No podemos desaprovechar esta oportunidad (I)
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No podemos desaprovechar esta oportunidad (I)

C295 ejercito del aire airbus
Recreación digital de los nuevos C295 de patrulla y vigilancia marítima. Foto: Airbus
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Por la presión de la rama americana de la OTAN, primero, y por la invasión rusa de Ucrania, después, a la parte europea de dicha organización atlántica parece que se le ha caído la venda de los ojos y se ha dado cuenta que la soberanía de un país debe apoyarse en unas Fuerzas Armadas acordes con su peso económico y su posición estratégica en el concierto internacional. Cada país debe tener la capacidad de garantizar su seguridad y no encomendarse al amigo americano. Por ello, en toda Europa y en España aún más, la defensa ha dejado de ser el patito feo y se anuncian incrementos presupuestarios sostenidos en el tiempo. Cierto es que este incremento no se está llevando a cabo por convicción, ya que la capa política ni en España ni, en general en Europa, se ha interesado mucho por la defensa tradicionalmente. Hasta ahora la seguridad se daba por supuesta, y como tal, nunca se le ha prestado la atención que merecía.

Sin embargo, con todo lo que ha pasado en 2022, nos hemos dado cuenta que nada está asegurado si no se toman las medidas para ello y ahora vamos a hacer lo que nunca debimos dejar de hacer: “si vis pacem para bellum” (si quieres la paz, prepárate para la guerra como dijo Publio Flavio Vegecio).

Aunque las autoridades políticas del Ministerio de Defensa llevan un tiempo repitiendo insistentemente que este aumento del presupuesto va a conllevar la creación de riqueza en nuestro país (se ha mencionado la cifra de más de 22.000 nuevos puestos de trabajo de alta cualificación en los próximos años) la realidad es que el comienzo no ha sido muy alentador.

A mitad del año 2022 se inyectaron 1.000 millones al presupuesto de Defensa, pero pasado el tiempo hemos visto que una gran parte de esa cantidad se ha ido fuera de España en contratos FMS, con creación de riqueza en España, nula. Se ha alegado que en un plazo tan corto (hasta final de año) la industria nacional no era capaz de entregar productos, lo cual era cierto. Tampoco es capaz de hacerlo el Gobierno americano, pero la diferente aplicación legislativa para unos y otros, hace que se permita poner el dinero en una carta de crédito al suministrador extranjero siendo la entrega de productos años después, mientras que al suministrador nacional, en aplicación de la LCSP, solo se le paga con la entrega del producto a suministrar. Primer factor relevante a tener en cuenta en el nuevo y boyante ciclo inversor: las diferentes varas presupuestarias de medir, hace aún más difícil “competir” a la industria nacional.

Además, lo ocurrido con los 1.000 millones del presente año, puede dar pistas sobre lo que podría ocurrir con las inversiones futuras. Consumir el 100% del presupuesto asignado es bueno y muy deseable. Pero no debe ser el fin último de los gestores de la Administración. El objetivo siempre debe ser completar las necesidades de las Fuerzas Armadas con el presupuesto disponible. Y hacerlo, optimizando la participación de la industria nacional.

Repasemos la lista de nuevas inversiones a abordar que se apuntan en los nuevos Presupuestos de Defensa. Son trece Programas:

- Avión de patrulla marítima (MPA). Este programa contempla la compra al consorcio europeo Airbus de cuatro C-295 de la versión de patrulla marítima para sustituir a los P.3 Orión del Ejército del Aire. Presupuesto de 580 millones.

- Avión de vigilancia marítima (Vigma). Además de los C-295 MPA, el Ministerio de Defensa planea la adquisición de otros diez aviones para misiones de vigilancia marítima como la búsqueda o rescate. El contrato ascendería a 560 millones.

- Helicóptero multipropósito de la Armada. Aunque el nombre no lo menciona, se trataría del MH-60R. Presupuesto de 900 millones.

