este verano fuera del programa como represalia de EEUU a la compra que ha hecho Ankara de sistemas antiaéreos rusos S-400. El principal contratista del avión de combate de quinta generación F-35 es Lockheed Martin, la mayor compañía de defensa del mundo.