La Fuerza Aérea Uruguaya celebra su día sin grandes novedades y muchas dudas
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La Fuerza Aérea Uruguaya celebra su día sin grandes novedades y muchas dudas

En su discurso, el comandante en jefe de la FAU dió cuenta sobre la creacion de organismos relacionados con la actividad espacial
Pilatus PC7U Turbo Trainer
Pilatus PC7U Turbo Trainer durante la exhibición. Foto: Fuerza Aérea Uruguaya
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La Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) celebró, el pasado 17 de marzo, el 110 aniversario de la Aviación Militar y Día de la Fuerza Aérea, con una ceremonia encabezada por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, junto al ministro de Defensa, Javier Garcia y altas autoridades civiles y militares del país.

Durante la ceremonia, que contó con un desfile aéreo y terrestre, el comandante en jefe de la FAU, general del aire Luis de León, hizo uso de la palabra repasando los eventos mas importantes del año que pasó como también alguna de las metas para el presente año. 

Nuevos organismos

En sus palabras, de León remarcó que, durante el pasado 2022, fue creada la Junta Nacional de Política Espacial, como así también,  se introdujeron al Parlamento los proyectos de ley para la creación de la Dirección Espacial de la Fuerza Aérea y la Agencia Espacial Uruguaya, organismos que tendrán como objetivo la obtención, proceso, diseminación y control de la información geoespacial y el uso, exploración y explotación del espacio ultraterrestre, respectivamente. 

También mencionó el acuerdo firmado con el ente energético uruguayo, UTE, para el control de 1.000 km de líneas alta tensión por año, como así también los vuelos sanitarios, control de vuelos ilícitos, apoyo al combate a incendios y las operaciones con helicópteros Bell 212 Twin Huey bajo bandera de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo.

En referencia a posibles adquisiciones se limitó a decir que el poder político se encontraba a la búsqueda de los recursos financieros para obtener los medios necesarios para cumplir el mandato legal y la misiones que tiene que cumplir la fuerza. 

El pobre desfile aéreo que acompañó a estas declaraciones fue una representación clara de la situación actual de la Fuerza Aérea Uruguaya, con apenas un puñado de aeronaves de combate en orden de vuelo y un único Cessna A-37B Dragonfly y una pareja de Pilatus PC-7U Turbo Trainer volando durante el desfile.

Posibles adquisiciones

Dentro del panorama actual y bajo un total hermetismo, el Gobierno Uruguayo se encuentra negociando algunas alternativas para la recepción de material, en buena parte facilitado por Estados Unidos. 

En ese sentido en el correr del presente año se estarían recibiendo dos Bell 212 Twin Huey adicionales para ser enviados directamente a la República Democrática del Congo en sustitución de los dos que operan allí. De esa manera la flota de Bell 212 quedaría conformada por cinco unidades mas una que es difícil que retorne al vuelo. 

Adicionalmente se esta en tratativas para recibir algunos bimotores rápidos, entre los que se ha deslizado que podrían ser Bombardier Learjet o Raytheon T1, los que serian utilizados para entrenamiento de tripulaciones, control de radioayudas, transporte sanitario y VIP. 

La posible compra de una decena de Embraer A-29 Super Tucano de segunda a mano a Brasil sigue en pie, aunque Portugal ha manifestado interés, inclusive con presupuesto aceptado, para la compra del mismo tipo de aeronave. Sin embargo, es viable que existan suficientes unidades de segunda mano para satisfacer la demanda de ambos países.

En lo que se refiere a aviones de combate, Corea del Sur ha continuado con su lobby para colocar sus productos, ofreciendo una partida de aeronaves KAI TA-50 con unos diez años de uso a precios muy favorables, como así también Leonardo con una versión ‘light’ de su LIFT M-346

Fuera de esto, los venerables Northrop F-5E/F Freedom Fighter podrían tener alguna chance, particularmente los de Brasil, siempre y cuando Estados Unidos autorice su venta. Si bien todo esto se mantiene dentro de las opciones posibles, el gobierno y la Fuerza Aérea han mantenido una reserva importante en las negociaciones y no se descarta alguna otra alternativa.

Lo único que es indiscutible e imposible de esconder es que las condiciones actuales de la Fuerza la ponen el borde de la inoperancia total, con apenas unos pocos helicópteros y aviones en orden de vuelo y con pocas posibilidades de recuperar el material actual, por lo que la incorporación de nuevas aeronaves, de todos los tipos, es algo imprescindible si se quiere mantener una Fuerza Aérea con un mínimo de capacidades operativas, tanto a nivel de combate como de transporte y asistencia en misiones subsidiarias.



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