- Buques hidrográficos. El nuevo ciclo inversor también contempla la compra de dos buques hidrográficos costeros por 332,5 millones.

- Avión sustituto del C.15M (F-18). El ministerio ha dividido en dos programas la sustitución de la flota de F-18. Este primer programa tiene un presupuesto de 4.500 millones.

- Avión sustituto del AV-8B y el C.15M segunda fase. Aunque no se cita nombre, todo parece indicar que hablamos del F-35, ya que es el único modelo capaz de sustituir a ambas flotas es el avión de Lockheed Martin. El presupuesto previsto es de 6.200 millones.

- Patriot PAC3 y modernización del sistema. Otros 1.400 millones irán a parar a la actualización del sistema de misiles tierra-aire Patriot en servicio en ET.

- Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT). Renovación de las radios tácticas de las Fuerzas Armadas españolas -principalmente el Ejército de Tierra- que operan en las bandas UHF/VHF y HF. El presupuesto asciende a los 738 millones.

- Plan MC3. El Ministerio también invertirá 970 millones en la actualización de los sistemas de mando, control y comunicaciones (MC3) del Ejército de Tierra.

- RPAS Sirtap. El nuevo RPAS, diseñado por Airbus y llamado a sustituir el Searcher de Ejército recibirá 348 millones en los próximos años.

- Misil contra-carro Spike, Fase II. Se contempla la adquisición de 1.680 misiles Spike LR2 y 168 puestos de tiro para sustituir al misil Tow y modernizar la defensa contra-carro del Ejército de Tierra. Presupuesto de 287 millones.

- Mortero embarcado. Defensa destinará otros 125 millones para adquirir morteros embarcados en vehículo.

- Lanzacohetes de alta movilidad Silam. El aumento presupuestario además permitirá al Ejército de Tierra recuperar los lanzacohetes. En este caso, el programa contempla una inversión de 290 millones.

La suma de todas estas inversiones asciende a 17.230 millones. Una enorme cantidad de dinero nunca visto en nuevas adquisiciones.

Aunque a estas alturas y con los pocos datos de que disponemos es difícil decir que cosas se van a comprar en España y que cosas se van a comprar fuera, si se puede hacer una primera aproximación de la carga de trabajo que podría quedarse en España y que contribuiría a la creación de riqueza nacional, además de contribuir a satisfacer las necesidades operativas de nuestras Fuerzas Armadas. En el análisis hecho, creo que se ha intentado ser benévolo en cuanto a la carga de trabajo nacional. Por ejemplo en los Programas que se suponen serán nacionales se ha supuesto una aportación de “0” a la contribución extranjera, cuando es casi seguro que subsistemas o productos del sistema principal se adquirirán fuera. Y en los

Programas que no se sabe ahora mismo como se llevarán a cabo, se ha supuesto un porcentaje nacional casi siempre del orden del 50% .

Futuros programas de defensa

Futuros programas de defensa

Vemos que poco más del 22% (un total de 3.824 M€) aportarán incrementos al PIB nacional, creando riqueza en España. Por tanto, ojo. ¡No es oro todo lo que reluce! Con estos datos se antoja un poco optimista lo de crear más de 22.000 nuevos puestos de trabajo.

Es cierto, que los 3.824 millones de euros de inversión en la industria nacional es una cantidad importante teniendo en cuenta de dónde venimos. Sobre todo, si añadimos los programas ya lanzados y que se ejecutarán en paralelo a estas nuevas inversiones (Vehículo VCR 8x8 Dragón, Fragata F-110, Modernización del Tigre, Euromale y FCAS). Pero debemos replantearnos este escenario en que solo un 22% de las futuras adquisiciones en defensa puedan ser consideradas realmente “inversiones” frente al otro 88%, que tienen una connotación más próxima al gasto que a la inversión.

Continúa en: 'No podemos desaprovechar esta oportunidad (II)'




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